La Casa de los Perros: Malos policías no sólo en Pinos

CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ

El pasado 24 de noviembre, cuando un integrante del crimen organizado e inteligente disparó y mató desde un arbusto al coordinador de la Guardia Nacional en Zacatecas, el general José Silvestre Urzúa, y además hirió a tres elementos más, en Pinos la población era presa de la incertidumbre.

La llegada inusual e intempestiva de elementos de la Guardia Nacional, de la Policía Estatal y de la Policía de Investigación, puso en alerta a los vecinos de la comandancia municipal en donde una veintena hacían las labores de vigilancia.

La sorpresa vino después cuando Arturo, Emmanuel y Tomás fueron sacados de las instalaciones de la Dirección de Seguridad Pública, en medio de un operativo que mal, pero muy mal terminó unas siete horas después en la localidad de Jaltomate, con la primera muerte en México, en lo que va del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, de un general en combate.

Ayer, tras la respectiva audiencia ante el Juez de Control, los tres policías municipales fueron vinculados a proceso por el delito de secuestro agravado, es decir, ellos, en su andar delictivo, supuestamente privaron de la libertad a una o varias personas y, además, habrían cometido una violación, infringido lesiones graves o ejecutaron a su víctima.

Arturo, Emmanuel y Tomás cumplían con sus labores como policías municipales, pero supuestamente también seguían las órdenes de un grupo criminal y, por ello, a bordo de las patrullas cometían los secuestros.

Ahora, tras la ejecución de tres órdenes judiciales de cateo simultáneas –una en la capital de Zacatecas y dos en ese municipio que hace frontera con Jalisco y San Luis Potosí–, los presuntos secuestradores cayeron en manos de la justicia.

Obviamente, estos tres hombres, por la gravedad de la conducta que se les imputa, permanecerán bajo la medida cautelar de prisión preventiva. Ellos, si la Fiscalía General de Justicia de Zacatecas tiene bien armado el caso, al menos 50 años permanecerán tras las rejas. Su vida en libertad se acabó.

Ahora, desde la desesperada nueva gobernanza, los amanuenses intentan linchar al alcalde de Pinos, Omar Téllez Agüayo, no sólo por ser priista, sino porque acusan –sin pruebas, obviamente–, que el presidente municipal seguramente sabía lo que sus policías hacían. Puro taco de lengua.

La cuestión es que el fiscal Francisco Murillo Ruiseco ha dicho que el problema con las policías municipales ni es privativo de Pinos, ni lo es de los municipios en donde gobierna el PRI, el PAN, el PRD, el Verde Ecologista, Movimiento Ciudadano o Nueva Alianza. En donde los alcaldes visten de guinda también se cuecen habas.

Y esas habas salen a relucir cuando, gracias a las denuncias de las víctimas de secuestro que han sido rescatadas, las identidades de los delincuentes suelen coincidir con la de policías municipales.

Murillo Ruiseco dice que sí existe “la intención” de hacer una revisión profunda de lo que al interior de las policías municipales sucede, sobre todo porque son esos elementos los que se encuentran más cercanos a la población.

Lo ideal es que esta mala experiencia no quede sólo en una buena intención. Urge actuar y, sobre todo, brindar apoyo a los alcaldes, sean de Morena o de donde sean, sobre todo después de que el presidente de la fallida 4T, López Obrador, dejó sin recursos a los municipios al desaparecer el Programa de Fortalecimiento para la Seguridad (Fortaseg)

En Pinos, en estos momentos, se han quedado sólo con 18 integrantes de la Dirección de Seguridad Pública, de los cuales sólo ocho han presentado, y aprobado, los exámenes de control de confianza, y únicamente cinco tienen licencia de portación de arma de fuego.

Sin recursos es difícil, muy difícil, tener una policía capacitada, bien armada y certificada. Y en Zacatecas, además, no ser de Morena es otro estúpido obstáculo.

Omar Téllez informó que, en Pinos, después de los acontecimientos hay presencia de 40 integrantes del Ejército Mexicano, además de que la Guardia Nacional y la Policía Estatal Preventiva asumieron el mando de la disminuida corporación municipal.

Pero ¿cuánto durará este apoyo? Poco, muy poco, porque cada día son más los rincones de Zacatecas que necesitan que el ejército o la Guardia Nacional, o ya de menos la policía estatal, hagan acto de presencia en esas demarcaciones.

La violencia sigue imparable, y si no lo creen, ahí está como muestra Jerez, que al igual que Fresnillo, Guadalupe, Zacatecas, Calera y Trancoso, se les salió de las manos a la nueva gobernanza.

Triste, pero cierto.

Una buena

Desde la Subsecretaría de Concertación Política y Atención Ciudadana, que encabeza Julia Olguín Serna, se logró la donación de medicamento para atender a los niños con cáncer.

Y es que estos infantes, olvidados por la 4T, mueren sin recibir la atención prometida, porque desgraciadamente no viven en Dinamarca.

Hoy, en el auditorio del Hospital General se oficializará esta donación de 20 millones de pesos en medicinas que, en la mayoría de los casos, ni con dinero se consiguen. Lo único que es fácil en México obtener es una torta y un frutsi a cambio de marchar.

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