La Casa de los Perros: Para policías, toque de queda en Zacatecas
CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ
El secretario de Seguridad Pública, Adolfo Marín Marín, sin empacho reveló que, discretamente, ha impuesto una especie de toque de queda a los elementos de los cuerpos policiales de Zacatecas, para evitar que sigan siendo blanco perfecto del crimen organizado e inteligente que opera a sus anchas en el estado.
Ayer mismo, cuando según las cifras de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, a nueve personas les fue arrancada la vida de manera violenta en Zacatecas, Marín Marín dijo que como por ley los policías no pueden andar armados en su día de descaso, la opción para evitar que los maten es que no salgan de sus casas por la noche.
El funcionario de la nueva gobernanza detalló que a los policías ya les dijo que “se protejan, que se cuiden, que no anden en lugares en donde no deben […]. Las recomendaciones son que no anden en altas horas de la noche, no transiten por lugares no concurridos, aislados, oscuros”.
Parece broma, pero, desgraciadamente, no lo es.
De paso, regañó al alcalde de Loreto, Gustavo Aguilar Andrade, por andar de creativo, y dijo que la idea de suspender clases presenciales por la violencia desatada estaba muy loca, porque ni era para tanto.
Para el funcionario de la nueva gobernanza, la medida fue extrema porque los delincuentes andan detrás de otros objetivos. Eso debería decirlo a la familia del profesor y músico Juan Pablo Salas, quien falleció en los recientes hechos violentos en Loreto, por una bala perdida.
Pero, eso sí, presumió horondo que el 61 por ciento de los presidentes municipales, según la encuesta él mismo levantó cuando por teléfono les preguntó a los 58 alcaldes cómo se sentían, dijeron sentir que viven en Suiza.
Y es que tan bonito está todo que negó el hecho de que policías estatales anden de guaruras de nadie. Al único que resguardan, aseguró Adolfo Marín, es al inquilino de La Casa de los Perros, a nadie más.
Panistas
En el teatro “Ramón López Velarde” se reunió la crema y nata del Partido Acción Nacional (PAN) no sólo para escuchar a Verónica Alamillo rendir su informe de actividades al frente del Comité Directivo Estatal, sino, lo más importante, para elegir a los consejeros nacionales y estatales.
El mayor logro que presumió la panista durante su informe fue que se llevaron a cabo 29 asambleas municipales, en donde se eligió a los nuevos líderes que, desde el interior del estado, dicen, harán su mayor esfuerzo para sacar del ostracismo al blanquiazul en Zacatecas.
Y es que Verónica Alamillo dijo que, a diferencia “de los otros partidos” en donde “se dan hasta con la cazuela” en sus procesos internos, en el PAN todo resultó terso y armonioso. Pura alegría y felicidad.
Pero, la verdad, pocos eran los que querían escuchar las buenas intenciones de Verónica Alamillo, las ansias los carcomían porque la motivación era la elección de los cuatro consejeros nacionales y 80 estatales.
La selección estatal no llamó tanto la atención porque, de entrada, ocupan un lugar los diputados federales, los locales, los alcaldes y los dirigentes municipales.
La emoción estaba en la elección nacional, en donde quien ha tomado las riendas del partido, la diputada federal Noemí Luna Ayala, iba por todo, pero no contó con que en su camino se atravesaría Jaquelina Martínez Juárez, que a la hora de la hora resultó la mujer que más votos logró en la contienda.
A Laura Becerra Chiw, la consentida de Luna Ayala, y tesorera del Comité Estatal, si bien la Comisión Permanente le dio su aval con 10 votos, la militancia le dijo que no. A Noemí Luna le dio el gane la cúpula, con 22 votos.
Jacki Martínez no obtuvo ningún voto de los que parten y reparten el pastel, pero se llevó las palmas entre los “delegados numerarios” y se quedó con el primerísimo lugar. La militancia la consintió.
Por parte de los hombres, el diputado federal Miguel Ángel Varela Pinedo y Leonel Cordero Lerma se alzaron con el triunfo y representarán a Zacatecas en el Consejo Nacional que es en donde se toman las decisiones.
Ya llegó
Por fin, llegó a la Oficialía de Partes del Poder Legislativo de Zacatecas, la minuta de la reforma constitucional sobre la Guardia Nacional. La mandó, no tan rápido como se esperaba, la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.
Por el hecho se congratuló el presidente de la Mesa Directiva de la LXIV Legislatura, el morenista Ernesto González Romo, quien presumió el hecho en sus redes sociales. Y lo presume porque sabe que este será un trámite más y Zacatecas quedará bien con el líder de la fallida 4T, Andrés Manuel López Obrador.
Los diputados locales deberán estudiar para aprobar o no el hecho de que la Guardia Nacional quede adscrita a la Secretaría de la Defensa Nacional, y además, que se amplíe el periodo en que las autoridades militares pueden colaborar en materia de seguridad.
El camino de dicha minuta es corto y sencillo: primero se turnará a la asamblea para que sea de su conocimiento y la próxima semana, cuando tenga tiempo la corcholata Adán Augusto López, se discutirá y votará. Con mayoría simple pasará sin problema.
Morena no le puede decir que no a su caudillo. El PT y el Verde, tampoco. Y del PRI, pues qué podemos decir, ahí Alejandro Alito Moreno, que no quiere ser protagonista de La hora del jaguar, ya dio la orden y nadie puede repelar.
Así que el trámite está planchado.
Doble discurso
La diputada de Morena, Maribel Galván Jiménez, utilizó la Tribuna del Congreso del Estado para solicitar la comparecencia del titular de la Fiscalía Anticorrupción, Salvador Villa Almaraz. Dice la legisladora que es necesario informe los resultados de su trabajo.
La también coordinadora de la bancada guinda, esa misma que organizó una conferencia de prensa para, ante los zacatecanos, mentir sobre la presencia de la funcionaria de la nueva gobernanza, Maribel Villapando Haro, el día de su fallida comparecencia, ahora dice enarbolar la lucha contra la corrupción que “corroe la democracia y las instituciones”.
En su emotivo discurso, Maribel Galván recalcó que los actos de corrupción, que normalmente desde la visión de la 4T cometieron los de antes, los de hoy no, “provocan que la sociedad no tenga confianza en sus autoridades”.
En verdad la morenista, después del circo que armaron entorno a una funcionaria incapaz de rendir cuentas, los zacatecanos les creen siquiera un poquito que los de Morena no mienten, no engañan y menos traicionan, y que por lo tanto tienen la calidad moral para solicitar que alguien dé cuentas de su actuar.
Al parecer la fresnillense pasa por alto que mientras dure la 4T, eso de comparecer no es más que, como dice su líder, pura politiquería.
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