Breves Recetas de Economía. ¿Se imaginan un México-Zacatecas por Air France?

JAVIER LARA CABALLERO 

Toda política económica, independientemente del país que se trate o de la época que analicemos, tiene entre sus pilares, el de la promoción. Promover a un sector específico de la economía, significa potencializar a algunos, en detrimento de otros. Elegir, es al mismo tiempo, un acto de descartar, con sus consecuencias buenas y malas.  Es como la clásica analogía de la cobija, que nos enseña que, si nos tapamos la cara, nos destapamos los pies o al revés.

Pensemos por ejemplo cuando se tomó la decisión de regularizar los automóviles de procedencia extranjera -los autos chocolates-. Por un lado, esa decisión ha beneficiado a muchos usuarios mexicanos, pero al mismo tiempo, ha perjudicado a los vendedores de autos usados en nuestro país. La lógica nos diría que los cálculos de costo-beneficio se analizaron a detalle y por lo tanto, la decisión fue la mejor posible.

Tomando ello como referencia, es inevitable que le entremos a la discusión de lo que ha significado una de las grandes apuestas del gobierno en materia de infraestructura: la operación del Aeropuerto de Santa Lucía. Para nadie es un secreto que, hasta la fecha esa mega obra no ha cumplido con lo que de ella se esperaba. Basta un dato para ser enfáticos: desde su inauguración, el registro de visitantes al Museo del Mamut ha sido superior al número de pasajeros transportados en los aviones.

Ahora bien, como el objetivo seguirá siendo hasta lograr los niveles de operación esperados, se requiere tomar decisiones que, una vez puestas en marcha, podrán afectar a un sector de muestra economía, incentivando la participación de nuevos actores como podrían ser las líneas aéreas extranjeras.

Recientemente ha surgido el rumor de que algunos actores cercanos a la esfera del poder, están sugiriéndole al presidente, la aplicación de un modelo conocido como el “Cabotaje Aéreo”, que básicamente permitiría que líneas aéreas extranjeras pudiesen hacer uso del espacio aéreo mexicano a través de permisos de operación, lo que, de materializarse, permitiría teóricamente que una aerolínea como Lufthansa, Air France, Qatar Airlines, Delta, American Airlines o KLM, pudiesen volar desde el AIFA hacia Cancún, Acapulco, Monterrey, Guadalajara o por qué no, Zacatecas.

Evidentemente si esa idea prosperara, representaría un golpe severo a la industria aeronáutica nacional, ya que ahora Aeroméxico, Volaris o Viva Aerobús, tendrían que competir con esos gigantes de la aviación mundial: de ahí que el análisis que se haga desde el gobierno deberá considerar si en este caso específico no nos saldría el caldo más caro que las albóndigas.

Por una parte, sería benéfico en cuanto al cumplimiento del objetivo con el que se construyó el aeropuerto y ello significaría cumplir un objetivo de la política económica. Beneficiaria también a los consumidores, ya que la competencia terminaría por provocar una guerra de precios, y hasta de calidad ¿coinciden en que el servicio México-Zacatecas es cada vez peor? pero sin duda, estaría condenando al patíbulo a nuestra insípida industria aeronáutica nacional ya que no podría competir con los gigantes de la industria mundial. Todo se trata de decisiones y aquí tenemos un perfecto ejemplo que será muy interesante de observar.