Aborto, derecho “chueco”

RAÚL MANDUJANO SERRANO

El periodista sorbe su café matutino, mientras charla sobre la interrupción legal del embarazo, con la activista Esmeralda de Luna, dirigente de la organización “Mujeres Inquebrantables”. Le refiere que, para atender posibles casos, de acuerdo con la Secretaría de Salud federal, hasta finales del 2021, México tenía 21 mil 857 unidades de salud. Sólo 193 contaban con un consultorio de gineco obstetricia… sin especialista ginecobstetra.

Responde con claridad: El diagnóstico sobre las condiciones de las unidades médicas, su equipamiento y la necesidad de personal especializado para atender casos de aborto, le corresponde a la autoridad, pero ellas, “Mujeres Inquebrantables”, levantarán siempre la voz para invocar soluciones dignas. Esmeralda agregó que, la disminución de abortos y fallecimientos debe preverse desde el hogar, con una educación integral sobre la reproducción sexual. “Una mujer fortalecida en su mente, su autoestima y amor propio, ama de casa, empresaria o trabajadora, sabe guiar a sus hijos en temas de tabú social”.

¿Por qué tratar la interrupción legal del embarazo? –Pregunta el intransigente periodista- mire, el pasado 26 de septiembre se conmemoró el Día de Acción Global por un Aborto Legal y Seguro. ¡Es todo un fondo!, algo que va más allá de simples “vándalas encapuchadas”. En el Edomex aún se penaliza el aborto, y sólo por 4 causas no se criminaliza: la violación, el peligro de muerte de la madre, malformaciones genéticas graves y la no intencionalidad.

Ipas México, protectores de los derechos sexuales y reproductivos de la mujer, revelaron que la violencia de género es causa grave de embarazo en adolescentes. Verá, con datos del Subsistema de Información sobre Nacimientos, Ipas cita que, en el Estado, en 2019, se reportaron 237 mil 190 nacimientos; de ellos, 43 mil fueron de menores de 20 años. Y cheque esto: En 2017, ¡11 mil 794 niñas menores de 15 años dieron a luz!, y en el 45 por ciento de los casos, denunciaron que los responsables tenían entre 18 y 68 años. Es decir, no eran adolescentes teniendo relaciones con adolescentes, sino niñas abusadas por adultos. Entre 2002 y 2019, ocurrieron 2 mil 800 defunciones maternas, 310 eran adolescentes y 210 de estas muertes, sucedieron por abortos.

Es argumento de salud pública, de moralidades y pretextos. “¡Si, pero ¿ya viste cómo ‘pintarrajearon” la Cámara de Diputados?!” … “¡Y querían pintar también la catedral!”. “¡Eso aprenden en su casa!”, –Alega enfadada una amiga del escribano-. Lo cierto es que, mirar parcialmente estas cuestiones, no ayuda a la mujer. Y mientras esto sigue sin debatirse en el Congreso, el asesinato de niñas y adolescentes aumenta. En este 2022, léalo bien, han muerto 147, víctimas de violencia sexual. ¿Qué hacer? Legislar con seriedad. Esto ya dejó de ser un juego.

Colofón. -Alegoría sexual de una “piruja” en el Congreso  

La irreverencia del amanuense se queda corta ante la exhibición pornográfica de la “puta y prostituta” legisladora María Clemente –¡ella se etiquetó así! aclara el periodista-. Y es que, la mejor salida para un sector social discriminado siempre será su dizque “orgullo gay y trans”. Una población, a la que se niega el reconocimiento social, es porque ellos mismos se encasillaron en exhibicionismos sexuales. La diputada morenista, al publicar en sus redes su sicalíptica vida, denigra su representación pública (no su vida privada ¡ojo!), y mancilla el ejemplo que debe dar a la niñez mexicana y a sus compañeras, pero confirma que su elección fue un chiste, una mala broma. Como congresista no ha hecho nada, como “piruja” pues, cobra para “pasarla bien” … Hasta otro Sótano.

Twitter: @raulmanduj