La Casa de los Perros: Ken Salazar y los dos Zacatecas

CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ

El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, ignorando la alerta que el Departamento de Estado de su país emitió para no viajar a Zacatecas, se paseó de lo lindo en una capital en donde las calles por las que caminó fueron cerradas al tránsito peatonal y vehicular.

Rodeado de un impresionante cerco policial, que incluyó a integrantes de la Guardia Nacional y soldados vestidos de paisanos, el diplomático estadounidense se reunió con empresarios y hasta con el obispo Sigifredo Noriega Barceló.

También lo hizo con legisladores, pero lo que no le dijeron al visitante era que se trataba sólo de diputados afines a la nueva gobernanza. La oposición fue ignorada. De hecho, el diputado federal del Partido del Trabajo, Alfredo Femat Bañuelos, sí fue convidado, pero no la senadora y coordinadora de la bancada del partido de la estrella en la Cámara Alta, Geovanna Bañuelos de la Torre. Ella no les cae bien.

El escenario que le armaron al diplomático fue a modo. De hecho, los medios de comunicación que estuvieron presentes en la conferencia de prensa también fueron escogidos por la nueva gobernanza. Todo tenía que salir perfecto.

Aun así, fue el propio Ken Salazar quien aguó la fiesta al lanzar un tuit en el que recordaba que Zacatecas estaba en la lista de los estados a los que no se debía viajar “debido al aumento de la delincuencia”, ya que “sin seguridad no puede haber prosperidad y el apoyo a la inversión se desvanece”, tan sólo seis minutos después de que el inquilino de La Casa de los Perros presumiera en su perfil de Facebook, las fotografías de la anhelada visita.

Pero este pequeño detalle no amilanó el ánimo. Tan no lo hizo que el mismo cerco de seguridad se trasladó a Fresnillo, para que el católico embajador se diera su persignada en Plateros y, después, en Puebla del Palmar cenara con el clan: Ricardo, David y Saúl.

Pero no todos los eventos de esta visita estuvieron coordinados por la nueva gobernanza. Uno de ellos fue la reunión que Ken Salazar sostuvo con el Clúster Minero que preside Jaime Lomelín Guillén y dirige Sergio Flores.

Para esta reunión, que estuvo a cargo de Roger C. Rigaud, cónsul general de Estados Unidos en Monterrey, y que se llevó a cabo en las instalaciones de Quantum Ciudad del Conocimiento, hubo una petición expresa de los empresarios: no aceptaban la presencia de nada ni nadie que oliera al Gobierno del Estado. Y así fue.

El desayuno, en el que no faltaron la fruta, los huevos con papa, las espinacas, las verduras y los frijoles, duró una hora, la misma que Jaime Lomelín aprovechó para presentarle al embajador, los retos y objetivos del Clúster. El embajador lo escuchó con atención, pero al final lo atajó. Él quería escuchar su versión sobre el tema de la inseguridad.

Fue entonces cuando los invitados: Octavio Alvidrez, director de Fresnillo PLC; Sergio Sánchez, gerente se Orla Camino Rojo, y Abel Martínez, director de Newmont México, hablaron de sus experiencias sobre la inseguridad que viven en sus áreas de negocio.

Todos lo hicieron con libertad. La relación que los integrantes del Clúster tienen con el cónsul, que ha estados en varias ocasiones con los empresarios, les dio esa confianza para contarle a Ken Salazar cómo está el estado en realidad. Nada de cuentos chinos.

También emitieron su opinión Abel González, gerente de Capstone Copper Cozamin; Ignacio Castrejón, del Grupo Cavi, y Gundisalvo Ochoa, del Bufete de la Plata, siendo una queja recurrente de los asistentes la necesidad que tienen de pagar seguridad privada porque el estado no la otorga en los municipios en donde están establecidos.

Hubo quienes, sin miedo, le dejaron ver al embajador que de su visita se llevaría la versión de dos estados diferentes: el de los empresarios y la iglesia, y la versión “de los Monreal y los políticos”, porque mientras unos están solos y con miedo, hay otros rodeados de guaruras. Y claro, cada uno ve a un Zacatecas diferente.

Eso sí, también surgió la queja sobre el hecho de que Estados Unidos siguiera permitiendo la entrada de armas a México en total impunidad, lo que a la larga ha hecho más poderosos a los cárteles de la droga.

El embajador, tras escucharlos, les comentó que en Quintana Roo, los hoteleros se reúnen muy seguido con las autoridades gubernamentales para proponer estrategias contra la inseguridad. Les pidió que, por ser el sector más importante en Zacatecas, hicieran lo mismo. El murmullo que alcanzó a escuchar el diplomático refirió la cerrazón de la nueva gobernanza a entablar diálogo con los sectores de la sociedad. No hay ningún canal de comunicación.

De la reunión con los empresarios mineros, el visitante escribió que al “sector privado le afecta la seguridad y quiere ser parte de la solución. Es crucial la colaboración entre el sector privado y el gobierno estatal para que la gente en Zacatecas viva segura y en paz”. La bolita la lanzó, a ver quién la cacha.

Al final, la Embajada de Estados Unidos en México publicó un mensaje de Ken Salazar en el que reiteró su convencimiento de la seguridad compartida es tarea de todos. “Para alcanzarla es necesario fomentar el diálogo continuo y el trabajo coordinado con todos los sectores a nivel estatal porque cada uno de ellos conoce la situación y quiere ser parte de la solución”.

Porque, aunque exista la intención de permear entre la sociedad que la situación de inseguridad es sólo culpa de los medios de comunicación amarillistas, la verdad es que los números siguen sin favorecer del todo el discurso oficial.

Al llegar a su fin agosto, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, en su informe diario, deja ver que en agosto se tiene el registro de 103 homicidios dolosos, 16 menos que en julio, cuando se llegó a los 119 crímenes.

Si 16 menos ya es una señal de que vamos ganando al crimen organizado e inteligente, que así sea pues…

Porque, con visita diplomática y sin ella, los estados vecinos siguen quejándose de Zacatecas. Esta vez tocó al diputado local en San Luis Potosí, Salvador Isais Rodríguez, quien manifestó que “los hechos violentos” en Zacatecas hacen necesaria la presencia de más elementos policiacos y militares en la frontera “y que los ciudadanos potosinos tomen medidas de autocuidado para mantener a salvo su integridad”.

El legislador expresó que existe preocupación en los habitantes de municipios como Villa de Ramos y Salinas de Hidalgo, luego de que sus habitantes viajan muy seguido a Zacatecas a realizar compras, en busca de atención médica o hasta de paseo, pues les queda a 40 minutos, mientras que la capital potosina está a dos horas o más de distancia.

Por ello pide a las autoridades de Zacatecas que pongan “más atención a estos temas de seguridad, porque nuestros municipios están sufriendo las consecuencias”.

Nada de que la ley es la ley

Pese a la suspensión definitiva dictada por la juez del Segundo de Distrito en el Estado de Zacatecas, María Citlallic Vizcaya Zamudio, la empresa Don Bull Productions, de José Aguirre, Pedro Haces y el senador coahuilense Armando Guadiana Tijerina, con la venia del Gobierno del Estado, llevó a cabo una novillada el sábado y un rejoneo ayer domingo.

El desacato a una orden judicial federal fue además festejado por la diputada panista María del Mar de Ávila Ibargüengoytia, que hasta boletín de prensa emitió, y por el legislador de Movimiento Ciudadano, Enrique Laviada Cirerol.

Tanto este par de legisladores, como la nueva gobernanza bien pueden gritar que, en Zacatecas, nada de que la ley es la ley. Faltaba más.

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