Llega Bosque de la Esperanza a Zacatecas; estará en el Museo Intercativo Zig Zag

Zacatecas, Zac.- Creado con árboles bordados en tela de reuso, el Bosque de la Esperanza llegó hoy a Zacatecas gracias al esfuerzo de la Colectiva Zurciendo el Planeta, integrada por 183 mujeres de México, Latinoamérica y Europa.

Las bordadoras de la Colectiva hablan de la esperanza y del optimismo tenaz: una actitud proactiva que frente a los desesperanzadores datos climáticos nos anima a actuar para corregirlos.

El bosque fue creado originalmente como un acto de esperanza para animar a los negociadores y participantes de la conferencia climática de la ONU 2022 (COP26) a mantenerse firmes en las metas de justicia ambiental y bienestar colectivo.

La colectiva Zurciendo el Planeta busca generar acciones ciudadanas por la preservación de la vida y los ecosistemas de México y el mundo.

“La Colectiva busca concientizar sobre acciones urgentes ante las advertencias científicas sobre los efectos devastadores del cambio climático y la contaminación progresiva del planeta Tierra, pensando en todo lo positivo que traería la cooperación y colaboración mundial”, señala Carola Frías, una de las 183 bordadoras integrantes de Zurciendo el Planeta

El bosque viajó a la COP26 en Glasgow en noviembre de 2021 con la pancarta “Seamos como un bosque, prosperemos por el bien común”, para ser testigo de una conferencia climática  que decepcionó a la mayoría de los observadores.

“La propuesta de bordar un bosque para la COP26 surgió porque pensamos que para enfrentar la Crisis Climática quizás podríamos actuar como los bosques. En los árboles, encontramos verdaderos guardianes de sabiduría, ejemplos de solidaridad y comunidad. En el bosque, cada árbol se comunica con el resto creando redes de resistencia, protección mutua y sustento”, dice Eunice Méndez, cofundadora de la colectiva.

Los bosques, han sido de los ecosistemas más dañados en las últimas décadas, son además el único recurso seguro y probado para capturar el exceso de carbono en la atmósfera.

El bosque bordado mide más de 25 metros cuadrados en su totalidad.

El Bosque de la Esperanza estará en Zacatecas viajando de forma itinerante en varios municipios en espera de que la población de la entidad borde el árbol de su preferencia para que se sigan sembrando más árboles a esta creación colectiva.

En el Bosque de la Esperanza que el pueblo de Zacatecas podrá contemplar en el museo interactivo Zig Zag, los visitantes podrán leer testimonios de las bordadoras que creemos que juntas podemos hacer un mundo sustentable y sano.

Además, se ofrecerán talleres participativos y se tendrán espacios para que hombres, mujeres, niñas, niños y adolescentes sembremos juntos un árbol, hacer que nuestro bosque crezca al dar nuestras puntadas en telas de reuso.

El bosque nació con la pandemia

Durante la pandemia, para las bordadoras el proyecto fue una forma de estar conectadas, intercambiando saberes, dando a conocer sus preocupaciones ambientales y aprendiendo unas de otras formas de vivir de manera más sostenible en las ciudades.

En respuesta a la poca acción gubernamental en todo el mundo, la Colectiva Zurciendo el Planeta hace una llamado ameno, a través de este bosque, a cada persona para asumir su compromiso, como parte de un movimiento global, en favor del planeta y la naturaleza: en realidad se trata de salvaguardar la existencia de la humanidad en la Tierra.

La Colectiva invita a hacer cambios desde pequeñas acciones que se pueden generar en casa, como la instalación de baños secos, captación de agua de lluvia, la implementación de huertos familiares hasta la organización local para promover resultados más amplios que incidan en la vida comunitaria.

Dora Napolitano, co-fundadora de la colectiva agrega “Estamos viviendo tiempos muy difíciles con perspectivas oscuras, pero nuestras acciones hacen luz: cuantas más seamos bordando y actuando en nuestras comunidades, cuanta más esperanza tengamos, más fuerza existe para contagiar a otros, y solo así podremos crear el presente y futuro que deseamos”.

Al dar unas puntadas, los visitantes con su participación hacen crecer el bosque, así como urge su participación en los pequeños y grandes cambios en nuestras sociedades.

Después de la instalación en Zig Zag el Bosque de la Esperanza seguirá su recorrido por Querétaro y Saltillo, además de Argentina y Chile.

La colectiva mantiene una convocatoria abierta a todas y todos los que quieran sumar un árbol para que el bosque siga creciendo.

Algunas citas de las bordadoras:

“Cada puntada que di, cada tela que reutilicé, cada minuto que dediqué, fue la forma que encontré de creer y llenarme de esperanza de que SÍ podemos hacer algo por detener el daño que le hemos venido haciendo a nuestro planeta” (Pía Bravo Schilling, arquitecta, Chile).

“Sentir a tantas personas con el fin común de cuidar la naturaleza me da fuerza para seguir trabajando con acciones ecológicas y sustentables. Ya somos muchos solo falta acercarnos” (Ixko Miranda, bióloga, México).

“Las pequeñas acciones individuales por el planeta son importantes pero no son suficientes. Tenemos que empezar a formar parte de acciones colectivas políticas para expresar la urgencia con la que se tiene que actuar ante el cambio climático” (Melissa Veytia, emprendedora social, México).

LNY/Redacción