Consecuencias de guerra

GERARDO LUNA TUMOINE

Con el estallido las hostilidades entre Ucrania y Rusia y lo que está en juego es de alcance mundial. La invasión rusa es la mayor guerra en Europa desde la década de 1940, la primera de un gobierno elegido democráticamente contra un invasor extranjero. Una evaluación de la inteligencia estadounidense estima que un conflicto en toda regla prolongado y que abarque todo el territorio ucraniano podría provocar hasta 50.000 bajas civiles. Los refugiados, posiblemente millones, se desplazan en múltiples direcciones. Europa se arma hasta los dientes. China se hace de combustibles baratos y vería una oportunidad para apoderarse de Taiwán por la fuerza e Irán cambiaría sus intenciones nucleares. Está afectando a los mercados mundiales, disparando los precios de la energía, las materias primas, los productos básicos.

Rusia y Ucrania representan un espeluznante 29 % del suministro mundial de trigo. Un conflicto prolongado en el granero de Europa hará reverberar el mundo. Ahora que el Kremlin ha soltado a sus mastines de guerra, ¿Cuáles serán las consecuencias económicas, políticas y militares?

La guerra es como una sanguijuela. Comienza cuando los gobiernos creen que el precio de la hostilidad es asequible. El objetivo supremo de Rusia en Ucrania es desconectar el país de occidente, un objetivo que podría tomar muchas formas, como cambio de régimen, federalización, secesión o incluso una rendición negociada.

Si Rusia gana y obtiene el control de Ucrania, y aún no sabemos qué pasará, pero si ganará y estabilizará el país a gran escala, el cálculo geopolítico cambiaría por completo. Nada sería como antes, Europa tendría que repensar sus arreglos de seguridad. Se elaborarían nuevas doctrinas restringiendo la seguridad colectiva a los miembros centrales de la UE y la OTAN. Cualquiera fuera del club deberá valerse por sí mismo. Finlandia y Suecia tienen auténticas razones para unirse a la OTAN y las opiniones públicas parecen llevarlos a los brazos de la OTAN.

Pero aparte de estas dos naciones, tanto la UE como la OTAN probablemente detendrían sus programas de expansión para nuevos miembros. Europa impulsaría la defensa dentro de sus fronteras, pero no más allá. Mientras tanto, la mano de Rusia sobre Ucrania, y por extensión Bielorrusia, se vería como un peligro de seguridad para sus vecinos.

Un gran frente de inseguridad, un nuevo telón de acero se extendería desde Estonia, Polonia, Rumanía hasta Turquía. Por supuesto, Europa rechazaría al nuevo gobierno respaldado por Rusia en Kiev, pero sería una situación parecida a Bielorrusia. Los europeos no sabrían qué hacer con un gobierno prorruso en Ucrania. Sin embargo, irónicamente, al atacar a Ucrania, Rusia le ha regalado a la OTAN una nueva justificación a su existencia.

Los Estados Unidos están jugando un papel indispensable en esa transición, tanto es así, que Washington aún puede pivotar hacia Europa nuevamente. Fortalecer a la OTAN sería el medio para proporcionar garantías de seguridad en Europa y disuadir a Rusia de más invasiones. La OTAN volvería a sus raíces. No más expansión de la democracia o apuntalamiento de naciones; sino una alianza militar directa como así era su propósito.

Sin embargo, mientras Washington y Moscú vuelven a posicionarse como enemigos acérrimos, las hostilidades sólo deben llegar hasta cierto umbral. Como potencias nucleares incuestionables, el Kremlin y la Casa Blanca, tendrán que mantener su furia bajo control, por lo que, en lugar de un intercambio balístico, una guerra económica de desgaste sería la consecuencia más perentoria. Las sanciones dañarán a Rusia, pero el Kremlin podría sobrevivir a las consecuencias económicas inmediatas.

En un momento en que el precio de los alimentos ya está aumentando debido a las cadenas de suministros, una guerra prolongada en Ucrania dispararía los precios en algunos países, la seguridad alimentaria se vería gravemente en riesgo. En general, las ramificaciones globales de un conflicto sostenido en Ucrania son extensas.

A veces, sin mucha consideración, los gobiernos siguen un camino ciegamente, creando consecuencias no deseadas que persiguen a las naciones incesantemente a través de los años. En última instancia, sin lograr nada de valor y sin dar un respiro para tomar perspectiva.

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