La Casa de los Perros: La vulgar y ambiciosa elección interna de Morena

CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ

Las corcholatas de Andrés Manuel López Obrador, a las que ya integraron formalmente al zacatecano Ricardo Monreal Ávila, serán las que tendrán en sus manos la decisión de quiénes se quedarán a cargo de los órganos de mando de Morena. Y dicen que, de paso, también de las delegaciones estatales del Bienestar.

El operativo para ganar de manera holgada la presidencia de la República en el 2024 no admite errores. Y para ello necesitan que el entramado electoral que ha conformado López Obrador, a través de las dádivas electoreras que reparte en todo el país disfrazadas de apoyos del bienestar, este no sólo aceitado, sino convencido de que la 4T deberá ganar sí o sí y sea como sea.

Mario Delgado ya se ha decantado (aunque quiera aparentar que no) por Claudia Sheinbaum, y por eso moverá los hilos de Morena en todo el país colocando a los incondicionales que le ayuden a que sea ella la que mejor salga en las encuestas patito que organiza este partido.

En Zacatecas, como en todo el país, se corre el riesgo de que las bien aprendidas prácticas priistas del acarreo, el mapacheo y la operación tamal hagan su entrada triunfal, con el riesgo de que las asambleas electivas, en las que podrán participar todos los que se registren como adoradores de Morena, terminen tronadas como ejotes en comal, una a una.

De suceder esto, a Mario Delgado no le quedará de otra que designar delegados especiales, como ya lo ha hecho, y con ello tener en sus manos todo el proceso de selección de candidatos.

En el estado se espera que acudan con sus huestes todos los grupúsculos, llamados tribus en el PRD, que se han formado en Morena. Ahí estará la gente de Catalina Monreal, de Luis El Oso Medina, de Ulises Mejía Haro, de Omar Carrera, de Saúl Monreal, además de los resentidos con la nueva gobernanza, los que obedecen a Verónica “N”, los que compran en Soriana en Julio, y hasta los que acompañan a Javier Calzada. También podrían llegar priistas, panistas y algunos de Movimiento Ciudadano que quieran hacer la malobra.

La lucha será encarnizada y muchos trapitos saldrán para ser oreados al sol. Será una elección interna con el sello característico de Morena: desordenada, ambiciosa y vulgar.

Muchos que juraron no volver a participar en ningún acto de Morena, hoy se manifiestan más puestos que un calcetín. Quieren, han dicho, hacerle ver su suerte a Verónica “D” y por conseguirlo entrarán a los catorrazos.

Saben que, en el bunker de Claudia Sheinbaum, la hoy delegada del Bienestar no es bien vista. Los resultados que entregó en Palacio Nacional luego de la consulta sobre la revocación del mandato fueron el vivo retrato del fracaso. Y ni se diga de la bajísima aceptación que López Obrador tiene en Zacatecas. Un trabajo malo tiene como resultado pésimas consecuencias.

Por ello, los detractores de Verónica “D” entienden que, si de la elección interna de Morena se tienen que agarrar, pues que sea lo que Dios quiera.

Saúl Monreal sabe que de su participación en esta elección depende su candidatura al Senado, como también el que su hermano Ricardo Monreal se haga de canicas para la negociación futura.

Aparece también el consentido de la jefa de gobierno, el exalcalde de Zacatecas Ulises Mejía Haro, quien espera renacer cual Ave Fénix de esta aventura.

Los históricos también se presentarán, pero justamente como eso, como quien ya hizo historia y es mejor que se regresen a sus casas o al café a platicar anécdotas.

Por lo pronto, Fernando Arteaga Gaytán, supuestamente dirigente estatal de Morena, a quien durante la campaña electoral pasada borraron del mapa, humillaron y trataron como estorbo, anunció que se han ampliado las sedes para recibir las boletas de afiliación, así como los centros de votación en los cuatro distritos federales electorales de Jerez, Zacatecas, Fresnillo y Guadalupe.

El proceso ha iniciado y estamos por ver una nueva telenovela al puro estilo de Morena.

Es lo normal

Para el obispo de la Diócesis de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló, quien fuera retenido en uno de los tantos retenes que los integrantes del crimen organizado instalan con total impunidad en las carreteras de todo el estado, “los hechos están sobre los discursos”.

Luego del susto, y de que, a diferencia de otros no se quedó callado, Sigifredo Noriega aprovechó las exigencias de la Iglesia Católica, tras la ejecución de dos sacerdotes jesuitas, para unirse desde Zacatecas y dejar en claro la inmensa tristeza que le produce, dijo, la cerrazón de Andrés Manuel López Obrador al no querer moverle, como es costumbre de la 4T, ni un punto ni una coma a la estrategia de seguridad.

Y así, mientras el presidente se mostró más preocupado por defender a “su pobre hijo” de las burlas y memes que produjeron su sobrepeso –esa enfermedad que antes tanto criticó el mismo López Obrador y que dijo era producto de “andar comiendo” Sabritas, Gansitos y jugos Jumex–, los hechos violentos siguieron y siguieron a lo largo y ancho del país.

Pero en Palacio Nacional son otras las prioridades. Eso ya lo hemos padecido durante cuatro largos años.

De ahí la insistencia del obispo de Zacatecas de que, de una buena vez, se reconozca lo que sucede y que ello lleve a un cambio de estrategia “porque esto se nos está yendo de las manos y no sabemos cómo va a terminar”.

Por lo pronto, la recomendación es cuidarse, porque no sólo a Sigifredo Noriega le pasó. Resulta que, al cardenal de Guadalajara, José Francisco Robles Ortega, también lo interceptaron en un retén en la zona norte de Jalisco, por el rumbo de Huejuquilla El Alto.

Robles Ortega alertó sobre el hecho de que los mexicanos “nos estamos acostumbrando… eso es como lo más normal y lo más natural. Eso es lo ordinario, no es la primera vez que me pasa, ya he ido para esos rumbos y están establecidos esos retenes ahí, con armas gruesas, con armas largas. Dos retenes en el mismo trayecto”.

Además de que reveló que “el narco” debe autorizar las fiestas patronales y las autoridades locales se tienen que “reportar” con el 50% de lo recaudado. Vaya, vaya…

Se acabó lo que se vendía

Según el Decreto 153, publicado en el Periódico Oficial del Gobierno del Estado, Ma. de la Luz Domínguez Campos fue nombrada titular de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Zacatecas (CDHEZ) para un segundo periodo de tres años comprendido del 25 de junio de 2019 al 25 de junio de 2022.

Así, desde el sábado pasado, y luego de que los diputados integrantes de la LXIV Legislatura no pudieron sacar el dictamen “en tiempo y forma” para que se votara en el pleno, la CDHEZ se quedó sin titular elegido como debe de ser.

Ante el vacío provocado por los legisladores locales, preocupados sólo por la sentencia de la Sala Regional Monterrey del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), sobre los cargos y las oficinas que tanto pelean, quedará al cargo, como lo señala el Reglamento Interno de dicha Comisión, en su Artículo 38, la secretaria ejecutiva, Nancy Trejo.

Esta mujer se encargará del despacho, sólo Obama sabe hasta cuando, porque el jueves 30 de junio concluye el Período Ordinario de Sesiones; entra en funciones la Comisión Permanente, y no es hasta el 7 de septiembre cuando otra vez la totalidad de los diputados regresarían a trabajar.

Claro que cabe la posibilidad de que llamen a un periodo extraordinario para liquidar este pendiente, así como el del titular del Órgano de Control Interno.

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