La Casa de los Perros: La triste historia de la bancada oficialista en Zacatecas

CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ

Extraviados se encuentra los diputados de la fracción de Morena en la LXIV Legislatura. El golpazo que recibieron nada menos que de dos morenistas los hizo ver su triste realidad y, simple y sencillamente, no lo pueden asimilar.

Como gorda en tobogán, y sin medir las consecuencias, algo que hacen bien seguido los guindas, decidieron de manera unilateral tomar venganza, práctica común en la 4T, y lanzarse en contra de los intereses de la diputada de Acción Nacional, Karla Valdez Espinoza.

Siete legisladores: la líderesa Maribel Galván Jiménez, y sus subordinados Armando Delgadillo Ruvalcaba, Analí Infante Morales, Violeta Cerrillo Ortiz y Sergio Ortega Rodríguez, además de los agregados culturales de las bancadas del Partido Encuentro Solidario, Roxana Muñoz González, y del Verde Ecologista, Nieves Medellín Medellín, muy anchos intentaron subir a Tribuna, sendas iniciativas para cesar de la manera fulminante a la hermana de la panista, Laura Anahí Valdez Espinoza, y a Jesús Francisco Espinoza Marco.

La acusación en contra de este par de trabajadores del Poder Legislativo es que recibieron su base teniendo sólo un día de antigüedad, además de que los honestísimos legisladores de Morena dijeron que ambos empleados incurren en conflicto de interés y nepotismo.

Además, requerían que la Dirección Jurídica y Asuntos Parlamentarios le hiciera a la Sherlock Holmes y, de inmediato, se pusiera a investigar qué en común tiene otro empleado, Héctor Miguel Santos Espinoza, y la misma diputada de Sombrerete.

Pero el gusto de subir a Tribuna y lanzarse en contra de Karla Valdez les duró muy poco. Olvidaron que ellos no se mandan solos, que sus destinos no los deciden ellos. Que todos son solamente unas piezas en el ajedrez de quien los puso en esa curul, aunque ellos, ilusamente, crean que fue el pueblo bueno y sabio.

De La Casa de los Perros recibieron la orden de bajarle tres rayitas a su histeria, luego de que en la Junta de Coordinación Política (Jucopo), había quienes también solicitaban llevar al pleno una solicitud similar de despido, la de Adrián Pinedo Morales, sí, adivinó Usted, hermano de secretaria General de Gobierno, Gabriela Pinedo Morales, que hizo más o menos lo mismo que Karla Valdez cuando fue diputada.

Y como esas prácticas de dar empleo a los parientes es cosa de todos los días, no sólo en el Poder Legislativo, sino en la nueva gobernanza, amablemente les pidieron a los creativos legisladores de Morena que mejor se pusieran a hacer algo más productivo por la vida, en lugar de andar queriendo cobrar revanchas sin medirle el agua a los camotes.

Bien dicen por ahí que para tener la lengua larga hay que tener la cola muy corta.

Equilibrio salarial

Y como los de Morena en la LXIV Legislatura no están en sus mejores días, recibieron otro revés. Resulta que cuando las diputadas Imelda Mauricio Esparza y Priscila Benítez Sánchez decidieron no seguir sometidas a la voluntad de Verónica “D”, conocida como la innombrable, y dejar por la paz a la bancada oficial, sus excompañeros se lanzaron con todo en contra de ellas. En especial de Benítez Sánchez, a quien quisieron achacar el bajón de sueldo que sufrieron 41 trabajadores del Congreso del Estado.

Ella, con su salida de la bancada guinda, logró su sueño adorado, ser la presidenta de la Comisión de Planeación, Patrimonio y Finanzas (PPF), la cosa es que tomaría posesión del cargo hasta el 1 de mayo, cuando la decisión de buscar un equilibrio salarial ya se había tomado.

Por eso, y como para menguar un poco el ánimo, Armando Delgadillo Ruvalcaba, en Asuntos Generales, decidió “aclaró” que la idea de reducir el sueldo a los trabajadores fue aprobada por todos los diputados para “eliminar los vicios al interior del Poder Legislativo”. Porque eso de que 39 trabajadores recibieran un sueldo de 50 mil pesos, más su basificación ipso facto, sí es muy, pero muy sospechoso.

Ya entrado en aclaraciones recordó al respetable que, además, la presidencia de la PPF estuvo en sus manos dos meses, pero que quien estuvo sentada en ese lugar seis fue nada menos que su compañera Roxana Muñoz, morenista de corazón, pero pesista por interés.

Para concluir con su brillante intervención, el de Nochistlán se desgarró las vestiduras y dijo que hoy los diputados tienen la oportunidad “única e histórica de poder dejar huella en la historia de nuestra patria, no seamos más de lo mismo”. ¡Ámonos!

Adiós a la bancada

Y para terminar con la triste historia llamada Bancada Oficialista, llegó otro, sí, otro revés para los pupilos de Verónica “D”.

Resulta que, ante tanta petición de Nicolás Castañeda Tejeda, dirigente estatal del Partido Encuentro Solidario Zacatecas, de que la fracción parlamentaria de dos diputadas del PES fuera eliminada de la faz de la tierra, por fin, y aprovechando en vendaval, la Jucopo emitió un Punto de Acuerdo para que el lugar que hoy ocupa en esa mesa VIP dicha bancada se vaya de paseo.

Esta situación obviamente no le gustó nadita a Zulema Santacruz Márquez, que a partir de la próxima semana pasaría a ser diputada sin partido, mientras que Roxana Muñoz tendría que regresar al redil de Morena.

Ante lo inminente, el hermano de la diputada Zulema, Néstor Santacruz Márquez, comenzó a operar para que esto no suceda y por eso, cuando se supone debería estar trabajando en la Seduvot, en donde negoció recibir su hueso y ser nombrado subsecretario de Vivienda, llegó al Congreso, dijeron algunos diputados, a hacer promesas de recibir apoyos para los municipios que representan a cambio de mandar a volar esa solicitud que ya también se paseó por el Tribunal de Justicia Electoral.

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