La Casa de los Perros: Tristeza por el atropello, pero con la frente en alto…

CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ

Jorge Luis es un maestro de Telesecundaria. Hoy ya está jubilado. Durante años, mientras se encontró activo, el gobierno puntualmente le descontó una parte de su salario para que después, cuando llegara el momento de su retiro, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales del Estado de Zacatecas (Issstezac) le pagara, también puntualmente, su pensión.

A unos días de que concluya este 2021, Jorge Luis cumple tres meses y 21 días sin recibir el pago de su pensión la que, aunque a algunos no les parezca, es el sustento de su familia y de él mismo.

Jorge Luis vio pasar a lo largo de su carrera como maestro, fácil, seis gobernadores: Genaro Borrego Estrada, Arturo Romo, Ricardo Monreal Ávila, Amalia García Medina, Miguel Alonso Reyes y Alejandro Tello Cristerna. Y todo bien. Pero bastó que llegara un nuevo inquilino a La Casa de los Perros para que su vida diera un vuelco.

David Monreal Ávila, con la promesa bajo el brazo de ser el mejor gobernador de la historia, se instaló en la finca de la Plaza de Armas y dio una orden: no se pagan pensiones. Por eso Jorge Luis, desde el 15 de septiembre, cuando en Palacio de Gobierno festejaban en cena fifí la Independencia de México, él dejó de recibir su pago.

La necesidad de no poder llevar el chivo a su hogar lo obligó a salir a las calles y tomar oficinas administrativas para exigir su pago. Su derecho. Con sus compañeros jubilados, todos en la misma situación, y tras largas horas sin que nadie les diera una respuesta. Jorge Luis y sus compañeros llegaron a una conclusión: no llegaba el pago porque el gobernador no había designado al nuevo director del Issstezac. Sin firma autorizada no hay dispersión de recursos, les dijeron. Y lo creyeron.

Pero comenzó a circular la versión, en boca del propio gobernador, de que no había dinero. “No hay, no hay, no hay” escucharon una y otra vez a David Monreal emular al célebre personaje de Héctor Suárez.

Pero eso era mentira, mentira, mentira. El exdirector del Issstezac, Marco Vinicio Flores Guerrero, demostró que dinero, vaya, dinero sí había, y el suficiente para no tener en la calle como pordioseros a los jubilados y pensionados.

Pero quien lo repitiera, de inmediato, se convertía en enemigo de la transformación. En neoliberal clasemediero aspiracionista que no quiere el bien del país. Faltaba más.

El 6 de octubre, 25 días después de que la nueva gobernanza se instalara en Zacatecas llegó un nuevo director: José Ignacio Sánchez González, quien públicamente recibió la instrucción de quien hoy manda en la entidad: “no vamos a pagar ni una sola pensión más allá de 60 mil pesos porque vamos a revisar profundamente porque hay muchas irregularidades”.

Y la sentencia se cumplió. La nueva gobernanza, esa que ampara sus actos en las ideas de la 4T que lidera Andrés Manuel López Obrador, pagó a la mayoría de los jubilados y pensionados, pero dejó a un lado a 115 maestros cuya pensión es superior a los 50 mil pesos mensuales.

Todos lo saben ahora, prepararse, estudiar, leer, viajar son cosas del diablo, y por ello no son razón suficiente para buscar un mejor salario. Un mejor pago al esfuerzo. No. Aquí todos tienen que ganar poco para que, desgraciadamente, gasten poco. Un círculo vicioso que tiene a Zacatecas en esta isla de miseria y malaventura.

Ganar bien, tener una buena casa, estrenar un auto nuevo, pasear con la familia en una playa, viajar al extranjero, ¡Por Dios!, esas son ambiciones que envenenan el alma.

Ya para este momento, Jorge Luis está desesperado y el 20 de octubre exige, ya no desde la calle, sino a través de un documento, que le paguen su dinero. La Junta Directiva del Issstezac le responde con el oficio REF. J.D.1. 006/2021, fechado el 4 de noviembre de 2021 que, a través del Acuerdo 1252/062/2021 JDI se aprobó la propuesta de José Ignacio Sánchez González de que se lleve a cabo un nuevo cálculo de las pensiones que disminuye en un 30 por ciento sus percepciones. ¿Y los derechos adquiridos? Ja, ja, ja…

Así, para los jubilados y pensiones dorados, como los califica David Monreal Ávila, hay sólo dos opciones: firmar la aceptación de dicho cálculo para que el pago llegue de inmediato, porque para esto sí hay, sí hay, sí hay; o acudir a las instancias jurisdiccionales para ejercitar las acciones que consideren pertinentes.

La medida, le recuerdan a Jorge Luis, fue aprobada por mayoría de votos.

Los jubilados y pensionados afectados por la 4T encaran con su exigencia al gobernador y al director del Issstezac que les dan largas. También enfrentan a Verónica Ivett Hernández López de Lara, secretaria de Administración y presidenta de la Junta Directiva. Pero nada. Ella se esconde en la oficina del que manda en el Issstezac hasta que alguien llega a su rescate.

Hoy, ante la presión de no poder llevar la pensión al hogar para subsistir –porque sólo disfruta una vida holgada quienes no gastan ni en chicles–, 41 jubilados y pensionados han desistido de la lucha. Han firmado y, con ello, aceptaron desistir a la idea de emprender una acción legal en contra de la nueva gobernanza.

Ya quedan pocos en la lucha. Los mismos que se manifestaron el pasado 2 de diciembre en el Congreso del Estado, cuando el secretario de Finanzas, Ricardo Olivares Sánchez, comparecía ante diputados. Jorge Luis y sus compañeros recibieron ahí el desprecio de los legisladores de Morena, del PT, del Verde Ecologista, de Nueva Alianza y de Encuentro Solidario. Pidieron que las puertas de la casa del pueblo se cerraran a los manifestantes. Los interrumpían.

La protesta consiguió una nueva reunión, el 3 de diciembre, en donde José Ignacio Sánchez González les dijo que sólo se pagará a quienes ganen el juicio porque no quiere cargar acuestas con una responsabilidad ante la Auditoría Superior del Estado.

Mientras tanto, la 4T en Zacatecas emprende una campaña para culpar a los jubilados y pensionados del quebranto del Issstezac, y Genaro Borrego Estrada, Arturo Romo, Ricardo Monreal Ávila, Amalia García Medina, Miguel Alonso Reyes y Alejandro Tello Cristerna viven plácidamente sin que nadie los toque ni con el pétalo de una rosa. Porque sus erróneas decisiones no ameritan ni siquiera un señalamiento, menos un castigo.

Un diputado le dijo a Jorge Luis y sus compañeros que el Poder Legislativo “no es la ventanilla en la que podrán resolver sus problemas”, y por ello ya presentaron un amparo colectivo ante el Juez de Distrito; ya fueron a la Comisión de Derechos Humanos, ya interpusieron una demanda ante el Tribunal de Justicia Administrativa.

Además, también estuvieron el 13 de octubre en la Fiscalía General del Estado en donde interpusieron una demanda, y el 14 de octubre, hicieron lo propio en la Secretaría de la Función Pública.

El 24 de octubre, vía Internet, enviaron además un escrito a la Comisión Nacional de Derechos Humanos.

El 1 de diciembre se presentaron al Centro de Conciliación Laboral a una audiencia a la que el Issstezac llegó sin propuesta alguna- Se dirigieron, otra vez, a la Fiscalía a ampliar su demanda porque desde la nueva gobernanza publicaron sus datos personales sin autorización.

Los 115 jubilados que han sido perjudicados dicen Jorge Luis y sus compañeros, “por órdenes de David Monreal Ávila”, recuerdan a los zacatecanos que se ganaron su pensión al participar en programas de ascenso de promoción horizontal y vertical. También, para que no se olvide, cumplieron con el pago de sus cuotas toda su vida laboral. Consumaron los años de servicio y, algunos, muchos más, porque nadie cotizó menos de 30 años.

Hoy a casi tres meses de que la nueva gobernanza hiciera su arribo a Zacatecas, Jorge Luis y sus compañeros exigen no sólo que se detenga el linchamiento social y mediático del que son objeto, sino que, de una vez por todas, les paguen su pensión. Esa que se ganaron, les guste a algunos, o no, con su trabajo.

Jorge Luis Esparza González firma su comunicado “con la tristeza de tanto atropello, pero con la frente en alto”.

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