La Casa de los Perros: La palabra empeñada. La palabra pisoteada

CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ

La secretaria de la Función Pública, Humbelina López Loera, durante el proceso de entrega-recepción que ayer se dio por concluido, no sólo se limitó a señalar que la anterior administración gubernamental de Alejandro Tello Cristerna, esa que navegó con la bandera de la honestidad en todo lo alto, acumula 639 presuntas anomalías. 240 graves y 399 no graves.

También le pasó la estafeta al auditor superior del estado, Raúl Brito Berumen. Todo queda en sus manos, le dijo la secretaria. Ahora toca a la ASE proceder con las indagatorias e iniciar los procedimientos de responsabilidad resarcitorias.

Pero Humbelina López no se quedó ahí. A las extitulares de la Función Pública, Paula Rey Ortiz Medina y Gabriela Rodríguez, les enviaron ya la respectiva notificación del informe de presuntas responsabilidades administrativas. Ellas, por omisión, habrían dejado pasar los presuntos actos de corrupción. Se quedaron calladas. Obedecían a su jefe.

Y quienes igualmente estarían involucrados por actuar como presuntas tapaderas son las exsubsecretarias de Responsabilidades, América Selene Dávila y Sonia González Luna. Y también, los exdirectores Silvia Karina y Ramiro Piedra.

Humbelina López ha dicho que será implacable. No protegerá a nadie ni pasará por alto una sola violación a la ley. Por nada del mundo solapará a funcionarios de la administración de Alejandro Tello. Y no dejará títere sin cabeza cuando se trate de aquellos que ocuparon un quinquenio en hacerse cómplices de las irregularidades cometidas en el periodo del exgobernador Miguel Alonso Reyes.

Así, la promesa de este nuevo gobierno es ir con todo para, en algo, aliviar a los zacatecanos de lo que implicaron los presuntos desfalcos con afectación al erario. Millones, fueron millones de pesos los que ya no se podrán recuperar porque bajo las órdenes de quien hoy vive plácidamente en el extranjero se dejó pasar el tiempo hasta que los actos de corrupción prescribieron.

Esos son amigo, no vaciladas.

La Comisión de Recepción encontró en sus indagatorias que Alejandro Tello se sirvió con la cuchara grande sobre todo en el SEDIF, que manejaba a su antojo su esposa Cristina Rodríguez Pacheco. Ahí hubo, dijo Ángel Manuel Muñoz Muro, un uso desmedido de recursos públicos. Pero también en Seduvot, en donde el descuido en el manejo del dinero del pueblo fue superior.

Y ni hablar de que en cuatro de las secretarías más importantes se otorgaron préstamos por más de 367 millones de pesos que, obviamente, nunca se pagaron. Alejandro Tello y su equipo tenían su propio Banco del Bienestar. Y eran felices, felices. Ahorraban para el futuro.

De hecho, dijo Humbelina López, ninguna, pero ninguna de las dependencias centralizadas y descentralizadas se salva de tener una observación. Hasta se detectó un saqueo hormiga en gasolina. Como quien dice, poco a poquito hicieron su vaquita hasta sumar más de tres millones de pesos sólo en unas semanas.

Ni la pandemia los detuvo.

Y sigue la mata dando

Pareciera que el deporte favorito de la nueva gobernanza es dedicar su día a día a abrir frentes. No les basta con el maltrato a los jubilados y pensionados; los insultos y agravios a los burócratas; la falta de tacto para tratar con los taxistas. No.

Tampoco pareciera hacerles mella el desorden que han provocado al interior de la LXIV Legislatura, en donde ha quedado la evidencia de que el diálogo, la conciliación y el hacer política no es lo suyo.

Menos parece interesarles lo que suceda en los municipios, en donde no hay acercamiento con los alcaldes después de que los quisieran obligar a ceder a sabrá Dios quien los nombramientos de Seguridad Pública y Desarrollo Social.

Ahora, a chaleco, y con la ayuda de los diputados aliados, esos mismos que ayer juraron por los clavos de Cristo que el Paquete Económico 2022 es lo máximo del mundo mundial, les aplicarán una Ley de Hacienda Municipal para la que nunca, pero nunca, siquiera les consultaron.

Esta 4T, con su nueva gobernanza en Zacatecas, demuestra que lo de ellos es el autoritarismo, la política del avestruz y, lo peor y más vergonzante: el incumplimiento de los acuerdos.

En política lo más importante es la palabra. Esa que se empeña y que habla de honorabilidad, decencia y nobleza. Un político, o quien diga serlo, no puede andar por el mundo pisoteando sus propios compromisos. Eso sí da pena ajena.

Esta nueva gobernanza, término que ya cayó en el choteo porque no entendieron que eso que presumen trata de una nueva manera de gobernar colaborativamente y no de sobajar, humillar, atacar, agredir y asaltar al prójimo, inocentemente cree que, a un político con el colmillo del presidente del Tribunal Suprior de Justicia, Arturo Nahle García, lo van a callar acusándolo de violencia política de género por “insultar” a una imaginaria “mecanógrafa pendeja». ¡Por favor!

El discurso de la titular de la Secretaría de la Mujer, Zaira Villagrana, al señalar como “inadmisible” el que Nahle García “insultara la dignidad de una mujer” en una entrevista en la que se limitó a decir que alguien cometió un error al transcribir las indicaciones del inquilino de La Casa de los Perros, termina por insultar la inteligencia de las propias mujeres y de los hombres. Y de todos.

Un gobierno que llegó al poder tras una campaña electoral en la que sí insultaron a las mujeres y hasta las manosearon no puede erigirse ahora como la luz en el camino. Esta nueva gobernanza no puede alegar que Arturo Nahle comete violencia política de género cuando parece siguen sin entender qué es eso y cómo se come.

Esta administración no puede rasgarse las vestiduras para defender a las mujeres cuando en el mismo Presupuesto de Egresos que entregó a los diputados, resulta más que evidente que las mujeres poco les importa. Olvidar un presupuesto superior a los 50 millones de pesos, para reducirlo a 38 millones de pesos es lo que en realidad a la secretaria de la Mujer debería preocupar e indignar.

A Arturo Nahle ya le cayó el veinte que los mensajes entrelíneas no los entienden en la acera de enfrente. Además, con el mensaje de la secretaria de las Mujeres le hacen saber que en la nueva gobernanza sí quieren pleito entre Poderes. Vaya locura.

Y además hacen saber que él, para evitar malentendidos, mejor se limite a dar el nombre y apellido de aquel que cometió el error, o el horror, de pisotear un acuerdo. Sea quien sea. Hombre o mujer.

Arturo Nahle, por lo pronto, ya solicitó cita con Zaira Villagrana. El titular del Poder Judicial le ha enviado el mensaje respectivo a la flamante funcionaria para que ella proceda a dar el nombre de la mujer a la que debe pedir una disculpa pública. La atención se hizo ayer. Y no sólo vía Tuit.

Pero la verdad, después de este nuevo espectáculo, en muchos queda la duda: ¿Será que sí existe esa mecanógrafa que con mala fe y dolo que hace y deshace a su antojo mientras se pinta las uñas y que la nueva gobernanza como animal en celo tiene que salir a defender? Bien raro.

Nos vemos el lunes…

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