La Casa de los Perros: ¡Albricias! Llegarán 460 elementos a reforzar seguridad de Zacatecas

CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ

En el fondo, muy en el fondo del corazón de los zacatecanos, de todos, hasta los que sienten que son un “cero la izquierda”, la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador sí levantó un halo de esperanza. No hay que negarlo.

Lo triste es que, al final, y para no variar, la manipulación de cifras que acostumbran a realizar como su deporte favorito los de la 4T se hizo presente. Así como ese mundo ideal en el que según sus datos todo es maravilloso.

Por ejemplo, los amanuenses a sueldo en sus sueños guajiros contaron que “tres mil 600 efectivos militares y tres helicópteros artillados llegan a combatir al crimen organizado a Zacatecas”.

No, Zacatecas no avanzará contando cuentos chinos intentando que el mundo ideal que pintaron todos y cada uno de los secretarios de Estado se convierta por arte de magia en una realidad.

El secretario de la Defensa Nacional, Luis Crescencio Sandoval, lo dijo claro y fuerte: Zacatecas se dividirá en tres áreas: el centro, que tendrá la mayor cantidad de efectivos con mil 940 hombres; el norte, con 804, y el sur, con mil 104. Un total de tres mil 848 efectivos.

Pero, no quiere decir que esos tres mil 848 elementos los veremos en un convoy apantallante avanzar por las carreteras y calles de Zacatecas. No. Hoy Sedena mantiene ya en la entidad a dos mil 114 elementos de los cuales sólo mil 744 son operativos; y la Guardia Nacional cuenta con un personal de mil 800 en Zacatecas, de los sólo mil 644 son operativos.

A estos se le sumará el refuerzo que llegará como parte del Plan de Apoyo a Zacatecas, es decir, 210 elementos del Ejército y 250 de la Guardia Nacional para hacer un gran total de 460. Sí, sólo 460. Ni uno más, ni uno menos.

Eso quiere decir que, lo que hoy es prioridad en Zacatecas, es decir, el combate a la inseguridad, para el presidente López Obrador, y su enorme comitiva se redujo a eso: a 460 nuevos elementos que vendrán a combatir a esos a los que “se les pasó la mano” y tienen a la entidad y a sus habitantes viviendo en la zozobra. En el terror.

Lo que sí prometió también el secretario de la Defensa Nacional es que para el 2022 o el 2023 estarán listas nueve instalaciones de la Guardia Nacional en el estado. Serán tres en Fresnillo; dos en Zacatecas; dos en Guadalupe, y una en Valparaíso y Sombrerete, respectivamente.

Hubo algo en lo que fue muy enfático el funcionario. La estrategia de seguridad para Zacatecas se basa más en lo que los elementos de los estados vecinos realizarán, que lo que menos de cuatro mil soldados y guardias nacionales podrán hacer en Zacatecas.

La buena nueva

Aunque parezca un chiste mal contado, Luis Sandoval dijo orgulloso que en la mesa a la que se sientan los que definen las estrategias de seguridad, y que es privada, como se lo dijo el inquilino de La Casa de los Perros, al alcalde de Fresnillo, Saúl Monreal Ávila, como pretexto para no invitarlo, se acordó que los nueve municipios que no tiene policías ya tendrán Guardia Nacional. ¡Uf! ¡Qué alivio!

Es decir, tuvo que venir López Obrador para que a alguien se le ocurriera que en los municipios en donde no hay ley, por lo menos “se refuerce” la presencia de la Guardia Nacional. Vamos avanzando, como de que no.

Seguirán los abrazos

Lo que se escuchó después no fue más que una larga perorata de todos los secretarios de Estado que pintaron un panorama en el que el bienestar, la felicidad y el desarrollo están presentes. Que los que sí viven en Zacatecas no lo vean pues ya es una cuestión bien rara.

O será porque desde sus escritorios, en la Ciudad de México, no tienen en verdad idea de lo que sucede por estas tierras. Más bien es eso.

Para prueba, un botón. El secretario de Infraestructura, Comunicaciones y Trasportes, Jorge Arganis Díaz, cuando le tocó tomar la palabra en el Palacio de Convenciones, aseguró que, como parte del programa de conservación de carreteras federales libres de peaje se realizan trabajos de mantenimiento a las superficies de rodamientos en tramos carreteros como Fresnillo- Valparaíso, Zacatecas-Zapoqui, Malpaso y Chicharrona, en Sombrerete.

El problema es que en Sombrerete no existe una comunidad, una zona o una carretera que tenga por nombre Chicharrona. Así que la buena nueva sería, en todo caso, que la 4T la fundará para así tener una carretera a la cual aplicar recursos.

Eso sí, los zacatecanos podrán estar felices porque Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Seguridad Pública del Gobierno de México, ratificó que los abrazos continuarán en la entidad, para beneplácito de los integrantes del crimen organizado, aunque, eso sí, habrá un incremento del 3.8 por ciento en el Fondo de Aportaciones de Seguridad Pública para el siguiente año. Algo así como 193 millones de pesos.

Otro anuncio

La 4T tomó la decisión de que el esfuerzo de años y años por hacer de Zacatecas una ciudad en el que la ciencia y la tecnología fuera punta de lanza se tira a la basura.

Resulta que el secretario de Bienestar, Javier May, luego de recorrer el edificio de Quantum, le gustó tanto que ahora se transformará en la oficina del Bienestar. Sí, esa dependencia desde la cual se manejan los millonarios recursos que se reparten como apoyos electoreros.

Cero a la izquierda

Ayer, cuando la nota se supone sería que López Obrador llegaba a Zacatecas a traer felicidad, apareció Saúl Monreal Ávila para robarse los titulares.

El hecho de que, al alcalde de Fresnillo no se le invitara ni a la presentación del Plan de Apoyo a Zacatecas, ni a la mesa de paz, tranquilidad y regocijo demostró que los intereses y revanchas personales pesan más que cualquier otra cosa.

Saúl Monreal dijo sentirse un “cero a la izquierda” y su reclamo trascendió de tal manera que horas después, muy después, el gobernador, tras placearse en Fresnillo con el director del IMSS, Zoé Robledo, le hizo una llamada a su hermano para decirle que no lo habían invitado porque la reunión de seguridad era privada. Vaya revelación.

Desde que arrancó el gobierno morenista en México, estas mesas de paz, tranquilidad y regocijo siempre han sido privadas, lo que no es motivo para que el alcalde de uno de los municipios más violentos en el país, y quizás en el mundo, no fuera convocado.

Sólo él, y nadie más que él, sabe lo que en El Mineral sucede. De ahí que el no convidarlo sin duda es un error garrafal del gobernador de Zacatecas, quien debió exigir con firmeza que estuviera presente.

Pero no, no lo hizo, y al final se reafirmó que la nueva gobernanza no tiene idea ni de lo que hace, ni de lo que piensa.

Error lo es también el que, a días de que Adolfo Marín Marín rindió protesta como secretario de seguridad pública en Zacatecas, no haya tenido siquiera la intención de hacerle una llamada a quien gobierna el municipio en donde, hace dos días, aparecieron ocho hombres colgados de un puente y de árboles. El colmo.

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