La Casa de los Perros: Los rencores de la 4T

CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ

El exgobernador Miguel Alonso Reyes, para dolor de unas, mantiene sus bonos altos. Muy altos. Y ayer, cuando su elegante figura apareció en la conferencia de prensa en la que Alejandro Alito Moreno, presidente nacional del PRI, lo anunció como parte de su staff, algunos alcanzaron a escuchar lamentos espantosos –muy ad hoc al próximo Halloween–, desde una oficina en el Senado de la República.

Desde ayer, Miguel Alonso es el secretario de Operación Política en el Comité Ejecutivo Nacional del tricolor –para nadie es desconocida su habilidad–, y con su “probada militancia” bajo el brazo seguirá caminando mientras su principal detractora se mantiene estoica buscando sin descanso las pruebas de supuestos actos de corrupción que, para su desgracia, nomás no han podido acreditar.

El exgobernador Alejandro Tello Cristerna durante su triste quinquenio sólo hizo una cosa bien: jamás abandonar a quien lo encumbró en un cargo que ni merecía ni quería, pero que deshonestamente tomó, haciéndose de la vista gorda para que nadie, pero nadie, le tocara un pelo a su mentor.

Por eso Miguel Alonso, porque quiere y porque puede, hoy se pavonea y presume su nombramiento feliz, feliz, feliz.

Quien también recibió una secretaría de parte del líder del PRI fue la senadora Claudia Anaya Mota quien, acostumbrada a tratar arriba sus asuntos, es desde ayer la secretaria de Vinculación con Instituciones Educativas. Y sí, también se hizo presente en la conferencia de prensa del tricolor para demostrar que hoy, ella es un referente del Revolucionario Institucional a nivel nacional con muchas, pero muchas canicas en lo local.

Y ahora, que se suelten los perros…

Entre yerros

La desorganización que se vive al interior de la nueva gobernanza es tal que a todos nomás se les ve correr de un lado a otro sin ton ni son. Andan como locos.

Y es que, lo de ellos, los de la 4T versión Zacatecas, es la venganza, el rencor (ese mismo que dicen da cáncer), el encono, el resentimiento y, sobre todo, el joder y joder al prójimo en tanto no se arrodille hasta sangrar y pida perdón. Punto.

Quienes lo hacen, ya se ve, son premiados, aunque no cumplan perfiles. Eso, eso es lo de menos.

Ayer, para la oficina de Comunicación Social del Gobierno del Estado, Gabriela Pinedo Morales rendía protesta como secretaria del Agua y Medio Ambiente. Andaban tan ocupados en revisar listas de vetados que ni cuenta se dieron que su líder la había nombrado titular de la Secretaría General de Gobierno. Un verdadero desastre.

Ya después de borrar lo que se tenía que borrar del Face, le siguieron con las mentiras al jurar en el boletín de prensa que la petista, con falda verde y camiseta guinda, “ha sido diputada local en dos ocasiones (por el principio de mayoría relativa)”. Así lo escribieron.

No, no nos equivoquemos. Gabriela Pinedo, acostumbrada a que todo se le dé fácil, y utilizando siempre las influencias de su padre, el petista de toda la vida, Filomeno Pinedo, consiguió ser regidora plurinominal en la capital. Ya encarrerada logró ser diputada local por el principio de representación proporcional para integrarse a la LXIII Legislatura. Sí, por el PT.

Su reelección, esa sí, la consiguió jugando por la coalición Juntos haremos historia bajo el siglado de Morena, no del Partido del Trabajo, que desde siempre la arropó, pero como los tiempos cambian, pues las camisetas también.

Hoy, ya está sentada en el enorme escritorio del segundo piso de La Casa de los Perros, desde todos esperan que la exencargada de capacitación y talleres de desarrollo social en la Coordinadora de Movimiento Social División del Norte haga un buen papel y sea ella, y sólo ella, quien tome las decisiones y no actúe en interpósita persona. Ya sé, esto sonó a sueño guajiro, pero se vale soñar ¿o no?

Y las voces tras su designación convergieron en un solo camino: Ojalá que, así como reclamó, ahora cumpla.

Lo urgente p’luego

El problema de la 4T versión “México, magia y encuentro” es que ocupan su tiempo en andar cuidando a quienes golpean al líder y sus compinches en lugar de ponerse a trabajar en lo que urge: sí pagar los sueldos devengados a maestros, pensionado, jubilados, trabajadores de Issstezac y burócratas, pero sobre todo a pacificar Zacatecas en donde 10 ejecutados parece ser ya la cifra mínima diaria que desgraciadamente tenemos todos que leer.

Resulta que el inquilino de La Casa de los Perros se dio su tiempo para reunirse con sus alcaldes aliados para, después de quitarles el celular, eso es muy importante, por aquello de la confianza, advertirles que ninguno podrá realizar convenios publicitarios, y si se puede ni contestarles el teléfono, a los medios de comunicación que se encontraban en una lista que él mismo les repartió.

Les aseguró que a él “no le importa” que le canten sus verdades en las redes sociales, en los medios de comunicación y ni en la calle. Que él vuela libre como gaviota con las alas indemnes por el cielo de Zacatecas. ¡Ámonos!

Lo malo para nuestro querido inquilino es que sus alcaldes aliados no habían terminado de salir del lugar de la reunión cuando ya andaban platicando santo y seña de lo que su amado líder les había mandatado.

De pena ajena.

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