Tras la elección ¿habrá una bancada feminista?

SARA LOVERA

La respuesta a mi pregunta está en el aire. Me puse a buscar con lupa las mujeres que llegarán a la Cámara de Diputados y encontré débiles perfiles para la pelea por parar el retroceso experimentado en los últimos casi tres años, cuyo reto es recomponer presupuesto y la orientación de género en políticas públicas.

El desafío parece mayúsculo, debido al deterioro político/feminista generado por la actual administración, descalificando a la más grande movilización de las colectivas feministas ante la ominosa impunidad, los 11 asesinatos diarios de mujeres y las violencias en todos los espacios.

Encontré a tres mujeres que serán legisladoras. Tres experimentadas políticas que han dado prueba de su capacidad de diálogo y alianza en la construcción de alternativas propuestas por las feministas a lo largo de los últimos 40 años. Eso me da un poco de paz, mirando —adicionalmente— qué sucedió realmente en las elecciones.

Incluso, considero que hay una franja de mujeres de la 4t que parecen estar comprometidas. Muchas de ellas, no olvidarlo, intentaron parar el respaldo a Félix Salgado Macedonio, a quien, tristemente, la 4T le da la bienvenida al Senado, como si no pasara nada. Y, no obstante, la diarrea de discursos oportunistas, sobre la igualdad, usado antes, durante y después de las elecciones.

De las secretarias de Estado, ni hablar. Todas han avalado la política presidencial simuladora y acusadora de las feministas, ya sea por incapacidad, ignorancia o falta de sensibilidad. Ni siquiera se conmueven con las madres víctimas indirectas del feminicidio de sus hijas.

Panorama negativo, para el movimiento que —debo decir—, a través de sus frentes, colectivas y su palabra, no se han detenido. Las nuevas legisladoras sí son capaces e inteligentes. Ahí tienen una base. No verla, sería perder la oportunidad de recomponer el camino que muchas de sus amigas, camaradas, colegas y militantes han pavimentado.

Sí, me reconforté con tres figuras políticas que darán la batalla, eso espero: Amalia García Medina, Margarita Zavala Gómez del Campo y Marcela Guerra Castillo, quienes pueden tejer una bancada feminista que, como antaño, fue capaz de sumarse a las propuestas del movimiento, como es el caso del presupuesto o numerosas iniciativas que dieron a luz la creación del Instituto Nacional de las Mujeres o las leyes de igualdad y acceso de las mujeres a una vida sin violencia.

También encontré algunas probables diputadas locales que pueden hacer en los estados un buen equilibrio, y cuya actuación será estratégica, especialmente para empujar los desatinos en gobiernos locales donde no hay buenas noticias para las mujeres.

Unas y otras contarán  con las propuestas elaboradas por el Frente Feminista Nacional y el frente construido por Nosotras Tenemos otros Datos. Podrán  trabajar un abultado cuerpo de estadísticas, discusiones y nuevos conocimientos sobre la dinámica de la injusticia e impunidad en las violencias contra las mujeres y sus derechos reproductivos.

Una mirada fina a los resultados. Si bien Morena ganó 12 gobiernos, tendrán en, al menos una tercera parte, congresos multicolores, no una mayoría para apuntalar a esos gobiernos; los de la oposición, tampoco. Pienso que las gobernadoras de uno y otro bando no garantizan un cambio ni  biografías que nos den confianza. Como antes, la batalla tendrá que darla el movimiento y algunas aliadas en el poder. No todo es paridad, si quienes llegan no ven ni oyen a las mujeres. Veremos.

*Periodista. Directora del portal informativo Semmexico.mx