Es urgente el control urbano y de vivienda en Guadalupe

JACOBO CRUZ

En el municipio de Guadalupe, Zacatecas, existen casi 40 mil predios irregulares en la cabecera municipal, ninguno de los poseedores paga predial, ni tienen certeza jurídica, pero además hay inmuebles desocupados porque los acreditados dejaron de pagarlos, porque entraron al desempleo, y en consecuencia suspenden sus aportaciones, y la mayoría de las casas se ubican en el municipio de Guadalupe, que concentra el 80 por ciento de los créditos del estado de Zacatecas.

Guadalupe se encuentra a unos siete kilómetros al Sureste de la capital del Estado de Zacatecas, como conurbación, y los asentamientos así se encuentran principalmente en el cerro de San Simón, como en las distintas secciones de colonias como Tierra y Libertad, todas de la cabecera, pero también puede observarse en prácticamente todas las orillas de la ciudad.

Pero sorprende que no hay autoridades de protección civil o de la Presidencia Municipal, que se muestran incompetentes ante la problemática social y no toman medidas para evitarlo. En este contexto, los vecinos demuestran preocupación porque al mismo tiempo la zona está llena de escombro, basura y animales muertos, la regulación sanitaria no existe, y el descontrol del desarrollo urbano es total.

Aunado a eso, es evidente que estos lotes representarán un mayor problema, porque son casi 40 mil predios irregulares en la cabecera municipal que no aportan al erario con el pago del predial, pero tampoco se tiene certeza jurídica ante las autoridades.

Por otra parte, las viviendas abandonadas se encuentran dispersas en fraccionamientos operados por el Instituto de Fomento a la Vivienda del Trabajador (Infonavit) en convenio con constructoras particulares en localidades, como en El Hípico, La Coruña, San Gabriel o Las Quintas, en esas zonas, en menor o mayor medida, se padece más esta problemática social.

Los inmuebles se encuentran desocupados, porque los acreditados dejaron de pagarlos, ya sea porque entraron al desempleo, y en consecuencia suspenden sus aportaciones, y la mayoría de las casas se ubican en el municipio de Guadalupe, donde se encuentra cerca del 80 por ciento de los créditos que se formalizan en toda la entidad.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), las demarcaciones del estado con más casas sin habitar son Fresnillo, con 9 mil 89; Guadalupe, 9 mil 7; Jerez de García Salinas, 6 mil 422, y Zacatecas, con 6 mil 144. Por otra parte, en cuanto al financiamiento, el diagnóstico del Coneval añadió que ocho de cada 10 de quienes se hicieron de una vivienda en Zacatecas prefirieron valerse de sus propios recursos, antes que acudir al Infonavit o a los fondos de la Vivienda del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Fovissste) y Nacional de Habitaciones Populares (Fonhapo), esto según lo publicado por el diario NTR http://ntrzacatecas.com/2019/03/06/hay-mas-de-90-mil-casas-abandonadas-en-el-estado-de-zacatecas/

Lo anterior se configura como un problema social pues por una parte se ofertan centenares de viviendas por Infonavit, pero existe la contradicción de que muchas familias optan por establecerse en las orillas de la ciudad, lugares con carencia de servicios públicos, por lo que deben intervenir las autoridades para corregir el problema de casas destruidas o abandonadas; y no se implementa una política distinta, como buscar a personas interesadas en ellas con esquemas crediticios que sí puedan pagar para evitar el desorden en la ciudad.  Este es un gran reto de las autoridades de Morena en Guadalupe, que debe ofrecer una salida porque estos asentamientos siguen proliferando en la demarcación.

La señora María Isabel Rivas Reyes, habitante de la colonia Ignacio Allende en la cabecera municipal lleva cerca de tres años de residencia en el lugar, allí vive con su esposo, dos hijos, (uno casado y el otro estudiante de primaria), esto en cuartos de lámina, madera y lonas quien nos platicó que los terrenos son irregulares, que no tienen certeza legal y por esto no quieren arriesgarse a construir sus cuartos, por lo que, al igual que muchos vecinos tienen casas provisionales.

Añadió que no tienen agua potable y ni energía eléctrica, aunque por fortuna ya hay drenaje sanitario en su calle, pero se carece de pavimento, tiene una subida llena de piedras que dificultad el caminar, pero hay otras vialidades donde falta la red, se sufre de malos olores y de contaminación, pero las familias tienen que pasarla así porque no tienen otra alternativa.

También informó que unas 100 personas viven en estas condiciones y temen que un día los desalojen, “porque somos conscientes que fue una invasión, hace unos ocho años nos juntamos con más gente sin terreno y pusimos las tapias, y si nos corren pues perdemos, pero nos llevamos lo que se pueda, así que hay que aguantar”

Rodeada por familiares, explicó que a consecuencia de las lluvias hay muchas goteras, y consigue lonas de los candidatos para evitar entre el agua, cuando hace frío y viento se sufre bastante en su hogar, explicó.

Visiblemente afligida, María Isabel recordó que entregaron dinero a una persona que trabaja en la presidencia municipal de Guadalupe por los terrenos, “pero de ese dinero ya nada se supo, y nadie responde por el fraude que nos hicieron”.

El anterior es uno de los miles de testimonios de personas afectadas por la falta de planeación en el crecimiento urbano de Guadalupe, donde, para colmo de males, en 2018 Morena aumentó el costo del predial de forma indolente en 200%, y se autorizó la privatización del servicio de limpia incrementando el costo del servicio de nueve a unos 22 millones de pesos, pagados con el erario e incumpliendo con otras acciones de gobierno.

Y por la falta de presupuesto, producto de la austeridad, se dejaron de hacer obras de pavimentación, ya no hay dinero para ampliar las redes de drenaje, ni dotar agua potable o electrificación, y se afecta sobre todo a las colonias populares del área urbana, que son en las que sus habitantes padecen los problemas de movilidad, comunicación y seguridad.

Esta es la realidad de Guadalupe en donde nada cambió con la llegada de la 4t y es un gran desafío para las autoridades, en concreto del edil reelecto Julio Cesar Chávez Padilla, y gobernará por un trienio más, del 2021-2024, y debe ofrecer una salida para este tipo de asentamientos irregulares que siguen proliferando por falta de mejores opciones a los carentes de vivienda.

* Vocero del Movimiento Antorchista en Zacatecas