Las propuestas e ideas vencieron a la calumnia

JACOBO CRUZ

El día 16 de mayo se llevó a cabo el debate político por parte de los aspirantes a gobernar el municipio de Guadalupe, se esperaba que todos los participantes lograran un contraste de ideas, propuestas e iniciativas para, de llegar al poder municipal, implementar las acciones vertidas en este ejercicio democrático que estuvo a cargo del Instituto Electoral del Estado de Zacatecas (IEEZ).

Sin embargo, no sucedió así, como ya se preveía, algunos aspirantes le hicieron el trabajo sucio al candidato de Morena, Julio Cesar Chávez Padilla; pero con más saña se vio al del Partido Verde Ecologista, Alfredo Barajas Romo, quien acusó sin sustento a Osvaldo Ávila, contendiente por la alianza PRI-PAN-PRD de ser el mayor invasor de terrenos en el municipio de Guadalupe, acción con lo que demostró la bajeza que es servir al de la 4t, siendo esto una redonda calumnia, pero si alguien tiene pruebas que las presente, que denuncie ante la autoridad.

Sobre esto debo decir además que en las colonias y comunidades donde el antorchismo tiene presencia es por invitación abierta de la gente. Los interesados solicitan que algún activista del movimiento acuda a su colonia o poblado para formar un grupo antorchista y juntos (organizados), empezar las gestiones ante las autoridades correspondientes para que se introduzcan los servicios básicos, se pavimenten las calles o alumbren para lograr mejores condiciones de vida.

Y este proceso es lento, requiere de acudir varias veces a las oficinas de los funcionarios a quienes se solicita por escrito que intervengan en la solución, luego ocurre que se deben entregar los requisitos y después si es que hay voluntad y recursos (ambos escasos para atender los problemas de los pobres), se procede a iniciar las obras o liberar algunos apoyos sociales que llegan directamente a los beneficiarios, pues previamente se ha cumplido con los documentos.

Así también se responde al cuestionamiento del porqué la gente se organiza, participa y lucha libremente en Antorcha. Hasta el momento sigue siendo un derecho de la gente, muy limitado, por cierto, porque apenas se inicia alguna gestión (y peor si es una manifestación), llueven las críticas y calificativos a quienes ejercen sus derechos, de lo menos que se les acusa es de causar caos vehicular. Detenerse en esto es necesario porque fue asunto del debate, alguna alma caritativa se condolió de los “pobres antorchistas”.

Y para demostrar que iban como monos amaestrados a practicar las maromas, hasta hubo quien acusó que a los activistas de Antorcha no se les paga, que trabajan sin salario, “así no” remató la aludida, pero ¿cómo se les explica?: No entenderían que en Antorcha el trabajo es voluntario, que sí hay gente que se dedica a desplegar la organización social de forma desinteresada, que no anhela el enriquecimiento sino una vida más digna para todos.

Pero hay más. Amparados por la oscuridad se han dedicado a borrar las bardas, arrancar lonas y destruir espectaculares, espacios donde se promociona la propuesta que encabeza por el PRI-PAN Y PRD, tres institutos políticos de gran trascendencia y que está siendo bien aceptado en Guadalupe.

Sabiendo de antemano que el debate debe ser benéfico para la ciudadanía y para que conozcan los perfiles de los candidatos, el también dirigente Antorchista no cayó en las provocaciones, que era el cometido de los comparsas del que busca la reelección, y con propuestas reales a la ciudadanía y prudencia ante la calumnia, se coloca como el ganador del debate por encima de sus oponentes.

Con su participación y exposición centrada en propuestas, el aliancista va que vuela a la consolidación entre la simpatía del electorado, porque Morena no tiene algo nuevo que ofrecer a los guadalupenses y en el debate se escucharon excusas, pretextos, planteamientos vagos para justificar el mal gobierno en Guadalupe que se ha dedicado a culpar a los del pasado, tal como les enseñó el presidente de México.

Por mi parte, estoy seguro de que a partir del 15 de septiembre con Osvaldo Ávila se estará construyendo un nuevo Guadalupe, donde se baje el predial, se regularicen los lotes, se implementen los programas sociales y se dinamice la obra pública que con Morena ya no existe.