Con propuestas y compromisos, candidatos vencen a la guerra sucia en Zacatecas

 JACOBO CRUZ

El proceso electoral 2020-2021 se ha caracterizado por un clima de inseguridad y descalificaciones entre oponentes políticos, estrategia alentada desde el Palacio Nacional por Andrés Manuel López Obrador, por lo que los seguidores del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), se sienten con respaldo oficial para actuar con toda impunidad. La lógica es que, si AMLO está de su lado, ellos sienten que tienen total impunidad para realizar todo tipo de irregularidades y para violar las leyes, con tal de ganar.

Así, los de la 4T siguen la línea de acción marcada por AMLO, quien tiene un profundo miedo de perder la mayoría de curules en la Cámara de Diputados, lo que desbarataría su actual cómoda ventaja, y todo se agravaría más, si pierde las gubernaturas y alcaldías ante el proyecto de la Alianza Va Por México que tiene buena aceptación luego de casi tres años de evidentes abusos del ejecutivo federal, Por ello, Morena quiere mantenerse en el poder haciendo uso de la violencia, de la guerra sucia y de la represión.

En Guadalupe, por ejemplo, el equipo del candidato morenista opera descaradamente con todo el aparato de gobierno en la entrega de despensas, calentadores y tinacos, lo que no pasa desapercibido entre la gente, debido a lo voluminoso que son estas dádivas con las que pretenden ganar votos. Pero los morenistas no cuentan con que andan circulando en las redes sociales, audios y videos en los que ellos se ven presumiendo la entrega de recursos económicos para inclinar la votación a su favor.

Las medidas desesperadas arreciaron luego de que se han dado a conocer los resultados de varias encuestas que le dan un amplio margen de ventaja a Osvaldo Ávila, de la alianza PRI-PAN-PRD, rebasando al morenista Julio César Chávez.

El proceder de Morena se da porque, estando en el poder, no tuvieron la sensibilidad (morenistas, al fin) para cumplir sus propias promesas a la gente que gobernaban, y ahora con dádivas pretenden recuperar lo perdido.

Recordemos que hace unos días se presentó ante los medios de comunicación la evidencia fotográfica y audiovisual de la distribución de apoyos alimentarios, hecho suscitado al filo de la medianoche del 17 de mayo. Los denunciantes narraron que, por un reporte de la ciudadanía, se les notificó del incidente, donde participaban particulares, sin embargo, una vez que se cuestionó a quienes las transportaban, llegó la Policía Municipal que, en vez de intervenir y detener a los infractores, agredieron y apresaron a Efrén Medina y a Juan Pablo Muro, ambos detenidos ilegalmente con la mentira de que “estaban realizando un secuestro”. Ya cuando los liberaron por falta de todo procedimiento legal, ellos acusaron al actual edil de Guadalupe de estar detrás de esta operación para favorecer al alcalde con licencia en busca de la reelección.

El último de estos hechos fue el protagonizado por José Zaldívar, ex secretario de Gobierno, ahora candidato suplente a la Presidencia, quien fue exhibido en redes sociales, cuando según él había descubierto la entrega de apoyos por parte del equipo de Osvaldo Avila, (violando la propiedad particular y en aparente estado de ebriedad el individuo), pero sólo se trataba de propaganda electoral (volantes y playeras), y cuando se dio cuenta de su error, avergonzado se encerró en su vehículo y huyó del lugar. “El león cree que todos son de su condición», vergüenza ajena por el operador de Julio César.

Por su parte, Osvaldo Ávila reafirma los compromisos a emprender, como son la reducción del impuesto predial, la regularización de 40 mil lotes urbanos, la implementación del proyecto turístico en el cerro de San Simón; el regreso de la obra pública y de servicios eficientes como la recolección de basura con menor costo al erario, así como activar la política social eficaz, orientada al desarrollo de las familias.

Mientras tanto, en Trancoso

Mientras tanto, Cesar Ortiz, quien busca la reelección en Trancoso, no se ha escapado de la guerra sucia, con señalamientos en su contra que están más enfocados en su vida personal, cuestionando hasta su complexión física, con tal de evitar la continuidad al proyecto que encabezó en 2018, cuando logró ser el primer alcalde Antorchista en el estado, con tanto éxito.

Con César Ortiz a la cabeza, desde el arranque de la administración 2018-2021, el gobierno del Nuevo Trancoso demostró la solidaridad en el terreno económico, cuando el presidente municipal renunció al  30% de su salario, siendo el de menor pago en Zacatecas, medida adoptada tanto por regidores y secretarios; luego se reordenó la actividad de los funcionarios “para hacer más con menos”, disminuyendo el gasto de nómina de 1 millón 300 mil pesos a 950 mil teniendo operatividad óptima en el servicio.

Es digno de destacar que logró estabilizar el pago de los trabajadores, quienes, “con los de antes”, sufrían retrasos hasta por 9 meses en su salario poniendo en serias dificultades a las familias, pero eso se terminó. Así que existen las bases sólidas para despegar la etapa de progreso dejando atrás el oscurantismo en que se encontraba la alcaldía manejada anteriormente por intereses personales y familiares que provocaron un deterioro de obras y servicios por 20 años, lo que se resiente en el municipio.

A sólo 6 días de la jornada comicial, y en medio de los ataques de los oponentes, principalmente del partido Morena, pero secundado por otros menos significativos que distraen recursos públicos (dinero y bienes) con tal de mantenerse en el poder, los candidatos Antorchistas no han caído en las provocaciones, no cometen errores y  se perfilan como los favoritos para ganar en Guadalupe y en Trancoso, respectivamente, con una estrategia proselitista sin ambigüedades, es decir, se han centrado en proponer y/o comprometer soluciones y no desgastarse en discusiones inútiles que  en nada benefician.