La traición de Morena

LUCÍA LAGUNES HUERTA

No sé si es coincidencia o puro destino que cuando el estado de Guerrero se encuentra en el ojo del huracán, detengan a Mario Marín en el puerto de Acapulco después de no encontrarlo para ejecutar la orden de aprehensión emitida en 2019 por la tortura contra Lydia Cacho hace 15 años. Finalmente dieron con él en la misma ciudad que gobernara entonces Félix Salgado Macedonio (2005-2008).

Y miren que Guerrero está en el ojo del huracán por el rechazo que genera y crece por la designación de Félix Salgado Macedonio como candidato de Morena al gobierno de esa entidad. Rechazo que muestra el hartazgo de las ciudadanas ante la simulación y la incongruencia política de este partido y de sus dirigentes.

Muchos comentarios, muchas columnas, muchos tuits y campañas en redes y es impresionante los oídos sordos de la dirigencia de Morena.

Por qué se aferra el presidente partidario, Mario Delgado, en mantener a un candidato que genera tanto repudio y que pone en entredicho todo lo que se supone que Morena profesa, y que el propio Delgado aseguró que no ocurriría.

Recordemos que en septiembre pasado, mientras Delgado buscaba la dirigencia de Morena en Guanajuato, aseguró que no habría candidatos acusados de violencia contra las mujeres y que no permitiría que llegaran abusadores a nombre de Morena.

Cuatro meses después de esta afirmación, hoy defiende a Salgado Macedonio.

Por si fuera poco, Delgado aseguró en esa misma gira que solo habría transformación si había justicia para las mujeres y que esa era la agenda que el partido encabezaría ¿qué pasó? Sólo uso la violencia contra las mujeres para ganar.

Pero no sólo a Mario Delgado se le olvidó la congruencia sino a quienes han guardado silencio en Morena y tienen poder para cambiar las cosas.

Cuando se han vendido como la organización partidaria de la rectitud, ahora se traicionan y dejan a un lado lo que ellos mismos se dieron como principios: la ética, la defensa de los Derechos Humanos, las libertades y la dignidad humana.

Todo por un candidato acusado de violación, no una, ni dos, sino por lo menos cinco acusaciones públicas, de las cuales una es ante la fiscalía del estado y otra ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos por acoso sexual, cuando Félix Salgado era presidente municipal de Acapulco.

Cómo puede transformar Morena lo que califica como el envilecimiento de la política si mantiene la doble moral y el pacto machista que durante milenios ha encubierto los abusos de poder de los hombres en contra de las mujeres.

Cómo trabajar por la igualdad y la eliminación de la violencia contra las mujeres, si la encubres, justificas y defiendes al agresor.

No hay transformación posible si Morena mantiene las mismas prácticas que han llevado a este país a la bancarrota de la democracia.

No sé cual es la ganancia que vea la actual dirigencia de Morena de mantener la candidatura de Félix Salgado Macedonio, cuando se ha convertido en el elemento que más ataques genera para su partido y el gobierno que encabeza.

Es probable que Morena pierda más con esta imposición que ganar; y que el actual dirigente partidario Mario Delgado, quede como el que apoyó a un violador.

Se vea por donde se vea esta imposición tiene altos costos negativos, si Félix Salgado llega a quedar en la boleta electoral y logra la gubernatura de Guerrero, habrá perdido la democracia mexicana y Morena habrá traicionado el cambio que dice impulsar.

La decisión final la tiene la ciudadanía de Guerrero, y espero que no se traicione.