La Casa de los Perros: Los gandallas de la 4T de Zacatecas

CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ

Burdo influyentismo, cinismo, corrupción y exceso de poder fue lo que dejó ver en Zacatecas la 4T como sus verdaderas banderas. Eso de no mentir, no robar y no traicionar ya son sólo parte de un slogan electorero que, día a día, no creen ni los propios seguidores del presidente Andrés Manuel López Obrador y, mucho menos, los que se dicen simpatizantes de Morena.

De lo que se trata aquí es de agandallar, pisotear y humillar justamente a los más pobres de los pobres, esos que supuestamente defiende, a capa y espada, el presidente de las mañaneras.

Y fue justamente un integrante de la brigada correcaminos que se encontraba en Villa de Cos, en específico en la comunidad Bañón, quien se encargó de exhibir las transas de la Delegación de Programas para el Desarrollo, que encabeza Verónica Díaz Robles, para que, a como diera lugar, se vacunara a los ahora conocidos como Los 33 Gandallas.

Los fifís de apellidos de rancia alcurnia habrían recibido las indicaciones precisas, vía WhatsApp, de Edna López, hija del expanista Pancho López y, desde hace unos años fiel seguidora del precandidato a la gubernatura de Zacatecas, David Monreal Ávila.

Ella, como coordinadora de eso que llaman Jóvenes construyendo el futuro, y sabiendo que, según lo aclaró muchas horas después la propia Verónica Díaz, a nadie se le puede negar la vacuna, citó a sus 33 ancianos amigos para que fueran vacunados contra el coronavirus.

Y así, los 33 gandallas, a bordo de lujosas camionetas y autos de alta gama, cruzaron el pueblo, en su mayoría con calles sin pavimentar, para llegar a una de las 14 células de vacunación que ya todos sabemos integran un par de “voluntarios”, personal de la Sedena y/o Guardia Nacional, Servidores de la Nación, Promotores de Programas Sociales y personal médico.

Ahí, casualmente se encontraron con la novedad de que un frasquito ya se había abierto y pues ni modo de que el valioso líquido se desperdiciara. ¡Faltaba más!

Los gandallas

Y así, uno a uno, ante la incredulidad de los pobladores, lo más pobres de los pobres de Zacatecas, los pudientes Susana González Quezada, Fernando Saucedo, Jorge Martínez Díaz, Alfredo Pérez Caldera, Rosario Rendón Acevedo, Miguel González Ramírez, Rubén Ortiz Reveles, Ramiro Flores Dávila, Mariel Mota Juárez y Socorro Delgado Cárdenas fueron vacunados.

También fueron inoculados Raquel Acevedo Sánchez, Mariel de la Rosa Ibarra, Flavia Cristerna Contreras, Leonila Saucedo García, Rafael Díaz Rodríguez, Rafael Borrego Estrada, Ana Laura Guerrero Vargas y María del Carmen López Larios quienes, como adultos mayores de 60 años, ejercieron su derecho a ser vacunados.

Pero aún hay más gandallas, ellos son: Gustavo Morales Torres, Cristina Lozano Sánchez, Rodolfo R. Cervantes Robles, Margarita Borrego Hernández, Mauricio Sescosse Varela, María Estela Salcedo Candelas y José María Sánchez Nava, quienes dejaron por un momento la comodidad de Bernárdez, La Cañada, Sierra de Álica, Santa Rita y otras colonias fifís, para adentrarse en una comunidad que ni en sueños pensaron siquiera pisar.

Creyeron que eran todos, pues no, faltan Raquel Borrego Acevedo, Elisa Salinas Ávila, Susana Borrego Acevedo, Antonio Romero Belmontes, J. Guadalupe Medina Murillo, Ana Patricia Nungaray Pérez, Tomás Márquez Berumen y María Rosario Salcedo, quienes descubrieron su hombro izquierdo ante la impotencia de los médicos rurales y pobladores –la mayoría no vacunados–, que observaron con enojo el abuso del poder en su máxima expresión.

Ellos, ahora ya amparados y cobijados por la otrora superdelegada Verónica Díaz, quien “precisó” que: El único requisito para acceder a la vacuna es tener 60 años cumplidos, sin dudarlo mandaron al diablo el registro de vacunación, el Plan Nacional de Vacunación y todo lo que a institucionalidad, estrategia, orden y respeto se refiere. Aquí lo importante era ningunear a los que menos tienen y nada más.

Verónica Díaz y Edna López, con el aval de “la doctora Durán”, hicieron valer esa política de salud pública, desconocida para la mayoría, pero bien aprendida por los de la 4T, de que “no se puede negar la atención a las personas adultas mayores que acuden a los centros de vacunación y que cumplen con el único requisito para ser acreedores de la vacuna”, y beneficiaron a sus 33 cuates.

Indignados

Eso sí, los 33 gandallas, indignados por haber sido exhibidos como lo que son, unos corruptos, y azuzados por personal del IZAI, amenazaron con presentar las demandas y/o las quejas necesarias en contra de “diferentes personajes que se creen poseedores de la verdad y que utilizan su pluma para señalar sin fundamento”, por haber violentado su privacidad.

Obvio, en el IZAI, muy obedientes, de inmediato se pusieron a trabajar para que esa violación a los datos personales no se perdone. Ni modo que en Zacatecas se vayan a pasar por alto esos actos. ¡Nunca visto!

Ya después, tras horas y horas de silencio sepulcral, la superdelegada gritó: ¡Basta a la Infodemia!, por parte de esas plumas incómodas; exigió además no politizar un programa de vacunación que es justamente politizado todos los días por Morena, y demandó no polarizar a la sociedad, no es broma, lo repito: no polarizar a la sociedad, acción que un día sí, y el otro también, lleva a cabo el presidente López Obrador.

Definitivamente, la superdelegada se mira más bonita cuando se esconde en su oficina.

Invitación abierta

Eso sí, no lo olviden todos los que ya tiene 60 y más, la invitación está hecha para que hoy acudan a Villa de Cos y Concepción del Oro a cazar sus vacunas. El permiso ya fue dado.

No habrá huelga

Los integrantes del Sindicato de Personal Académico de la Universidad Autónoma de Zacatecas (Spauaz) no lograron reunir el quórum necesario y con mil 142 votos, muy lejanos del 50 más uno requerido, terminaron por desistir de estallar la huelga a la que había emplazado a la Universidad.

Con esta decisión, y aunque no todos contentos, deberán aceptar los ofrecimientos de la Rectoría, consistentes en un 3.4 por ciento de aumento al salario y 0.90 por ciento a prestaciones no ligadas.

Eso sí, José Juan Martínez Pardo dejó en claro que en esta ocasión no ganó el abstencionismo, sino más bien la pandemia. El dilema era: acudir a votar o quedarse en casa para evitar ser contagiados de coronavirus.

Cumplidores

Arturo Nahle utilizó su cuenta de Twitter para dar a conocer que en el Poder Judicial de Zacatecas si cumplen, y bien.

Por ello, y para que nadie los señale de opacos, el presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado aseguró que a partir de esta semana se empezaron a publicar en su página Web, todas las sentencias.

Con ello, dijo Nahle García, se cumplen con las nuevas disposiciones de la Ley General de Transparencia y Acceso a la Información Pública y el criterio de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que hace unos meses puso en el ojo del huracán a Zacatecas.

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