La peligrosa desinformación del gobierno

RAÚL MANDUJANO SERRANO

Para el hacedor de los panfletos incómodos, vivimos una situación de alarma extrema. De acuerdo con los resultados preliminares del INEGI, los datos que sobre la pandemia da a conocer el gobierno federal están rebasados terriblemente. Tan sólo en el caso de personas muertas por COVID, el INEGI da a conocer una cifra de 108,658 defunciones entre enero y agosto del 2020, una cantidad en porcentaje 44.8 veces mayor a los 75 mil fallecimientos reportados en el mismo periodo por el gobierno.

Pero estos datos parecen sólo importarle a los medios de comunicación, que no logran distraer la atención del fanatismo que vive azuzado por los supuestos errores de los gobiernos del pasado, alegato que se vuelve más intenso ahora, en el inicio de un proceso electoral en el que, en la mayoría de los casos siguen enviando a los mismos de siempre, dizque por su experiencia, o los de siempre buscando acomodo en otros partidos, aunque signifique traición a sus principios, como el caso de los priistas, perredistas y panistas del estado de México, que andan coqueteando al Partido Verde Ecologista para que los acomoden y no quedar fuera de los puestos políticos, y en el caso de la izquierda, con la participación de ciudadanos con pobreza intelectual, pero aferrados a que el sólo nombre de Morena, les dé el triunfo, y “el hueso”.

Y en medio de este cúmulo de distractores y extraño manejo de la información gubernamental, llega la etapa de las vacunas. Hoy, se han aplicado 642 mil 105 dosis de Pfizer, que representan el 0.5 por ciento de los 126 millones 14 mil 24 de mexicanos (lo dice el INEGI). Como sea, la incapacidad del gobierno con esa lenta y extraña agenda de vacunación los llevó a ceder ante los gobiernos estatales e instituciones privadas para que adquieran las vacunas contra del COVID-19 y puedan ayudar a sus ciudadanos, aunque, con muchas trabas. Mire, dice el amanuense, ni por aquí le pasa al gobierno federal vacunar a los supuestos ricos, a sus dizques enemigos, por eso les pone un candado: “Sólo las pueden aplicar con base en su ‘confusa’ agenda”. No les salen las cuentas, pero no le quieren perder.

Le diré, reflexiona el periodista, “nos siguen dando atole con el dedo”. El resultado desastroso de la agenda de vacunación, los llevan hoy, sin mucha oposición y pruebas, a adquirir 24 millones de dosis rusas. Ojalá que la desesperación no lleve a este país a un caos mayor y una tragedia irreparable…

Colofón. – Profeco, “nomás ni fu, ni fa” 

Mientras degusta de un plato de fideos secos y un vaso de agua mineralizada, el creador del Sótano nomás no entiende la existencia de organismos como la Profeco. Y es que, para su mala fortuna, tuvo que recurrir a ellos en busca de justicia legal, porque en un taller mecánico, prácticamente secuestraron su automóvil durante 5 meses para no cumplir con la garantía de reparación o cambio de motor. Aún con pruebas del pago realizado por el servicio y fotografías del estado físico en el que se encuentra la unidad, en el taller Hermanos Gómez, ubicado en la vialidad Lombardo Toledano, en Santa María Totoltepec, la Profeco argumentó no tener capacidad para exigirle nada al sujeto de marras, más que enviarle citatorios cada 3 meses. Un auténtico elefante blanco. El caso se denunció en la FGJEM, en espera de que, ahí si puedan proceder ante este abuso de confianza y pronto recuperar ese automóvil… Hasta otro Sótano.

Twitter: @raulmanduj