16 años trabajando por el desarrollo de Guadalupe

OSVALDO ÁVILA TIZCAREÑO

Por más de 15 años he estado al pendiente de las necesidades de los ciudadanos de Zacatecas y en particular de los guadalupenses con quienes comparto identidad, arraigo y la búsqueda de opciones para resolver los problemas, así, organizados en el Movimiento Antorchista hemos contribuido al progreso del municipio.

Los resultados obtenidos con la gestoría permanente en los tres órdenes de gobierno son evidentes, logramos el desarrollo de regiones enteras con obras de infraestructura como: unidades deportivas, carreteras, pavimentación de calles, domos, salones, polideportivos y otras tantas acciones que a lo largo y ancho del municipio son hechos palpables que dan cuenta de nuestra labor que no solo es discurso, sino que se evidencia materialmente.

Con el mismo propósito, de elevar la calidad de vida y aminorar las condiciones de desigualdad que aquejan a la mayoría de los mexicanos, impulsamos acciones de mejoramiento de vivienda, apoyos alimentarios y para el campo, programas de útiles, zapatos o becas escolares, de lo que pueden dar cuenta miles de guadalupenses y con lo que han podido enfrentar los problemas cotidianos.

Hace más de dos años del inicio de la actual administración federal por Morena, que amparados en el discurso contra la corrupción desaparecieron programas completos como los de vivienda en el Fondo Nacional de Habitaciones Populares (FONHAPO) o el ramo 23 que se eliminó también negando la posibilidad de etiquetar recursos desde la federación para obra pública necesaria en los pueblos y colonias sin brindar otra alternativa para atender los sectores sociales afectados.

Contrario a lo que se suponga, esta decisión ha dañado sobre todo a la población carente de obras públicas y de servicios básicos, situación que han expuesto tanto gobernadores como presidentes Municipales de todos los colores, incluidos los de Morena que, a decir de algunos de ellos, se han convertido en administradores de nómina pues el recorte en el Presupuesto de Egresos ya no les permite cumplir con compromisos elementales con la ciudadanía.

Y esto es cierto, es nula la obra pública y quienes tenían la esperanza de que les llevarían agua potable o drenajes o bien a que se les pavimentaran sus calles se han tenido que conformar con las becas o pensiones del bienestar, dinero que sin duda es útil a cambio de vivir en la insalubridad y sin mejora del entorno social adverso.

En mi quehacer como dirigente social recorro comunidades y colonias, ni siquiera en los tiempos en que inició la cuarentena perdimos el vínculo con la gente, pero hoy he intensificado mi actividad pues la desesperación de las familias que se quedaron sin empleo, que no tienen para pagar el recibo de la luz o que están temerosas ante la creciente enfermedad necesitan del apoyo solidario, por mi parte y a pesar de las complicaciones económicas estoy llevando apoyos alimentarios y cobertores que servirán de mucho a las familias humildes que padecen las consecuencias de la pobreza que se agrava ahora con la pandemia.

En honor a la verdad, admito que nuestros alcances económicos son limitados y los problemas muchos, por eso damos acompañamiento a los ciudadanos o canalizamos el problema ante las instancias de gobierno para dar solución a las múltiples necesidades de la gente pobre, pero no claudicamos en la búsqueda de una vida mejor.

Estamos ya inmersos en el proceso electoral, a partir de septiembre arrancó la justa donde se renovará la gubernatura, 30 diputaciones y 58 alcaldías, hacía el interior de los partidos ya se organizan para la selección de candidatos y la conformación de estructuras electorales para la promoción del voto y como “Prometer no empobrece”, hablar del pueblo, mostrarse sensible ante los múltiples problemas de salud, económicos o de seguridad es relativamente sencillo. Para que no quede duda, debemos preguntarnos ¿Dónde andaban tantos aspirantes cuando la gente más los necesitaba?

Vale la pena estudiar el historial de cada actor político en cuestión: ¿Cuál fue su desempeño en sus responsabilidades anteriores? ¿Qué tanta congruencia existe entre lo que hoy se promete y lo que se ha hecho a su paso por distintos cargos? Y digo esto para que no vaya a pasar lo que hoy vemos con el presidente López Obrador que tenía todas las soluciones a los problemas del país, pero a dos años de distancia una y otra vez culpa al pasado y encuentra perversas conjuras para justificar la ausencia de resultados y su fracaso.

Un servidor, es aspirante a la alcaldía de Guadalupe y esto es el resultado de un trabajo sostenido como activista social y de contribuir con decenas de obras y acciones sociales que han impactado positivamente en el bienestar de los pobladores. En esta condición afirmo que seguiré trabajando al lado de la gente y no diré “qué vamos a hacer”, lo que hemos hecho nos avala ante la población que confía en que impulsaremos una gran alianza ciudadana para que juntos podamos resolver los problemas graves en el municipio de Guadalupe, por ello, estemos atentos, abramos bien los ojos, son tiempos de observar y reflexionar