La Casa de los Perros: Ocurrencias quinquenales en Zacatecas

CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ

Con 15 votos a favor, 10 en contra, cero abstenciones, y la ausencia de los diputados Gabriela Pinedo y Dolores Hernández Escareño, del Partido del Trabajo; Susana Rodríguez Márquez, del Verde Ecologista; Adolfo Zamarripa Sandoval, de Nueva Alianza; y Emma Lisset López, de Acción Nacional, la LXIII Legislatura turnó a la Comisión de Salud la iniciativa que el todavía inquilino de La Casa de los Perros quería se aprobara como un asunto urgente.

El objetivo de Alejandro Tello Cristerna era, además de no quedarse atrás con respecto a los gobernadores de los estados vecinos, de inmediato, y a unas tres horas de haber presentado su iniciativa, trabajar en el reglamento y, ahora sí, comenzar a sancionar a todos aquellos que no quieren cuidarse, ni cuidar a los demás, utilizando el cubrebocas en tiempos de pandemia.

Esta iniciativa dejó al descubierto, otra vez, que el gobernador que no cuenta con operadores políticos, y que actúa a base de ocurrencias. Hasta hoy, a 243 días de que la pandemia llegó a Zacatecas, no ha presentado una estrategia sólida no sólo para mitigar la propagación del coronavirus en Zacatecas, sino para impulsar en tiempos de crisis la deterioradísima economía local.

Mostró que en el gobierno diferente no existe, no hay pues un equipo jurídico sólido que fuera capaz de decirle a Alejandro Tello que una reforma a la Ley de Salud, presentada por la diputada Susana Rodríguez en agosto, y aprobada por unanimidad el 6 de octubre, que le permitía multar a los irresponsables que no quieren usar cubrebocas estaba en algún cajón de La Casa de los Perros.

Nadie pudo decirle al gobernador que alguien consideró pertinente, en tiempos de pandemia, no publicar la reforma en el periódico oficial y hacer lo que ayer tanto criticaron, dejar un instrumento legal útil en estos momentos en la congeladora de La Casa de los Perros.

Pero este berenjenal, como lo calificó el coordinador de la bancada de Morena, Jesús Padilla Estrada, mostró también que los diputados ya se han subido al carrusel del proceso electoral y que aprovecharán, ellos sí, cualquier falla, yerro, traspié, error, pifia o desliz de nuestro inquilino para dejarlo ver como un gobernador fastidiado y ya con más ganas de marcharse que las mostradas durante todo su quinquenio.

La brillante idea, impulsada más que nada por el enérgico ejemplo del gobernador de Aguascalientes, Martín Orozco Sandoval, dejó ver, además, que Tello Cristerna no logró construir, a lo largo de su gobierno, un bloque fuerte, consistente y entrón al interior de la LXIII Legislatura. Los diputados del tricolor, una vez más, lo dejaron solo.

Y, por si fuera poco, este sainete sacó a relucir la ignorancia de muchos que, en automático, protestaron porque en estos difíciles momentos que nadie tiene dinero “les iban” a cobrar dos mil 172 pesos de multa por no usar el cubrebocas, o que los iban a encerrar, por reincidentes, en una celda de uno por un metro en donde no iban a caber y entonces se podrían contagiar de coronavirus. En su locura pasaban por alto que a nadie que cumpla con el deber ciudadano de cuidarse y cuidar al prójimo se le multaría. En fin.

Ahora, gracias a la torpeza gubernamental, que olvidó que existen los decretos gubernativos, los zacatecanos deberán esperar a que la Comisión de Salud, que preside la diputada del Verde Ecologista, Karla Valdez, se reúna, la discutan, emitan el dictamen, lo pasen a la CRICP, lo aprueben ahí, se mande al pleno, se vote y luego sea enviada a los 58 Cabildos para que ellos, algún día, sesionen, la aprueben y, entonces sí, se pueda publicar en el periódico oficial.

Que siempre no

Fue el dirigente estatal de Morena, Fernando Arteaga Galván, quien vía Facebook informó que en el Consejo Nacional de Morena quedó en veremos eso de aliarse con el Partido Verde Ecologista, y que será facultad de los comités estatales la decisión final.

Y sí, como lo adelantamos, todo gracias a lo sucedido en San Luis Potosí, en donde a los morenistas poco les importó el berrinche del zacatecano Carlos Puente Salas en su papel de dirigente nacional del Verde.

Ahora, envalentonados, los morenistas también tienen en la cuerda floja la supuestamente amarrada alianza en Guerrero.

Libre de pecado

Héctor Menchaca Medrano, como representante del Poder Legislativo ante el Consejo General del Instituto Electoral del Estado de Zacatecas (IEEZ), se puso creativo y presentó una denuncia en contra del presidente municipal capitalino, Ulises Mejía Haro, porque según el legislador, el alcalde había cometido actos anticipados de campaña.

El pecado de Mejía Haro: decir en una entrevista periodística que su aspiración era, algún día, llegar a ser el gobernador de Zacatecas, algo que, a Héctor Menchaca, quien antes de ser diputado local fue el suplente en el Senado de David Monreal Ávila, no le gustó nada de nada por obvias razones

La resolución unánime de los magistrados del Tribunal de Justicia Electoral de Zacatecas (Trijez) fue que en la entrevista otorgada por Mejía Haro ni exponía una plataforma electoral, ni tampoco llamó al electorado a votar en favor o en contra de una opción política.

La sentencia: Ulises Mejía no infringió la norma electoral ya que hizo uso de su derecho constitucional a la libertad de expresión y a la información.

Protesta de ley

Se espera que este día, en el Senado de la República, la todavía comisionada del IZAI, Julieta del Río Venegas, rinda protesta de ley como comisionada del INAI, luego de que el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador no puso objeción alguna a su nombramiento.

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