La Casa de los Perros: El embate monrealista continúa

CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ

El grupo liderado por David Monreal Ávila ayer, otra vez, se mostró feliz, contento. Ayudados por los magistrados de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) si bien no lograron incluir en la lista de quienes violentan los derechos políticos de las mujeres al alcalde de Zacatecas, Ulises Mejía Haro, sí consiguieron que la sentencia del Trijez y de la Sala Monterrey quedara firme.

Hoy, con sus derechos intocables para registrarse como candidato a lo que guste y mande, Ulises Mejía Haro tendrá que seguir lidiando con el odio que le manifiestan desde el yerno del senador Ricardo Monreal, hasta los empleados de la senadora Soledad Luévano y del coordinador nacional de Ganadería, David Monreal Ávila.

Ellos, pacientes, esperarán a que Ulises Mejía acuda a registrarse como candidato a gobernador para impugnarlo y evitar que le haga mosca a David Monreal, quien hoy se encuentra preocupado, y ocupado, tratando de desmentir, con su hermano Ricardo al lado, que las mantas que se colocaron en Fresnillo, y que lo ligan a un grupo del crimen organizado, no son más que otra infamia.

La síndico ya disfruta de sus vales de gasolina, del uso indiscriminado y sin restricciones de los vehículos oficiales, además de la amena plática de los dos empleados que, cuando asiste a su oficina a la alcaldía de Zacatecas, le comparten durante horas y horas.

El otro alfil

Pero este pleito de los Monreal en contra de Ulises Mejía no ha terminado. Otro de sus alfiles, el diputado por Fresnillo, Héctor Menchaca Medrano, ni tardo ni perezoso hizo su tarea y acudió a l Instituto Electoral del Estado de Zacatecas (IEEZ) para interponer una queja «por la realización de actos públicos presuntamente constitutivos de ser actos anticipados de campaña”.

La queja, fechada el 10 de octubre, fue presentada por Héctor Menchaca en su calidad de “consejero representante del Poder Legislativo”, lo que quiere decir que, para entregarla a IEEZ, tuvo que solicitar la anuencia de sus 29 compañeros diputados. ¿O no?

Obviamente, el diputado de Morena dejó como su representante a Ricardo Humberto Hernández León. No podía ser otro.

El motivo de la queja se basa en que Ulises Mejía, en una entrevista con el periódico La Jornada de Zacatecas, manifestó “de forma objetiva, manifiesta, abierta y sin ambigüedad” su propósito de ser postulado a cargo de gobernador.

La duda que surge es bien simple: el super eficiente diputado Menchaca Medrano –quien por cierto hace algunos ayeres se quejaba amargamente del mal trato que recibía por parte de David Monreal, cuando lo suplió en el Senado de la República, pues llegó a decir a sus cercanos que ni su sueldo le respetaban–, ya habrá presentado una queja similar en contra del propio David Monreal, o de los priistas Adolfo Bonilla, Claudia Anaya, Roberto Luévano, Carlos Peña, y de los morenistas Luis Medina Lizalde y José Narro Céspedes.

Todos ellos, sin excepción, han ofrecido entrevistas en las que, ejerciendo su libertad de expresión, han dicho que sí, que sí quieren ser gobernadores de Zacatecas. Aunque, hay que dejar en claro algo, una cosa es querer y otra, poder. Una cosa son las ganas y la supuesta popularidad y otras la capacidad de trabajar desde temprano y hasta bien noche, sin descansos de fin de semana, sin agendas partidas para ir a comer con la familia. Obviamente no todos cumplen con estos requisitos.

Pero suponemos que, como consejero representante del Poder Legislativo de Zacatecas, Héctor Menchaca se puso a trabajar y, con la eficiencia que le caracteriza, ya lo hizo. ¿O a poco sólo se le fue a la yugular a Ulises Mejía?

La otra queja

Ulises Mejía, además de esto, tiene pendiente otra queja, si, otra, en el IEEZ, interpuesta por la síndico que alega que algunos los medios de comunicación reciben órdenes directas de parte del alcalde de Zacatecas. O sea, que escriben por encargo.

Y como muchos medios están, dice la síndico, al servicio de lo que Mejía Haro ordena, a la mujer la atacaron sin miramientos, la ofendieron y demás. También se queja de lo que en Facebook dicen de ella. Y, claro está, la culpa es del joven alcalde. Vaya vaya…

Hasta el momento, ningún medio de comunicación ha sido citado por el IEEZ para aclarar cómo es que el presidente municipal de Zacatecas les hace manita de puerco y obliga a que escriban tal o cual cosa. Interesante será ver eso.

Precisión

Varias feministas del país comentaron a esta columna el hecho de que aún no existe un consenso sobre si el uso del término “la síndica” es correcto. Todos se pusieron de acuerdo con el nombrar a “la presidenta”, (la presidenta de la CNDH), o a “la gobernadora” (la gobernadora de Sonora), pero ello no ha sucedido, por la naturaleza jurídica de la sindicatura, en este caso. Algo más o menos parecido sucede con el Ministerio Público. No se dice la Ministeria Pública.

Y pues bueno, como no existe consenso, si se escribe o dice “la síndico” ni es incorrecto, ni es tampoco discriminatorio.

Al momento, síndico municipal es la persona encargada de vigilar y defender los intereses municipales y de representar al Ayuntamiento. Es quien vigila la hacienda pública municipal; mientras que la síndica pudiera referirse, según el folclor castellano, a “la mujer que en las fiestas patronales de Santa Águeda secunda a la alcaldesa”. Es decir, todavía hay una diferencia en los significados.

Pero, en definitivo, sí resulta excesivo decir que se discrimina o invisibiliza a una mujer por nombrarla “la síndico”.

Sin definición

La senadora Claudia Anaya Mota, como lo decíamos ayer, se distinguió por ser una de las más aguerridas en la sesión en la que los senadores de Morena y sus aliados, comandados por el zacatecano Ricardo Monreal, extinguieron los fideicomisos.

Por esta razón ella pidió tiempo al presidente del PRI, Alejandro Alito Moreno y decidió no asistir a la reunión con los aspirantes a ser candidatos del tricolor a la gubernatura de Zacatecas.

Claro está que Adolfo Fito Bonilla, Roberto Luévano y Carlos Peña llegaron puntuales. Y sin mucho aspaviento decidieron que, si no estaban los cuatro, no podría dictarse ninguna resolución.

Por ello fueron citados para el próximo miércoles.

En lo que sí hubo consenso fue en señalar el enorme daño que al proceso le hizo el inquilino de La Casa de los Perros al descalificar a priori a la senadora Claudia Anaya por puro gusto. Él decidió que ella no participaría más y esto, obviamente, no es lo correcto. A ver si no lo acusan de ejercer violencia política de género.

A confinamiento

El alcalde de Guadalupe, Julio César Chávez Padilla decidió irse a confinamiento voluntaria en tanto no le entregan los resultados de la prueba COVID-19 que tuvo que aplicarse luego de andar, del tingo al tango, con Mario Delgado, durante su gira proselitista para ser el dirigente nacional de Morena, quien ya dio positivo.

Julio César Chávez, consciente de la situación tomó una decisión acertada, lo que no hicieron todos los demás, incluidos los diputados que asistieron sin empacho ayer a las comparecencias de la Glosa, así como los regidores y síndicos que entusiasmados aplaudían cada palabra del de Morena y ahora siguieron su vida normal sin tomar en cuenta que podían ser un foco de infección para su familia y colaboradores. Sea por Dios.

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