No hay mal que por bien no venga

PEDRO JASSO CARRILLO

El sufrimiento de todos los humanos a causa del virus, sin duda alguna debe dejar una enseñanza, con ello deberá prevalecer en el futuro una cuantiosa solidaridad, que permita una mayor comprensión y tolerancia entre la sociedad.

Existe la necesidad urgente de fortalecer al ser humano con los valores universales y darles un uso pragmático. Educar nuestra mente y aprovechar las oportunidades que nos presenta la vida, es algo que no hay que echar por la borda. Todos tenemos propósitos y metas, en algún momento de la vida hacemos hasta lo imposible para lograr lo que anhelamos. Los valores se manifiestan en actitudes y grandes habilidades.

Las pérdidas humanas a causa del coronavirus han causado dolor, angustia y miedo, pero también reconciliación hacia los enemigos, han fortalecido los lazos familiares, han unido a los amigos y creado amistades entre desconocidos, reapareció la fraternidad entre la sociedad, han acercado a los padres con los hijos y propagado el perdón entre todas las personas. ¡Es increíble que esto lo provoca el virus más letal!

En la vida hay diferentes tipos de derrotas, en lo deportivo, en las parejas, con los amigos, en lo económico, en lo emocional y en el ámbito profesional. Cada día los seres humanos sufrimos por toda clase de derrotas.

En lo personal, debo mencionar que el año 2018 fue de grandes retos, pero también de grandes derrotas. Específicamente en lo electoral, fui candidato de Partido Verde a la Presidencia Municipal de Guadalupe, Zacatecas, una derrota que parecía definitiva y sin esperanzas de continuar. Sin embargo, me dejó muchas enseñanzas y representó el inicio de mi carrera política.

La vida cada día nos muestra dos caminos, continuar con tus sueños o dejarlos pasar, pero todo se trata de la voluntad que le imprima cada persona, de la motivación con la que cuente, ya que en lo personal, desde aquella derrota electoral, me ha impulsado el tener un municipio con servicios públicos eficientes, con seguridad, con servidores públicos honestos y responsables, aprovechar la cultura del municipio, promover el deporte, fomentar los valores para tener mejores ciudadanos y que todo Guadalupense sea feliz.

Es por eso por lo que me atrevo a afirmar: lo que te daña te fortalece y las derrotas pueden hacerte mejor cada día.