La Casa de los Perros: Fito Bonilla, bendecido

CLAUDIA G. VALDÉS DIAZ

De 31 metros de altura será el Cristo que, esculpido por Miguel Romo Santini, se colocará en el municipio de Tabasco. Y a pesar de los lloriqueos de que no hay dinero en Zacatecas ni para obras de infraestructura, ni para apoyar a los empresarios y comerciantes víctimas de la pandemia, y mucho menos para sueldos de maestros, aquí se gastarán 20 millones de pesos con la mano en la cintura.

La aportación llegará del gobierno diferente, así como del ayuntamiento administrado por el panista David Saúl Avelar, sin faltar la ayuda de la comunidad migrante y de los integrantes de la grey católica del municipio.

Y para que las cosas avancen, cómo debe de ser, el secretario del Campo, Adolfo Bonilla Gómez, dejó a un lado su trabajo con los productores para ir a darse una persignada y encabezar el acto de inicio de la obra.

De paso, por qué no, recibir el beneplácito del obispo de la Diócesis de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló.

El “Cristo de la Paz”, obra que contempla una capilla, avenidas de acceso, áreas verdes, un mirador de cristal de seis metros de altura y una explanada servirá, juran los involucrados en el proyecto, para detonar la economía de la región. Esperan que miles y miles, seguramente, lleguen a rezar para pedir empleo, seguridad, salud y bienestar para sus familias. Vaya, vaya…

En el 2018, al priista Enrique Flores Mendoza se le ocurrió una idea similar. Colocar una monumental Virgen de Guadalupe, en el municipio que gobernaba. Al final, la espectacular obra, que contrastaría con la marginación en la que viven los que serían vecinos de la escultura terminó, en medio de severas críticas, en nada.

Pero esta vez, posicionado como nunca, el Obispo hizo valer, una vez más, su poderosa voz. Ya lo había hecho cuando a unos diputados de Morena se les ocurrió la idea de acatar el mandato de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en lo referente a los matrimonios igualitarios. Ilusos. No entendían quién manda en Zacatecas.

Ahora, acompañado del suspirante consentido de La Casa de los Perros, el representante de la Iglesia Católica en Zacatecas hizo valer su autoridad y el Cristo va, porque va.

Y, de paso, impartió la bendición.

Informe atípico

El 8 de septiembre, el inquilino de La Casa de los Perros rendirá su penúltimo informe de gobierno. Según la invitación, ilustrada con una fotografía de la familia del gobernador, señala que el evento, mismo que será transmitido en redes sociales y en el canal oficial de televisión, iniciará a las 11:00 horas.

Alejandro Tello Cristerna sabe que este acto es su despedida. Un día antes, el 7, el proceso electoral arranca y la atención recaerá, aún más, en los aspirantes a sucederlo. La prioridad de funcionarios, militantes de los partidos con registro en Zacatecas, y de la ciudadanía en general será quedar bien con los gallos dispuestos a pelear no sólo por las llaves de esta finca, sino por una curul o un asiento en las 58 alcaldías. Las traiciones comienzan y se vienen en cascada. El gobernador lo sabe bien.

Por ello, su intención era despedirse con varios actos llenos de celebración y alegría, pero llegó la pandemia y los planes cambiaron. Ni fiesta, ni feria, ni Grito.

Y peor aún, hasta ayer por la noche, los diputados integrantes de la Comisión de Régimen Interno y Concertación Política (CRICP), el panista Pedro Martínez Flores; el petista Dolores Hernández Escareño; el perredista Juan Mendoza Maldonado; el morenista Jesús Padilla Estrada; la verde ecologista Susana Rodríguez Márquez; la de Nueva Alianza, Aída Ruiz Flores Delgadillo, y el priista José Ma. González Nava, no podían ponerse de acuerdo para cumplirle al gobernador su deseo: que la sesión solemne se lleve a cabo en el Palacio de Convenciones.

El jaloneo era fuerte, pero al final todo parece indicar que Alejandro Tello tendrá que acudir, con sus menos de 20 invitados –la regla en semáforo epidemiológico rojo prohíbe las reuniones con más de 25 personas, y en semáforo naranja de 50—a la sede del Congreso del Estado.

Sin duda será un informe atípico al cual Tello Cristerna tampoco podría ser acompañado de sus padres ni de sus hijos. Sólo su equipo más cercano si se toma en cuenta que el aforo permitido se llena en un 70 por ciento con los 30 diputados y sus asistentes.

El gobernador sabe que estará en la mira de todo Zacatecas, así que deberá cumplir, al pie de la letra, con las disposiciones sanitarias. Ni modo.

Candil de la calle

La queja de los pocos trabajadores de la Secretaría de Economía que acuden a las oficinas en Ciudad Administrativa es que las medidas sanitarias son muy laxas.

Al inicio de la pandemia en Zacatecas, hace más de 150 días, se le entregó a cada uno, por parte de la Secretaría de Administración, un kit de higiene con careta, cubrebocas, gel y una franela.

Pero el tiempo pasó y a nadie le interesó más vigilar la toma de temperatura al ingresar, así como dispensar gel y pisar un tapete desinfectante. Cada uno hace lo que quiere.

Lo raro de la situación es que el secretario Carlos Bárcena Pous se ande paseando por oficinas federales entregando cubrebocas, gel antibacterial y caretas.

Así lo promocionó él mismo en sus redes sociales, cuando posteó una fotografía en las oficinas del Registro Agrario Nacional, delegación Zacatecas, Según él, su nueva obligación es repartir material donado por la Fundación del Grupo México y la administración estatal entre la burocracia del Gobierno de la República.

Mientras, el Centro Histórico continúa inundado de mantas de protesta de los comerciantes a los que no les han llegado, ni de broma, los apoyos prometidos.

Bien calificado

El alcalde de Zacatecas, Ulises Mejía Haro, apareció en la última encuesta de la empresa Massive Caller, en el lugar número ocho de los alcaldes con mayor aprobación en el país.

Encabeza la lista el presidente municipal de Tampico, el panista Jesús Nader Nasrallah, seguido de la alcaldesa de Chihuahua, la también panista María Eugenia Campos Galván y la independiente Clara Luz Flores Carrales, que gobierna General Escobedo en Nuevo León.

La lista sigue hasta llegar al zacatecano que figura con un 53.3 por ciento de aprobación.

Ante la proximidad de proceso electoral, Ulises Mejía también se ubica entre los presidentes municipales con mayor probabilidad de voto. Y es que a la pregunta: ¿si su actual alcalde quisiera reelegirse o buscar un nuevo puesto público votaría por el en las elecciones del 2021?, el de Zacatecas logró el 45 por ciento.

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