Jerez… Miel y veneno a la vez

RICARDO EVODIO CABRAL VERA

Apostando a la suerte

Se cumplieron dos semanas de que una cantidad considerable de jerezanos salieron en una especie de estampida, a hacer su vida como si nada pasara, a dar rienda suelta a la fiesta y naturalmente al consumo de alcohol, olvidándose por completo de las medidas de prevención, en medio de un alto riesgo de contagio.

Parece que transcurridos los 14 días de espera para que el virus se manifieste, al menos esa primera salida masiva no tuvo consecuencias de un contagio colectivo como muchos  temían y hasta pronosticaban.

Esa sería la buena noticia, pero la mala es que la fiesta no para y las calles siguen registrando gran número de personas en el festejo y por tercer fin de semana consecutivo, la pachanga se hizo presente en el primer cuadro de la ciudad.

Esto es demasiado apostar a la buena suerte y ver cuántas oportunidades más nos puede dar la vida.

50 positivos

A pesar de que Jerez desde hace varias semanas dejó de ser el epicentro del virus en la entidad y de esta manera perdió el nada honroso número uno en la estadística estatal (ahora se ubica en el sexto puesto), no hay motivo para relajarse, pues con el caso confirmado el sábado pasado, llegamos al medio centenar de contagios, lo que significa que el virus sigue activo.

Por ello, es preocupante que estando de por medio los valores más preciados, que son la salud y la vida misma, en la tierra de Ramón López Velarde, creamos falsamente que tenemos  una especie de inmunidad y que no pasará nada, pero hasta ahora en todo el mundo no se ha declarado que absolutamente nadie pueda ser considerado inmune al COVID, ni por su edad, sus buenos hábitos, su fortaleza física, ni por su capacidad económica, su posición social, ni por ningún otro factor.

Jerez el buen ejemplo

Es bueno resaltar que en su momento los jerezanos dieron buen ejemplo de comportamiento en la fase inicial de la pandemia y sobre todo ante el miedo que provocó en las primeras semanas el alarmante crecimiento de casos, mientras que, en otros lugares, llamaban a cuidarse de todo contacto con habitantes de este pueblo mágico.

El hecho de que Jerez por algún momento tuviera el aspecto de un sitio en el semiabandono, con la mayoría de los comercios cerrados y que redujera al máximo la actividad cotidiana y la suspensión de los principales festejos, , finalmente rindió frutos; pero la batalla no se ha ganado, el virus no está todavía ni siquiera cerca de ser vencido; la entidad se ubica ahora en semáforo rojo y al menos dos de los municipios colindantes al nuestro, aumentan todos los días de forma considerable los casos positivos.

Por ello, quienes han decidido extremar precauciones y mantenerse inactivos durante casi cuatro meses, se preocupan y reclaman que haya personas que parecen olvidar los 10 decesos hasta ahora registrados y la incertidumbre de las familias que han tenido que enfrentar la pandemia en alguno de los suyos.

Responsabilidad personal

Podremos estar o no de acuerdo con las medidas de prevención que las autoridades en los tres niveles de gobierno han presentado; lamentablemente hay personajes que hasta esto pretenden politizar.

No descartamos que se hayan tomado decisiones equivocadas y que el regreso a las cotidianeidad fue un tanto apresurado y la sociedad (al menos en Jerez) no estaba preparada para ello.

Está claro que quien gobierna es responsable en la tarea de procurar bienestar, en este caso la salud, de desarrollar políticas públicas y en casos como el que nos ocupa,  adoptar medidas emergentes que permitan reducir al máximo el riesgo.

Pero hablando de prevención, al estado le corresponde proponer estrategias, aunque definitivamente quien lleva la responsabilidad personal de adoptar las medidas sanitarias y de prevención, es cada ciudadano.

Sube el termómetro político

Por cierto, en medio de la pandemia, los políticos tienen claro su calendario electoral, saben que se avecina un proceso que será muy competido tanto en la fase partidista, como en la constitucional y no pierden la oportunidad de darse a notar, ya sea señalando errores de la autoridad en turno o figurando en las redes sociales.

Se han propiciado algunos “encuentros casuales” y se ha visto compartiendo mesa a personajes que –dicen los malpensados–, empiezan a intentar amarres y acomodos, algunos incluso ya firmaron la pipa de la paz que se rompió en contiendas pasadas.

Sube la temperatura en el ambiente político del municipio, comienzan a barajarse  nombres, unos con ciertas posibilidades y otros que simplemente no quieren estar fuera de la jugada. Conforme se acerque el inicio del proceso, más se estará hablando sobre el tema, ya habrá tiempo para comentar el tema.