El aumento de la pobreza en Zacatecas no preocupa a la Secretaría del Bienestar

JACOBO CRUZ 

 

El Movimiento Antorchista está encabezando la inconformidad social en Zacatecas ante la exclusión que sufren unas 10 mil personas por parte de la delegación de programas del bienestar encargada de manejar los programas sociales que no llegan a los pobres a pesar de cubrir sobradamente los requisitos y que urgen por las carencias como consecuencia del distanciamiento social ocasionados por la multicitada pandemia. 

Para facilitar la tarea a la dependencia, la organización entregó el listado con nombre, dirección y teléfono, es decir, con los datos precisos de las personas interesadas, pero hasta el momento no se ha registrado la visita de los servidores de la nación en el domicilio de los solicitantes, sin embargo, este trámite lleva al menos un año, tiempo en el que se supo con claridad el procedimiento de ingreso a este tipo de acciones del Gobierno de México

En el contexto de manifestaciones de inconformidad social el día de ayer, Roberto Luévano Ruiz, secretario de Desarrollo Social (Sedesol), precisó con números lo que se sabía ya: por la pandemia se tuvo el aumento de 850 mil pobres en todo el estado; es decir, 108 mil personas más en condición de pobreza. De acuerdo a lo declarado por el funcionario estatal este aumento representa 10 por ciento más de personas en condición de pobreza en Zacatecas, la única variante en este enfoque es que las afectaciones no serán en los municipios con mayor índice de pobreza, sino en zonas donde existe mayor concentración de población, incluso se dará en demarcaciones donde se manifiestan cadenas de producción, además que se desarrolla la industria y el comercio, es decir, en municipios donde no tenían tantos pobres, pero que ahora ya los tienen.

De acuerdo a la información del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en Zacatecas el 46.8 % de la población padece pobreza, 43.5 % sufre pobreza moderada y 3.4 % se encuentra en pobreza extrema según la última medición de 2018, seguramente este dato se había modificado, pero es la referencia que se tomó en cuenta para las estimaciones de Desarrollo Social y me atrevo a afirmar que la cifra sea conservadora, porque en nuestro contacto con la gente como activistas de Antorcha en unos 30 municipios se escuchan los “lamentos por doquier”, como la letra de El Jibarito. 

Ahora en la nueva normalidad aún se siguen dando señales de franca hambruna entre la ciudadanía al grado de pedir el auxilio de autoridades y de la sociedad civil para que regalen alimento, para eso la gente perdió la vergüenza y puso trapos blancos, cartulinas, escribió cartas, subió videos a las redes sociales para hacer notar en donde había familias en esta condición que denota la pobreza extrema, el no tener qué comer.

Es notorio como sectores que al parecer “vivían bien” con estos tres meses sin trabajo la están pasando muy mal y como consecuencia se incrementó el número de gentes en los semáforos de las avenidas de la zona conurbada de la capital zacatecana donde a los habituales limpia parabrisas se sumaron músicos, payasos, vendedores de artesanías, de libros, pero también se registró un gran número de vendedores de comida en las calles así como a domicilio quienes ofrecen sus productos con el fin de hacerse de recursos para salir adelante, pero junto con todo esto aumentó detonó el índice de robos a casa habitación y delincuencia, expresiones todas de un mal general que es la pobreza, fenómeno, que como he descrito es evidente que creció y así lo reconocen las autoridades de la Sedesol.

Por todo esto se esperaría una actitud de mayor preocupación y no la apatía e indiferencia que asume la súper delegada Verónica Díaz, quien no se ha dignado en atender a los pobres que acuden a sus puertas desde hace más de un año con el pretexto de estar muy ocupada, con lo que deja en evidencia que no le importa el sufrimiento y que el discurso de la 4T no es congruente con los hechos.

Los miles de zacatecanos excluidos de los apoyos desmienten que para Morena “el primero los pobres” sea el centro rector de su política social, demostrándose abiertamente que fue solo una estrategia de campaña para sumar votos y ahora que se reclama la universalidad de los programas se descubre que esto no es cierto y que los apoyos siempre no son para todos.

Finalmente quiero destacar que el líder antorchista Osvaldo Ávila, que está encabezando a los excluidos acordó con ellos que se dará un voto de confianza a la delegada y el próximo 10 de julio sostendrán una reunión para evaluar los avances porque el único fin es que sean tomados en cuenta habitantes de municipios como Guadalupe, Vetagrande, Panuco, Villanueva y Trancoso, Pinos, Loreto y Fresnillo. En el tema de las acusaciones del presidente AMLO en contra de la organización solo se exige cumpla la promesa de campaña y que los apoyos lleguen, a través de quien él decida, “pero que lleguen”, además de que se terminen las acusaciones contra Antorcha y si se tienen pruebas es ya menester el mandatario las presente, de lo contrario quedará como un mentiroso.