Impera el desorden e irresponsabilidad de la federación en la “Nueva Normalidad”

JACOBO CRUZ

La Organización Mundial de la Salud (OMS), reportó ayer 106 mil casos de COVID-19 en un solo día, el más alto desde el inicio de la pandemia, esto sobre todo se registró en Estados Unidos, Brasil, Rusia, Arabia Saudita, India, Perú y Catar, noticia que causó temor en todo el mundo y encendió la alarma de la institución a través de su titular, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en una conferencia de prensa virtual en Ginebra, Suiza. El dato fue enfático, hasta la fecha se contabilizan 325.000 personas fallecidas.

En México, José Luis Alomía, director general de Epidemiología, reportó que los contagios por COVID-19 acumulados en el país son 56,594, además, desde el inicio de la epidemia y que  México ha sufrido 6,090 fatalidades y así, a pesar de los datos duros que encendieron los focos rojos a nivel mundial, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha decidido reiniciar algunas actividades  desde el pasado 18 de mayo en todo el país que se extendería en al menos unos 269 municipios en 15 estados que no presentan casos confirmados, ni tienen vecindad con infectados y se prepara la segunda fase que contempla la reapertura general.

Ya encaminada la estrategia nacional  para regresar a la “Nueva  normalidad” se nota un verdadero desorden y se deduce que hay gran irresponsabilidad del titular del ejecutivo federal que se ha mostrado muy servil a los intereses principalmente del gobierno de Estados Unidos que comanda el republicano Donald Trump sin tener visión propia que se adapte a las condiciones particulares del país y sin lograr en todo caso un consenso con gobernadores de los estados, para que a su vez ellos participen estos ejes rectores a los presidentes municipales que hacen lo que pueden con sus propios medios y usando algunas medidas que después de aplicadas se les dice que no sirven, cuando han gastado recursos económicos y humanos.

Así tenemos que López Obrador, muy fiel a su estilo desparpajado de gobernar se lava las manos y delega la responsabilidad en la toma de decisiones a los gobernadores, para que en caso de un rebrote y contagio masivo sean ellos los que paguen los costos políticos, económicos y de prestigio, en fin, para echarles luego la culpa de sus acciones que pueden resultar desastrosas.

Según se sabe, la postura de Trump y su gobierno fue indicar al de la 4T que serían tres sectores los esenciales, es decir, la industria minera, automotriz y de construcción que reiniciarían el lunes pasado; luego se desdijo, los empresarios protestaron, AMLO fue obligado a rectificar y pospuso el reinicio hasta el 1 de junio. Y así todo mundo anda ya enloquecido en las calles, otra vez por los vaivenes en las opiniones del eterno aprendiz de la administración pública, sin tomar en cuenta su experiencia acumulada cuando fungió como “Presidente Legítimo” en el 2006 (es ironía), haciendo segunda al oficial que era Felipe Calderón Hinojosa.

Pues bien, ante el lío están los gobernadores de las entidades que al igual que en los municipios se asesoran y tratan de cobijar a la población, tal como sucede en Zacatecas. Aquí se está diseñando la estrategia para tal fin a través de la puesta en marcha del semáforo con que habrá de activarse la vida económica y social. Como consecuencia las mineras más poderosas del estado, entre las cuales encontramos a la canadiense Newmont Goldcorp, Peñoles y Frisco se prevé que puedan  reanudar actividades el próximo mes de junio, mientras que las de autopartes como APTIV, COYDE, ARESTY que se calcula crean 24,000 empleos, además de las constructoras, tendrán que someterse al semáforo sanitario que estará controlando el gobierno del estado, según trascendió y que encenderá sus luces en cuatro momentos según las condiciones de control y protocolos que cada unidad tenga.

Como se dijo antes el descontrol quedó evidenciado cuando los mandatarios estatales sostuvieron una reunión con Olga Sánchez Cordero, Secretaria de Gobernación, donde no se convocó a todos los gobernadores, -tómese en cuenta que algunos les hacen el feo por ejemplo de López Obrador- pero no se aterrizó ningún acuerdo y cada gobernador tomará las decisiones que crea convenientes para la salud de su gente y para la economía de sus estados.

Y así, con ese antecedente cada uno decidió la medida para salvaguardar la salud de la población, por lo que en entidades donde hay armadoras como Aguascalientes, Guanajuato y San Luis Potosí, finalmente decidieron abrir, mientras que en Puebla con el morenista Miguel Barbosa, -donde está asentada la planta Volkswagen- se decidió abrir la planta el 1 de junio.

Y aquí estamos los zacatecanos en una terrible situación de pobreza y desigualdad que podría aumentar hasta en un 10 % para los próximos meses según opiniones de los más optimistas al término de la contingencia. La población indefensa de Guadalupe, Fresnillo, Trancoso, Vetagrande, etc., a través de la redacción de cartas en papel solicitan la entrega de apoyos alimenticios para sortear la falta de empleo e ingresos a consecuencia de baja actividad económica, quienes con misivas hechas “de puño y letra” y que van dirigidas al presidente México, le insisten en la necesidad a apoyar a los que menos tienen.

Las cartas redactadas en papel, como bien sabemos son un medio de comunicación en desuso desde hace décadas, pero en esta contingencia madres de familia, adultos mayores, discapacitados principalmente quienes están acudiendo a mandar cartas tradicionales al presidente de México esperando que su llamado surta efecto. En su mayoría coinciden que a casi dos meses de confinamiento y a pesar del reiterado intento por hacer notar la hambruna en distinto grado no han conseguido la atención, que al igual que los gobernadores de México y alcaldes están alejados de la federación que no quiere formar un único frente de solución a las secuelas que está dejando la pandemia.