Sin dinero, trabajo y alimentos; urge respaldo del gobierno de la 4T

JACOBO CRUZ

El pasado lunes 13 de abril el gobernador de Zacatecas, Alejandro Tello Cristerna afirmó que Zacatecas necesita apoyo de la Federación para afrontar la crisis económica provocada por la pandemia, por lo que solicitó al presidente Andrés Manuel López Obrador dé soporte económico a su gobierno por dos mil millones de pesos.  Con la lectura de una extensa carta el mandatario estatal detalló las necesidades que se padecen por la contingencia sanitaria esperando que el Gobierno de México responda favorablemente, pues en el documento dado a conocer a la opinión pública se argumenta que ha implementado importantes acciones de austeridad con la disminución de salarios, así mismo de ordenar las finanzas estatales de acuerdo a la Ley de Disciplina Financiera y con la intención de eficientar recursos, es decir, hacer mucho con poco, pero sin contraer deuda.

“Zacatecas ha hecho la tarea y se ha ajustado el cinturón para hacer lo más con muy poco”, puede leerse en el comunicado, insistiendo que ante la precariedad se darán prioridad a dos rubros: salud y economía, en consecuencia, otros aspectos serán relegados a segundo plano.  En este escenario explicó que tan solo para atender a cada paciente del Covid -19 durante los 14 días que requiere para su recuperación se necesitan alrededor de  518 mil pesos, mientras que comerciantes, trabajadores del transporte urbano como micro buseros y taxistas, además de miles de obreros de las minas y de las tiendas de autoservicio al igual que los prestadores de servicios turísticos, actividades que prácticamente han desaparecido de las escena económica requieren de créditos del gobierno estatal.

Y la parte que me parece requiere mucha atención es que se plantea que de no lograrse el respaldo del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), se prevé se presenten escenarios adversos que pongan en riesgo “la estabilidad económica, política y social de nuestro estado”, pues a la fecha se habían perdido ya alrededor de 2 mil 710 empleos. Así la cosas en Zacatecas.

En ese sentido también es de destacar que la 63 legislatura se discute un ajuste al Presupuesto de Egresos 2020 a petición del titular del ejecutivo, pero dándose a conocer que algunas dependencias sufrirán significativos recortes, tratase del DIF estatal, el Instituto de Cultura Física y Deporte, Instituto de la Juventud,  la Secretaría de Finanzas, Secretaría de Educación, Secretaría del Migrante, así también la Comisión Estatal de Derechos Humanos y no se ve de donde saldrán los dineros  que faltan ya que también han caído las contribuciones en las arcas estatales y municipales, situación manifestada por varios alcaldes de demarcaciones importantes como Fresnillo, todo esto en el escenario de la pandemia que está entrando a la fase 3 de la emergencia sanitaria según las autoridades de salud.

Y mientras el gobierno se queja de falta de dinero, imaginemos como la están pasando los pobres: sin dinero, sin trabajo, sin alimentos y sin esperanza, seguramente hay familias que tiene ahorros pero son muy pocos, mientras la mayoría de trabajadores del campo y la ciudad están acudiendo a las pocas reservas de alimentos guardados en la alacena aprovechando al máximo tanto el dinero como los comestibles que pueda conseguir al día y postergando el pago del servicio eléctrico, pero asegurando el agua potable junto con la comida.

Cuando esto sucede, el gobierno federal de la 4T, que prometió el oro y el moro se haya estrangulado por la sinhueso, en un callejón sin aparente salida y con visos de corregir errores como la contratación de nuevos médicos, que hace poco corrió.

A la histórica carencia de falta de obras de infraestructura social básica, ahora se suman algo que no se había vivido desde hace mucho tiempo y que hace recordar las lecciones de historia de México donde se describen las condiciones de miseria de los campesinos en el remoto  1915, año que se le conoce como el año del hambre en virtud de que, por un lado, los comerciantes acaparaban los productos, y por el otro, las mercancías escaseaban hasta el límite. El papel moneda no tenía valor debido a que el grupo revolucionario que se hacía de la capital imponía el suyo y desconocía al anterior. En tal virtud, en el remoto caso de que hubiera alguna mercancía, no había manera de comprarla, pues, aunque tuvieran “costales de billetes”, el dinero no era válido. Ahora también hay mexicanos que tienen costales de dinero y no sufren como los pobres que esperan que el gobierno de Morena atienda a los millones de mexicanos que caerán en el desempleo.

Considerando el abandono histórico, pero para evitar conflictos mayores el gobierno federal debe implementar de forma urgente un programa de distribución masiva de alimentos sobre todo a los sectores más empobrecidos. Esta exigencia es enarbolada por el Movimiento Antorchista ante el gobierno federal porque es momento de que se usen las reservas de recursos que se tienen para estas catástrofes y garantizar temporalmente que la gente no sufra hambre.

Por fortuna, en estos tiempos la población con más posibilidades da lecciones de unidad y brota el sentido solidario, por lo que ante la falta de respuesta contundente de los gobiernos en sus tres niveles ya se organizan aportando productos y los hacen llegar a los más sufridos.  Por su parte, el antorchismo en Zacatecas realizó una entrega significativa de víveres en número de cinco mil despensas llevadas a los hogares de municipios como Guadalupe, Fresnillo y Vetagrande, pero no son suficientes, por tanto, exigimos que AMLO ponga en pausa los megaproyectos como el tren maya, la refinería de Dos Bocas y la construcción del Aeropuerto en Santa Lucía, porque ahora las prioridades son la salud y la comida del pueblo de México y para esto se requiere dinero. Los pobres están esperando que se vea el humanismo y compromiso social de la Cuarta Transformación.