La Casa de los Perros: Es el conservadurismo el mandón en Zacatecas

CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ

El pasado 13 de agosto, una delegación de la Secretaría de Turismo acudió al vecino estado de Aguascalientes para, durante tres días, promocionar entre agencias de viaje, empresarios japoneses, medios de comunicación y población en general, lo atractivo que resulta darse un paseo por Zacatecas.

De cara a la celebración de la Feria Nacional de Zacatecas, Eduardo Yarto y su personal mostraron a los aguascalentenses los productos y experiencias turísticas que hoy se ofrecen, así como el envidiable catálogo de museos y lo atrayente de sus seis Pueblos Mágicos. Todo parecía haber salido de maravilla.

Pero fue el secretario de Gobierno de Aguascalientes, Enrique Morán Faz, quien se encargó de retomar el añejo y muy recurrido discurso de que, en Zacatecas, la inseguridad impide a los turistas viajar a toda hora por las carreteras. Para él, andar por esta tierra “es un riesgo que se debe tomar en serio”.

Si bien en Zacatecas, como en todo el país, incluido el propio Aguascalientes, la inseguridad es un tema de preocupación, el casi emitir una alerta de viaje, a unos días del arranque de la Feria Nacional de Fresnillo, y de la Feria Nacional de Zacatecas no sólo resulta irresponsable, sin poco diplomático y de muy mala leche.

Para Morán Faz, viejo conocido de los vecinos por sus prácticas siempre violentas a la hora de disolver manifestaciones, la noche zacatecana es harto peligrosa, además de que, según él, a la Feria de Zacatecas “acude algún tipo de personajes de la zona de los cañones o de la zona norte del estado que, pues, allí sí tendríamos que decir que tengan sus cuidados”.

En el gobierno diferente, los funcionarios tienen por costumbre guardar silencio ante declaraciones tan irresponsables como esta y esperar a que sea el inquilino de La Casa de los Perros, quien termine por dar la cara. Lo malo es Alejandro Tello Cristerna se despareció para irse de vacaciones.

Por ello, sorprendió a propios y extraños la declaración del secretario general del Gobierno, Jehú Salas Dávila, quien puso en su lugar a su homólogo y, de paso, le dejó en claro al aguascalentense que los delincuentes radican plácidamente en tierras hidrocálidas. Allá viven sin que nadie los moleste.

Los malos delinquen en Zacatecas y viven en la impunidad en Aguascalientes, en donde pareciera son cobijados y hasta protegidos. Pero sobre eso, Enrique Morán Faz guarda silencio sepulcral.

El tema resultó ser la vitrina perfecta para que Salas Dávila demostrara que no sólo está atento, sino que anda ocupado haciendo su chamba. Poco a poco, la mano del más joven secretario de Gobierno que haya permanecido en una de las habitaciones de La Casa de los Perros se comienza a sentir, lo que pone nerviosos a varios.

Alejandro Tello y Jehú Salas demostraron en este verano que cuando quieren, pueden. Ahí está la fuerza que dejaron clara al llevar a casi 30 mil zacatecanos a las urnas en una elección partidista interna. Ahí está el cabildeo entre los diputados para que los matrimonios igualitarios, al menos en la LXIII Legislatura, no fueran dados por buenos.

Quienes crean que Salas Dávila no puede ser esa persona a la que se refería el gobernador, como “una sorpresa” a la hora de elegir candidato a la gubernatura por el tricolor andan errados.

Ya se sabía

Ya se sabía que la reforma al Artículo 100 del Código Familiar de Zacatecas no sería aprobada en esta Legislatura. La orden para que esto sucediera se había dado con firmeza, por ello hubo quien cuidó hasta el último momento para que el pensar y sentir de nuestro inquilino, y obviamente de su esposa, prevaleciera entre las curules de la LXIII Legislatura.

Esta decisión, que de manera vergonzante no contó con un solo argumento a favor en la Tribuna, se podría decir que es temporal. Habrá controversia constitucional, intervendrá la Suprema Corte de Justicia de la Nación y los matrimonios igualitarios serán una realidad en la entidad. De hecho, ya lo son en Zacatecas capital, Ojocaliente y Villanueva. Ahí sus alcaldes, los morenistas Ulises Mejía Haro y Daniel López Martínez, así como el perredista Miguel Torres Rosales, generaron las condiciones para que así sea. Y todos son felices.

La discusión de la viabilidad del matrimonio igualitario no es más que una guerra mediática en la cual la fuerza del conservadurismo demostró su poder. Los rezos, y no los derechos, son la prioridad. Pero eso, también, ya se sabía.

Ironías

El panista Pedro Martínez es hoy diputado local no gracias al voto mayoritario de los zacatecanos, sino a su discapacidad. Él obtuvo su lugar en la LXIII Legislatura porque alegó ante tribunales ser víctima de discriminación. Ayer, con su voto, olvidó esos argumentos y optó por excluir a las personas del mismo sexo que se aman y quieren casarse con los mismos derechos legales que los heterosexuales.

La mayoría de las diputadas que hoy tienen un espacio en el Congreso del Estado están ahí porque detrás hay una férrea lucha en contra de la discriminación por género a la hora de repartir las candidaturas en los partidos políticos. Muchas de ellas sin capacidad siquiera para leer más de dos líneas de corrido, ganan más de 30 mil pesos sólo de dieta mensual porque hubo quien defendió su derecho a la igualdad. Ellas, también, con su voto, se olvidaron de esos argumentos y se limitaron a obedecer. Vaya, vaya…

Las dos caras de la moneda

Ulises Mejía Haro demostró que cuando se trabaja y hay visión se logran muchas cosas. Por lo pronto, exitosamente encabeza a la comitiva zacatecana integrada por el titular de la Secretaría del Zacatecano Migrante, José Juan Estrada Hernández, y los presidentes municipales de Jalpa, Carlos Carrillo Gómez; de Calera, Reynaldo Delgadillo Moreno, y de Sombrerete, Alan Murillo Murillo, y logró formalizar con el gobernador de Utah, Gary Herbert, un acompañamiento mixto para tratar temas en materia migratoria y explorar la áreas de oportunidad y cooperación entre Zacatecas, sus municipios y el estado de Utah.

Y, por si fuera poco, el presidente municipal de Zacatecas presidió además en Salt Lake City, la segunda audiencia pública especializada para migrantes.

Mientras, los otros, los que no trabajan, los que quieren obtener todo con grilla barata, se revuelcan en el lodo de la envidia y la traición.

La síndica Ruth Calderón Babún, tras ser exhibida como una marioneta de chapulines, que ahora en Morena andan de quedabién “asesorándola”, fue a la Auditoría Superior del Estado, en donde manda, y bien, Raúl Brito, a denunciar supuestas irregularidades cometidas por Mejía Haro.

Sin pruebas, pero sí con mucha rabia por delante, la expriista quiere poner en capilla al alcalde, pero se olvida que, desde el inicio de su triste travesía por la sindicatura, Ulises Mejía le dio las gracias por el favor, pues al ser auditado invariablemente saldrá a relucir el trabajo que hasta hoy ha realizado. Y entonces sí se sabrá quién da resultados y quien seguirá sumida en la ignominia.

Twitter: @lasnoticiasya @claudiag_valdes

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