¿Y la operación política?

JUAN GÓMEZ

El 2019 ha sido para el estado de Zacatecas uno de los años más complicados en tres aspectos que son fundamentales para la conducción de cualquier estado: la economía, la política y la seguridad. 

En lo económico el gobierno federal endurece su política en contra del estado gobernado por un mandatario de extracción priista, al suspender la canalización de 504 millones de pesos etiquetados para continuar las obras de construcción de la presa Milpillas, el proyecto hídrico más importante para el estado.

El anuncio del proyecto de construcción de la presa Milpillas ubicada en el municipio de Jiménez del Teúl, lo hizo el gobernador Miguel Alonso Reyes en su último informe de gobierno, para robarle la paternidad al próximo gobernador del estado y apropiárselo mediáticamente.

Alejandro Tello Cristerna lo asumió como propio y de inmediato inició los preparativos para la consolidación del proyecto, pero éste siempre ha estado bajo la mira de políticos ambiciosos y de funcionarios ineficaces, lo que ha sido capitalizado por la actual administración federal para suspender la canalización de recursos.

El presidente López Obrador desde un principio no mostró voluntad para apoyar la construcción de la mencionada obra hídrica, y el primer condicionamiento que planteó fue la realización de una encuesta para la ejecución de la obra.

Cabe mencionar que ejidatarios de El Potrero, Estancia de Guadalupe, Atotonilco y Corrales, entregaron una carta al presidente en su visita a Zacatecas en el mes de enero, en la que muestran su oposición a la construcción de la presa bajo el argumento de que “nuestro municipio se quedará sin agua, nuestros ejidos sin tierra, y nuestras casas bajo el agua (…) por el inminente peligro de inundación”.

Fue entonces cuando López Obrador mencionó en su discurso que el presupuesto para su inicio ya estaba etiquetado para 2019, pero que se aplicaría siempre y cuando se tuviera el consenso de la ciudadanía.

En el acto el presidente propuso realizar una consulta pública para conocer la voluntad de la ciudadanía respecto al proyecto hídrico, lo cual nunca sucedió. Optó por suspender la canalización de recursos para la continuación de los trabajos, lo que para su administración es más efectivo, debido a que el recurso de las consultas populares está muy desacreditado.

Es claro que AMLO no apoyará a un gobierno priista en Zacatecas, en donde los morenistas ya se alisan los bigotes para llegar al poder en el 2021, pero tampoco se ve una operación política doméstica y menos aún, eficiencia en la administración estatal, especialmente en quienes son responsables del proyecto. Se juntó el hambre con la pobreza.

Los dos responsables de la Secretaría de Agua y Medio Ambiente que han estado al frente de esta dependencia durante la presente administración, mostraron incapacidad para resolver los obstáculos sociales y políticos para conducir y darle viabilidad a la construcción. Ambos fracasaron y ahí están los resultados.

La ineficacia fue muy bien aprovechada por la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para quitarle 504 millones de pesos al estado.

Naturalmente que la falta de operación política y la ineficacia administrativa se conjugan para obtener una disminución de los recursos presupuestales para Zacatecas.

Lo peor es que tanto actores políticos como gubernamentales se quedan atónitos e inmóviles para realizar acciones que contrarresten las de la federación, que están afectando al gobierno estatal y frenando la economía doméstica.

En cuanto a la seguridad que prevalece en el estado, se encuentra secuestrada por cinco grupos delictivos que operan en la entidad, pero además, los delincuentes del orden común, también mantienen bajo control a la ciudadanía que sufre las consecuencias de robos a casa habitación, de autos y de otros delitos que no han podido controlar las autoridades estatales y municipales.

La situación sigue siendo preocupante porque no se frena la violencia en el estado. De acuerdo a datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, los niveles de delitos de alto impacto se mantuvieron durante el primer semestre del presente año, en relación con el 2018 considerado el más violento.

En el mes de junio pasado, por ejemplo, se registraron 51 víctimas de homicidios dolosos, seis más que en el mes de mayo, lo que acumuló 292 víctimas en el primer semestre del 2019.

Ya se verá si la llegada de la Guardia Nacional a Zacatecas logra contener la violencia y la acción de los cinco cárteles que se disputan los municipios de la plaza, en tanto que la comisión de delitos comunes, los ciudadanos siguen siendo víctimas en sus casas y en las calles, tanto de delitos patrimoniales como de robos en vía pública.

Mientras tanto en el transcurrir del 2019 se observan las complicaciones en la problemática social, política y económica zacatecana.

¿Quiénes operarán políticamente en favor de Zacatecas?

A tiempo.

Twitter: @juangomezac

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