Breves recetas de Economía. ¿Qué es el costo de oportunidad?

JAVIER LARA CABALLERO

Absolutamente todos los individuos, todas las empresas y todos los gobiernos tomamos decisiones todos los días, y lo hacemos pensando que esas decisiones, son las más adecuadas para obtener los mayores beneficios, por lo que de alguna u otra manera, pasan por un proceso de autoevaluación acerca de lo que necesitamos y de lo que estamos dispuestos a hacer para obtenerlo.

En sentido estricto, el costo de las decisiones no puede medirse siempre en términos monetarios. Si un individuo decide levantarse más temprano o más tarde cualquier domingo, no significa que vaya a perder dinero. Lo mismo sucede con un gobierno que decide prescindir de los servicios de un funcionario público, a quien remplaza por otro, por que finalmente el desembolso será el mismo.

Sin embargo, también es cierto que, en algunas ocasiones, todos nos cuestionamos sobre si tomamos o no la mejor de las decisiones, o por lo menos ha pasado por nuestras cabezas lo que los norteamericanos conocen como el “What if”, o lo que es lo mismo ¿Qué hubiese sucedido sí? Pongamos un ejemplo bastante sencillo: Un domingo cualquiera, una persona decide quedarse en la cama media hora más de lo que normalmente lo hace, y resulta que al minuto veinticinco, sucede un terremoto que derrumba por completo el edificio en el que vivía, y la persona muere durmiendo el sueño de los justos ¿Qué hubiese sucedido si esa persona se levantara como de costumbre y salía a hacer ejercicio como habitualmente lo hacía? Muy probablemente habría sufrido la intensidad del terremoto al caminar por el parque y desde ahí, habría visto derrumbarse a la distancia el edificio en el que vivía.

Pensemos otro ejemplo ¿Qué hubiese pasado si los responsables de las fuerzas básicas del equipo de futbol del Barcelona hubiesen determinado que la altura de Leo Messi resultaría un impedimento para ser un futbolista de élite? Pues que muy seguramente, nos habríamos privado de ver jugar a uno de los más grandes de todos los tiempos, y el Barsa tendría varios campeonatos menos de los que tiene.

Un último ejemplo ¿Qué hubiese sucedido si los veracruzanos, en lugar de votar por Javier Duarte, lo hubiesen hecho por cualquier otro de los candidatos que aparecían en las boletas? Que seguramente, no hubiésemos padecido el mayor escándalo de corrupción política en la historia.

Los ejemplos anteriores, nos dejan claro que cada vez que siempre existirán consecuencias al tomar una decisión, ya sea individual o colectiva, y que esas consecuencias, dependiendo de los resultados, serán positivas o negativas.

Mas allá de ello, el concepto del costo de oportunidad, no hace referencia a lo que nos cuesta tomar una decisión, si no a las consecuencias de haber desechado otra opción.

Como esta columna intenta acercarnos con ejemplos cotidianos a conceptos complejos, podríamos ejemplificar al costo de oportunidad así: En su juventud, Mónica era una estudiante muy pretendida por muchos de sus compañeros, y ella decidió darle el sí a un joven atractivo y muy sociable, prefiriéndolo sobre otro joven de excelente desempeño académico, pero demasiado retraído y poco sociable. Al paso de los años, el joven atractivo termino por volverse alcohólico e irresponsable, y el joven estudioso, ganó el Premio Nobel de Medicina ¿Qué hubiese sucedido en la vida de Mónica si su decisión hubiese sido a la inversa? Eso, precisamente, es el costo de oportunidad. Las consecuencias de haber elegido una opción, descartando otras.

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