Guadalupe, un dilema entre imposiciones y agandalles

MIGUEL ÁNGEL REYES

(Parte 1)

Más allá de las desenmascaradas imposiciones que se pretenden hacer en Guadalupe –Distritos III y IV Locales, y municipio más rentables electoralmente-; de ese desazón que causó la llegada intempestiva de Julio César Chávez a Morena; de esos chantajes de supuestos militantes que abortan al último momento su dignidad política por venderse a otras expresiones (una cosa es el chantaje como tal y otra el acuerdo político) y de arropar de la noche a la mañana a personajes a un puesto de elección como única vía pero con la falsa garantía de triunfo, lo cierto es que esta franja político-electoral será la prueba de fuego de las huestes morenistas, monrealistas y frentistas (llámese a éstos últimos miembros del FPLZ), para saber si la verdadera democracia existe o gana la imposición y los “chapulinazos”.

Lo cierto es que, también, hay un fuego amigo que llega al borde del dramatismo, el protagonismo, la hipocresía, pero también de la indolencia, factores que comienzan a descomponer y a dividir el proyecto general, que pone en peligro un holgado resultado en las urnas el próximo domingo primero de julio, aún y con los consabidos berrinches también de quienes componen esta coalición denominada “Juntos Haremos Historia”.

Más que luchar contra un gobierno priista ‘despensero’ y principalmente en esa zona, con su principal e impune operador político Osvaldo Ávila Tiscareño y, por el otro frente, Rafael Flores aferrado a defender el proyecto de reelección de su hermano Enrique Flores no obstante la evidente intención de Roberto Luévano Ruiz de hacerle la vida imposible, Morena luchará, de inicio, contra su propia “vocación democrática”.

Especialmente en este corredor, no será fácil que los altos mandos de Morena quieran imponer ni a cuadros viejos ni a cuadros recién “comprados”, como si fueran la novedad o la moda.

Se allegan de un Julio César, al que todo mundo le hace caravanas y, que desplaza, de facto, aspirantes dignos y con un gran trabajo detrás de ellos. Las reacciones no se han hecho esperar porque los verdaderos promotores del cambio, se han quedado en el camino.

A esto le agregamos que, dadas las grandes posibilidades de que Morena gane en Zacatecas las dos senadurías, mucha gente llega más con ambición desmedida, desde las regidurías y hasta las diputaciones locales, que con hambre de servicio, pues están haciendo hasta lo imposible desde dentro para llegar a golpe de amenazas y chantajes para lograr obtener algo…

Luego de los registros realizados a finales del mes de enero en el Hotel Don Miguel, tanto para las diputaciones locales como ayuntamientos, Morena está en el proceso de definir a sus candidatos  por encuesta, en caso de que los precandidatos no se pongan de acuerdo en sacar una de unidad, lo que se ve muy complicado dada la andanada de aspirantes quienes, con razón, han decidido no aceptar imposiciones de ningún tipo.

Tanto así que las deserciones se han dado desde el interior de Morena en Guadalupe, con un Carlos Salmón, el primero en tirar la toalla incluso antes que se incrustara formalmente Julio César en Morena, mientras que un tal “Lolo” ha amenazado retirarse y tampoco aceptar tan fácilmente que se le atraviese el ex subsecretario de gobierno rumbo a la alcaldía.

Distrito III, la otra intentona de imposición (o auto imposición)

En el caso de la posible diputación correspondiente al Distrito III Local, Morena deberá definir si absorbe el cascajo de aspirantes que en su momento no tuvieron el respaldo para ganar en ése mismo distrito hace dos años.

Entre los varios aspirantes se huele en los corrillos políticos de Morena la posibilidad de que a los guadalupenses le impongan a una Priscila Benítez, sí, ésa misma que fue la principal operadora política en Sedesol Zacatecas hace algunos años, al lado del ‘apreciado’ José Ma. González Nava, quien en ese entonces convirtió a esta dependencia en la caja chica para la operación electoral, incluso desde que manejaba la entonces Secretaría de Planeación y Desarrollo Regional (Seplader).

Lo cierto es que hay un rechazo generalizado a la figura de quien hace dos años compitió por el mismo distrito y la hicieron trizas en las urnas; sería un grave error de Morena lidiar con quienes en un momento dado tuvieron la responsabilidad y obligación de responder electoralmente y no lograron nada para los grupos morenistas y monrealistas.

El asunto es que ni la propia ex directora de Fondos para el Desarrollo Social de la Sedesol -la mandamás de los microcréditos en el gobierno de Miguel Alonso Reyes- se espera que no es la única que puede llevarse de calle la candidatura, porque han surgido otras y otros aspirantes que no le dejarán el camino tan fácil como ella lo tiene proyectado, porque cuentan con un gran trabajo político en estos recientes años.

¡Cuidado Morena!, porque ahí vienen nuevas generaciones de aspirantes frescos, jóvenes, con una gran vocación de servicio, comprometidos con su gente de Guadalupe y de todo el Distrito III y, sobretodo, exentos de todo vicio político y ambiciones personales, que pueden dar la pelea en este proceso de selección y elección de candidatos. Y están dispuestos a medirse sin temor alguno con quien algunos grupos políticos al interior ya dan por hecho una candidatura impuesta.

Uno de esos casos es Angie Tovar Guardado, ya registrada como precandidata y surgida de las filas del Frente Popular de Lucha de Zacatecas (FPLZ), con un gran trabajo político y de estructura que la avala, trabajando siempre en proyectos que le han dado beneficios a los guadalupenses y ciudadanos de éste Distrito III. Es Ella la carta fuerte para representar a Morena y a esta organización rumbo a la candidatura y a quien muchos consideran la opción más viable en dicho distrito.

Otros prospectos, considerados de ‘medio pelo’ y sin rumbo, son Gabriela Maricela García Perales, regidora en el municipio de Guadalupe, también impulsada por el monrealismo; Claudia Basurto, quien quiere ser impuesta por su tío, el diputado federal Alfredo Basurto Román, a quien tachan de corrupto e ignorante y que no ha hecho nada por Zacatecas desde su ‘hueso’ federal; y una mujer de nombre Sandra Blanca, total desconocida entre el monrealismo y el morenismo.

Hay confianza en la militancia del Distrito III, que no se dé una imposición que terminaría por descalabrar el proyecto político del municipio y distrito, a menos que la candidata surja de una encuesta seria y democrática, que valide quién podría representar dignamente al distrito con el mayor potencial de votos en este proceso 2018.

0 0 votes
Article Rating
Subscribe
Notify of
guest

0 Comments
Inline Feedbacks
View all comments
0
Would love your thoughts, please comment.x
()
x