El gobernador, bajo observación

JUAN GÓMEZ

A principios de año el gobernador de Zacatecas, Alejandro Tello Cristerna, fue intervenido quirúrgicamente, debido a un agudo problema renal que le aquejaba, noticia que no inquietó mucho en el ámbito social y político en el estado. 

El mandatario estatal fue operado y se reincorporó de inmediato a las actividades. Al siguiente día recibió en su casa a empresarios asiáticos que tienen interés en invertir en Zacatecas y prácticamente continuó sus actividades públicas. 

Sin embargo 40 días después sorpresivamente la Coordinación de Comunicación Social dio a conocer un comunicado breve, pero inquietante: 

“Este fin de semana, al Gobernador Alejandro Tello, se le realizó una valoración médica y una serie de estudios de laboratorio e imagen para diagnosticar una complicación renal aguda, derivada de la litiasis renal presentada a principios de año. 

Por lo que se le iniciará el manejo médico y reposo respectivo”. 

El Gobernador, Alejandro Tello, se encuentra bien y a la espera de resultados de los estudios que se le realizaron”. 

Alejandro Tello ha tenido problemas renales desde su adolescencia, derivado de la ingesta de productos lácteos, problema que se ha agudizado en estos momentos y por ello, fue intervenido el 8 de enero pasado. 

Sin embargo las molestias no han cedido a pesar de la extracción quirúrgica de los cálculos renales, lo que motivó la realización de estudios clínicos para, una vez conocido el resultado, definir un diagnóstico que propicie un tratamiento para el control o erradicación del padecimiento. 

El gobernador Alejandro Tello decidió hacer público no solo la operación clínica a la que se sometió sino también, la realización de estudios médicos de los que dependerá el tratamiento al que se someterá en los próximos días. 

Alejandro Tello Cristerna nació el 30 de mayo de 1971 y su familia, amigos y colaboradores lo consideran un hombre fuerte, que podrá superar la etapa de salud en la que se encuentra.

Lo que inquietó en las redes sociales, sobre todo, fue la publicación que hizo el sábado en su cuenta personal de Facebook su esposa, la doctora Cristina Rodríguez Pacheco, pues el tono de súplica de la publicación, convocaba a la sociedad zacatecana en general, a orar por la salud del mandatario. 

Así publicó textualmente la presidenta honorífica del DIF:

“Humildemente les pido, les suplico una oración por la salud de mi esposo, DIOS todo me lo ha dado, el milagro de la sanacion de mi sobrino, la mia, he sido testigo de tantos milagros, por ello siempre dirijo a él todas mis súplicas, sin él no soy nada.
Alex necesita de sus oraciones, humildemente les suplico nos ayuden para ser escuchados por DIOS. Él está presentando una complicación renal aguda secundaria al manejo de la litiasis renal, tenemos fe en su recuperación. Hoy a iniciado su manejo.

DIOS es TAN grande que multiplicará sus oraciones en bendiciones para su familia”. 

El llamado a la oración fue lo que encendió las redes sociales que de inmediato empezaron a cuestionar la salud del mandatario estatal, pero sobre todo, desataron críticas ácidas en contra del Ejecutivo del estado.

Lo anterior provoca la refexión en el sentido de la imagen del gobernador en el ámbito social, puesto que un sector de la población aprovecha el momento, la coyuntura del padecimiento, para denostar al gobernador, lo que debe ser un primer punto de análisis de sus asesores en materia de comunicación social y del manejo de las redes sociales. 

Pero lo otro también tiene que ver con el manejo de las redes sociales de la presidenta honorífica del Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (Sedif), puesto que la conducción  unipersonal de la red social, está desatando una gran controversia que en nada contribuye al manejo de la imagen gubernamental. 

Se ignora si existe alguna asesoría que oriente la publicación de los comentarios de la presidenta honorífica del DIF estatal, pero por lo que se aprecia, las publicaciones no contribuyen a la construcción de una imagen positiva de la administración estatal. 

Existen –y cualquier persona con sentido común lo puede apreciar- dos tipos de manejo de una red social: la personal y la institucional. Pero no se puede involucrar, mezclar y menos confundir, el manejo de una u otra. 

La presidenta del DIF en este momento es una persona pública y lo que haga o deje de hacer, abonará o contribuirá al fortalecimiento o debilitamiento de la imagen del gobernador, lo cual significa que se debe tener un cuidado y atención profesional al contenido de lo que se publique en una red social. 

Los medios de comunicación están atentos a los contenidos de los personajes públicos, a sus acciones, declaraciones y sobre todo, a las publicaciones que realizan en medios tradicionales o en redes sociales; es parte de su trabajo y función, porque todo lo que deriva de los actos de gobierno es parte del interés de la sociedad, sin que ello configure en una invasión a la intimidad. 

Pero deduzco que nadie le ha dado una asesoría correcta a la administración gubernamental, lo que le ha generado una serie de controversias que contribuyen al desgaste en el ejercicio de la función pública y política. 

Argumentar que “es mi punto de vista” o “mi forma de pensar” es una debilidad que es capitalizada por los contrarios políticos que siempre buscarán algún instrumento para debilitar al gobierno en turno o bien, es una oportunidad para aquellos que en las redes sociales ejercen el “deporte” de burlarse de cualquier tipo de autoridad o del gobierno en general.

Lo que es un hecho es que el gobernador, su esposa y todos sus colaboradores, están bajo la observación de una sociedad cada vez más crítica y cuestionadora. 

¿Cuál es en realidad el estado de salud del gobernador? 

Al tiempo.

Twitter: @juangomezac

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