El cabildo rebelde

SOLEDAD JARQUÍN EDGAR

En la capital de Oaxaca nueve regidoras y regidores decidieron no asistir el pasado jueves a la sesión de cabildo. Amén de su negativa a aprobar tres puntos de acuerdo, la “rebelión” del Cabildo tiene una entraña más profunda: el ejercicio del poder por parte del presidente municipal José Antonio Hernández Fraguas, ignorando que gobierna con el Cabildo, a quienes ha buscado imponer sus decisiones, aunque no estén de acuerdo.

La gravedad para el munícipe es sin duda la ruptura que ha provocado entre sus propios compañeros y compañeras de partido, cuando tres priistas y el concejal del partido Verde Ecologista, con lo que suman cuatro “afines”, determinaron decir ya no ante lo que señalaron como una serie de arbitrariedades del edil.

Los otros cinco concejales, por lo que suman nueve, son dos del PAN, Sergio Bello y Leslie Jiménez; dos de MORENA María de la Luz Hernández y Paulino de Jesús Ruiz (a quienes en una conferencia de prensa llamó “decerebrados”), y la regidora del PT, Bárbara García Chávez que unidos hoy hacen mayoría.

No hubo sesión de cabildo, pero sí un debate en las redes sociales, bueno más que un debate fue un monólogo del presidente priista que responsabiliza al anterior presidente municipal Javier Villacaña de una serie de adeudos, que hoy –dice con pesar- tiene que resolver su administración. Luego en su imaginario sostiene que detrás de todo está el hoy Secretario de Administración del gobierno estatal.

Incluso ha pagado servicios de algunos medios para sostener su dicho, cuando en realidad lo que sostiene y confirma es su autoritarismo y desesperación al involucrar a otros personajes, cuando lo que tiene es una crisis en el Cabildo.

Lo que es cierto es que hay una cadena de medias verdades y mentiras completas. Cada vez que termina un presidente su administración tiene la fea costumbre de dejar endeudados al que le sigue. Él mismo, Hernández Fraguas, dejó con una deuda importante al ex munícipe panista Luis Ugartechea en 2010.

Es importante recordar que Hernández Fraguas es por segunda vez presidente municipal de Oaxaca de Juárez, luego de que sus pretensiones de ser el gobernador de la entidad, lo que no se le dio y tuvo que aceptar el cargo que hoy tiene. Mismo que ganó, sí, pero cuyos votos son inferiores a los conseguidos por los partidos de oposición, al menos con los que hoy gobierna. Es decir, mucho menos personas votaron por el munícipe que por las otras opciones.

Hernández Fraguas podría ser un buen presidente municipal, pero no ha estado conforme con el cargo, eso lo ha hecho un ser bastante inconforme con las circunstancias, se molesta con mucha facilidad, tiene como dicen por ahí la mecha corta.

Es importante recordar que Bárbara García Chávez, puso el dedo en el renglón sobre el autoritarismo del presidente municipal. Fue esta regidora la que exhibió, entre otras cosas, la concesión del Refugio para mujeres a una organización política que nada tiene que ver con la defensa de los derechos humanos de las mujeres y ha sido insistente los abusos de autoridad por parte de la policía municipal, como en el caso de una mujer detenida sin cometer delito alguno y obligada a desnudarse y hacer sentadillas en una de las celdas de la corporación, por lo que pidió fueran separados del cargo los elementos que intervinieron, a lo que Hernández Fraguas simplemente fue omiso.

Durante los meses previos al inicio de la administración en enero pasado, las y los concejales priistas recibieron una cosa que llamaron “capacitación” para saber qué y cómo responder ante las propuestas o intervenciones que hiciera la regidora de Igualdad de Género y Derechos Humanos, García Chávez.

Sin duda, el esfuerzo de esa “capacitación” fue un acto desmedido y absurdo. Una verdadera pérdida de tiempo que no quedó ahí. Hoy se sabe que en varias ocasiones durante los últimos meses ha incitado a los concejales de su partido a actuar contra la regidora de Igualdad de Género y Derechos Humanos, incluso pretendió que un grupo político que ha dado muestra de su violento actuar se le fuera encima, se trata de porros y pistoleros a sueldo. Por fortuna el concejal dijo no, lo que fue cavando una zanja entre los priistas hoy separados.

Esta petición del edil capitalino ha puesto en riesgo la integridad personal de la regidora García Chávez. Hay mucha historia en México sobre la forma en que actúan algunos gobernantes cuando alguien les estorba, porque ven como sus enemigos personales a quienes muestran con hechos sus yerros políticos. Lo que es un asunto mayor y que podría tener connotaciones de violencia política de género. Y que hoy obligan a las autoridades superiores a poner atención en el comportamiento del presidente de Oaxaca de Juárez. Recordemos que existe un antecedente, de agresión a la regidora Bárbara García Chávez, ejecutada entonces por una regidora que obedeciendo órdenes de Hernández Fraguas tapizó las escalinatas y paredes de la Plaza de la Danza, con leyendas difamatorias y sexistas.

Ahora, el munícipe de Oaxaca ha pedido la separación del cargo de los concejales priistas por no responder a sus intereses o a lo que él llama los intereses de la ciudadanía oaxaqueña y que su lugar sea ocupado por quienes son sus suplentes, eso como condición para seguir gobernando. Ya veremos hasta donde puede estirar la liga. O ceden la regidora priista o los regidores de ese partido o Hernández Fragua se va.

La aprobación de los puntos de acuerdo a los que se niegan los y las regidoras que han conformado este bloque de mayoría, tiene una razón fundamental, el autoritarismo del presidente municipal, reitero, porque sin consultar previamente las acciones, las quiere imponer por la fuerza. Se le olvida que el Cabildo es también gobierno y que las y los concejales no son, como ha demostrado, sus subordinados a quienes pretende dictar lo que se hace o deja de hacer. Distintas voces ciudadanas le han demostrado que no es necesario endeudarse para saldar la programación de obras en cuatro agencias municipales.

En tanto que también rechazan el Plan Municipal de Desarrollo donde el costo de las obras está fuera de toda lógica, aunado a los altos, muy altos costos, que supone tienen las obras que ha propuesto. Lo que podría ser un ejercicio fraudulento para la ciudadanía.

José Antonio Hernández Fraguas vive hoy momentos difíciles como presidente municipal de Oaxaca de Juárez al haber perdido a la mayoría en el Cabildo. Pese a todo sigue haciendo señalamientos y acusaciones que a nada lo van a conducir y que en cambio, de no encontrar una solución y llevarlo a actuar de otra manera, sí le pueden costar muy caro, incluso para sus aspiraciones políticas. La conciliación debiera ser el camino.

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