2017 el peor año, y el 2018 puede empeorar aún más
SAÚL MONREAL ÁVILA
Pareciera que desde hace unos pocos años nuestro país hubiera entrado en una suerte de circulo vicioso, en una espiral de deterioro acelerado de todos sus estructuras e instituciones, que incluso, nos atrevemos a decir que atenta ya contra la integridad de nuestro país como estado independiente, lo que organismos internacionales han dado en llamar un “Estado fallido”, espiral de deterioro que ha venido haciendo crisis este 2017.
Y es que no es para menos, si en el 2016, con más de 20.000 víctimas de homicidio en 2016, según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) , y un grado de impunidad de más del 92 por ciento, ya se afirmaba que el plan de lucha contra el crimen de la actual administración había fracasado, estábamos mal en cuestión de seguridad, habiendo sido considerado como el más violento en mucho tiempo, ahora estamos peor que nunca, este 2017 ha roto todos los records, de enero a noviembre de este año, el SESNSP reportó 23 mil 101 homicidios dolosos en nuestro país, superando los 22 mil 409 asesinatos que se cometieron en 2011, el año más violento desde que comenzó el registro en 1997.
No acaba ahí todo, respecto al año pasado, el homicidio doloso creció un 89.5%; la extorsión 127.9%; el robo con violencia 61.6%; el robo de vehículo 66.4%; el robo a negocio 73.1% y las violaciones 14%. La extorsión y el robo de auto se incrementaron 16% en lo que va del año; las lesiones dolosas, 14%; el secuestro, 9%, (donde Zacatecas es la entidad más afectada en el país), y el robo a casa, 3%, y lo peor, la parálisis gubernamental, donde a pesar del evidente fracaso por lanzar el ejército a las calles, y entregar el control de las policías a la milicia, se insiste en lo mismo, ahora con la ley de seguridad interior.
Desde el 2016, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos venia denunciando las alarmantes cifras de secuestros, desapariciones forzadas, altos índices de ejecuciones extrajudiciales, torturas, situación que sistemáticamente niega Peña contra todas las pruebas, rechazando que el país tenga una crisis de derechos humanos, y más aún, a pesar de los señalamientos de todo tipo de organismos nacionales o internacionales, incluyendo el alto comisionado de los derechos humanos de naciones Unidas, la ley de seguridad interior pasa en fast track por el congreso y el senado, y es promulgada por peña nieto, y aunque la última palabra la tendría la suprema corte de justicia del país, es claro que esto no tiene que ver con los intereses de la sociedad mexicana.
En la economía, las cosas no marchan mejor, según el INEGI, la economía de México se contrajo un 0.3% en el tercer trimestre de 2017 respecto al trimestre inmediato anterior, según cifras ajustadas por estacionalidad, así, la economía mexicana redujo su crecimiento más de lo estimado en las cifras oportunas y más del 0.2% proyectado por analistas, es la caída es la más pronunciada para un tercer trimestre desde que existen cifras disponibles, de 1993. Las actividades industriales cayeron 0.6% y las terciarias 0.1%; y solo las agropecuarias aumentaron un marginal 0.5% frente al segundo trimestre del presente año.
Así, la desigualdad tambien avanzó este 2017, no sabemos si eso tambien lo consideran un logro los economistas, Mientras el 10 % de los hogares del decil (División de 10% en 10% de la población) más bajo –los más pobres- recibieron apenas 8,166 pesos en promedio (equivalentes a 37 pesos diarios por perceptor), el 10 % de los hogares más ricos recibieron en promedio 168,855 pesos (equivalentes a alrededor de 766 pesos diarios por perceptor). Los ingresos del primer decil caben prácticamente 21 veces en el del último. Quizás tampoco nos sorprenda entonces, la diferencia entre la percepción de los hogares urbanos y rurales, siendo el de los primeros el doble que el de los segundos, 52,512 pesos frente a 26,004, y con ello, vemos que, con la nueva metodología aplicada, se lee que el ingreso aumenta, pero muy poco y muy lento, sin embargo, en los hechos, la desigualdad –tanto entre estados como entre deciles y entre regiones- se mantiene y se acrecienta.
Y respecto al empleo, lo que más ha crecido en los hechos no es este, sino la precarización laboral. Es de notarse que nuestra entidad forma parte de las 10 entidades de la república en donde el número de personas que no reciben ingresos supera en más del 200% a las que ganan más de 5 salarios mínimos, a pesar de que se presume como un logro que se crean empleos. Además, la proporción de personas ocupadas que no reciben ingresos respecto a las que ganan más de 5 salarios mínimos se ha incrementado en la mayor parte de las entidades desde el cuarto trimestre del 2000 y hasta el primero del 2017: solamente 9 estados han reducido un poco dicha proporción, obviamente, con la misma política económica y laboral desde las administraciones panistas y hasta ahora con el PRI, los resultados no pueden ser diferentes, y la nueva iniciativa de eliminar trabas a la subcontratación (Out Sourcing) abona a que se incremente este deterioro del ingreso y las condiciones laborales en el empleo, estamos de mal en peor.
Por esto básicamente y por mucho más, creemos que este ha sido un año para el olvido, donde la sociedad mexicana ha recibido todo tipo de agresiones, y el próximo 2018, critico ante los escenarios politico- electorales, con la elección más importante de la historia, y los serios retos internos y externos que enfrenta nuestro país, haciendo urgente una reacción de la sociedad, el 2017 ha sido el peor de la historia en muchos rubros, pero puede ser aún peor, con un régimen que con la consolidación de las lesivas reformas estructurales prácticamente entrega el país a los voraces depredadores financieros internacionales, por ello creemos que la sociedad mexicana debe tomar cartas en el asunto, para sacar a este régimen que ha puesto en venta al país, y revertir las dañinas reformas, y así, poder iniciar la reconstrucción del país que tanto queremos. ¡Feliz Año nuevo 2017!
