Alonso, tres regalos 

JAIME ENRÍQUEZ FÉLIX

“Yo que soñé con tener una reina que mandara en mis adentros”… éxito de Los Dandys en sus mejores tiempos. Esta melodía viene con la realidad política del gobierno de Miguel Alonso en Zacatecas. A principios de 2015 buscaba una entrevista con el señor Gobernador. Su portero de lujo, El Ronco Sescos maromeó para evitar el encuentro a toda costa durante algunos meses, cuando un ciudadano tiene derecho a ser recibido por un funcionario porque la ley así lo mandata.
Al no obtener resultados prácticamente en un semestre, acudí a un amigo, ex candidato a Presidente de la República y a una Secretaria de Estado del Gobierno Federal. Ambos, compañeros de trabajo cuando fui Director General de Administración y Desarrollo de Personal del gobierno de la Ciudad de México. La entrevista se logró con caravanas del Secretario de Miguel Alonso. Fue un encuentro cordial de un hombre educado pero tímido: difícilmente levanta la mirada y cuando lo hace no puede sostenerla.

Le planteé el tema de que había participado en un concurso para una inversión de largo plazo en la Presa de El Chique. La oferta era de 10 millones de pesos a pagarse durante 25 años con intereses generosos, como los de la Unión Europea pero en pesos mexicanos. La Secretaría de Economía había detectado que mi proyecto personal podía lograr la calificación federal y local para desarrollar esa zona del Estado de Zacatecas.

Acepté el ofrecimiento, sin embargo la elaboración del proyecto con corridas financieras, la fase estructural y de ingeniería y los estudios de mercado para acceder al Turismo Rural y al Ecoturismo tenían un costo. El gobierno estatal ofertó un millón de pesos a través del Fondo Plata para configurar la idea completa.

El proyecto costó millón y medio y yo no observaba mayor dificultad para cubrir ese monto durante 5 años, siempre y cuando tuviera el préstamo y dejara de haber balazos en la zona. Moví mis relaciones federales, logré la aprobación y al solicitar el recurso del gobierno del Estado, este se declaró insolvente.

El proyecto turístico lo había aprobado Miguel Alonso cuando era Secretario de Turismo. La presión del Fondo Plata era severa: no quiso renegociar mi deuda con pagos mensuales más moderados y anualidades durante cinco años. Fui amenazado por su director y por la Secretaria de Economía quien ahora está acusada de usar fondos públicos para el negocio que tiene con el joyero Daniel Espinosa. Se me solicitó que renunciara a mis derechos jurídicos y que ante una instancia judicial me comprometiera a pagar en una sola exhibición el total del adeudo. Era prerrequisito mi presencia ante un juzgado para firmar el compromiso de no defenderme ante el caso de cualquier incumplimiento parcial o total.

Los intereses llegan ya a 5 millones con el capital sumado, lo que no es lógico, en virtud de que por un millón, el interés del 7 por ciento anual es de aproximadamente 80 mil pesos.

El Gobernador escuchó mi planteamiento con atención y amabilidad, me recordó que él había otorgado el reconocimiento del estudio turístico y me comentó que era además lector de mis artículos periodísticos locales y federales, lo cual no me gustó porque yo no acaricio funcionarios y porque me pareció no como una advertencia sino como una sugerencia a revisar mis planteamientos políticos.

El señor Gobernador me ofreció como solución dar en dación un terreno contiguo al Desarrollo de El Chique, para que no me afectara en la propiedad fundamental. Me pareció lógico. Se comunicó con Sescosse, dio la instrucción y pensé que el problema estaba resuelto en virtud de que yo no pedía la condonación del adeudo sino un mecanismo de pago más viable en un momento en que las condiciones de violencia en el Estado no favorecían las inversiones productivas. La despedida fue amable. El Ronco Sescos con su saco de tweed de al menos mil dólares, se sentía honrado con el acuerdo y con mi relativa nueva amistad.

El tiempo pasó, mandé a hacer los avalúos del terreno contiguo que sería dado a cambio del préstamo y los presenté ante la Secretaría de Economía, directamente con la Secretaria y más tarde con los dos Secretarios subsecuentes, pero el caso no caminaba. Me entrevisté 11 veces con el señor Gobernador en entrevista callejera donde se mostraba como siempre muy amable, pero el Fondo Plata había hecho un avalúo de la parte de mi propiedad donde están las instalaciones en 1 millón 200 mil pesos para presentarlo al juzgado. Al impugnar yo este hecho, el juez pidió una tercera opinión que no fuera ni la del Fondo ni la mía y el resultado fueron 12 millones de pesos, ¡10 veces más que lo calculado por el perito!, que todos ellos son del Fondo Plata y los obligan a que todos se sometan a la voluntad del Fondo.

El juicio ha terminado. Mi abogado es Roberto Salcedo, amigo de la Avenida Morelos, y el bien entrará en remate este mes de septiembre. Al Gobernador no lo he vuelto a buscar porque su amabilidad no sirve y sus indicaciones nunca prosperaron, pero había dos oferentes que querían mi propiedad: dos Pedros como los que traicionaron a Cristo, uno el de Turismo y el otro de la familia. Les gusta el lugar, su desarrollo y el hecho de que se ha convertido una nopalera en una obra turística que tiene cabañas con alberca privada, cabañas con jacuzzi particular, temascal, una flota náutica con motos acuáticas, kayaks, islas flotantes, un lago artificial que está todavía en proceso, una palapa para restaurante, una capilla.

Resulta claro que la familia de Miguel Alonso quiere quedarse con mi propiedad. Tuve un consejo de Fouché Sescos señalando que yo era un hombre culto y que a mi Gobernador le gustaría un presente para el Bellagio, su residencia particular., cuyo estilo italiano se vería reforzado con mi regalo. Llevé un grabado español del 1886 cuya calidad de elaboración es impresionante y puede valer más que un cuadro de la época. Mide 80 cms x 60. Bellamente enmarcado en plata. El presente fue entregado con un propio en el Bellagio, según instrucciones del Secretario Partidulr y dueño de la voluntad del Gobernador. Observé que el Secretario de Economía en ese tiempo recién nombrado, fue mucho más amable con mi presencia y mantuvo en firme la propuesta de la dación de una porción de El Chique que el Mandatario Estatal había realizado como titular del Poder Ejecutivo y patrón del Fondo Plata. Pasaron los meses entre el “ya merito”, volví a ver al Gobernador y su Secretario Particular me dijo que “íbamos muy bien” y que convendría hacer un presente de igual categoría.

Llevé en mano –dado que su forma no es ostentosa- un libro de tiraje limitado, llamado El Matador. La artista de la lente es Denise De La Rue y fue impreso en Alemania por el taller Uzyel Karp. Muestra la foto de los toreros del mundo, posando en los museos como el Louvre, el Del Prado, el de la Reina Sofía… al terminar una corrida con el traje de luces ensangrentado o manchado. Es una obra única, fina y excepcional. Fue entregada en mano al señor Sescos.

El tiempo avanzaba y había amabilidad en el Fondo Plata y con el Secretario de Economía pero nada se resolvía. Busqué nuevamente al Gobernador en la calle. Se extrañó de que no se hubiera dado ya solución al asunto y allí mismo buscó por teléfono al señor Sescos personalmente y dio la indicación de terminar con el asunto cuanto antes.

Me entrevisté otra vez con el Secretario Particular quien me dijo que todo estaba prácticamente resuelto, pero que para cerrar con broche de oro, enviara algo más.

Esta vez llevé una carpeta de 1984 del artista zacatecano J. Kuri Breña, una edición muy limitada de esta obra, que consta de 4 dibujos a gis originales con desnudos cubiertos por hojas de árbol, de una belleza inusitada. Me desprendí de una obra que había conseguido en el mercado de la Pulga en Madrid. Una obra catalogada. Fue entregada también al señor Sescos.

El día 20 de este mes está convocado el remate. Al menos hay 7 propuestas elaboradas antes de la dación y no observo más que una maniobra para que se queden con la propiedad a través del banco HSBC y que se meta a remate con intereses que multiplican por 5 el adeudo original, a fin de darle a su Majestad Miguel Alonso, un regalo que no es una obra de arte, pero que casi lo es por el diseño del lugar.

Hace unos días me habló una mujer del Fondo Plata, alguien de nivel intermedio quien me dijo que postergarían el remate si les daba $40,000 pesos. Desde luego tres cohechos son demasiados y como dice la canción, ya ofrecí “Tres Regalos” y me parecen suficientes.

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