Sexenio inconcluso en transparencia

JUAN GÓMEZ 

El gobernador Miguel Alonso Reyes entró en la ruta de la que ningún gobernante quiere salir y menos aún, de manera prematura: el término de su administración sexenal y la pérdida –esperemos- de su influencia y poder político estatal.

A su período gubernamental le restan escasos 14 días porque el 12 de septiembre quien asumirá la máxima responsabilidad estatal será el actual gobernador electo, Alejandro Tello Cristerna.

Por eso es importante aportar a la ciudadanía en general elementos objetivos sobre el desempeño cultural, administrativo, financiero, político y de infraestructura de la actual administración alonsista, más allá de la estrategia gubernamental que pretende a través de spots y de boletines de prensa, imponer una visión particular enfocada hacia la autoalabanza de la imagen personal del mandatario estatal.

Sería irresponsable por parte de los medios de comunicación, analistas, investigadores académicos y sociedad en general, aceptar por verdades sin discusión, lo que se transmite a través de los spots televisivos y radiofónicos o bien, mediante declaraciones oficiales y boletines de prensa, el desempeño y sobre todo, los resultados del actual gobierno.

El análisis que se haga sobre la actual administración que está por terminar su período, debe hacerse basado en los datos duros, veraces u objetivos como le llaman algunos, pero desprovistos de cualquier afecto o desafecto personal, de tal manera que podamos tener una visión real sobre los avances, retrocesos, aciertos y excesos de la clase política que ha gobernado al estado.

Es natural que el área de comunicación social y de imagen institucional pretenda imponer una “verdad oficial” sobre el desempeño, pero es tarea de la sociedad hacer un análisis más veraz y sin manipulación política –de cualquier índole-; conocer la eficiencia o deficiencia del quehacer gubernamental.

Por ejemplo en materia de transparencia institucional y personal la actual administración deja mucho qué desear. El ingreso de los funcionarios públicos, empezando por el del Ejecutivo del estado continúa en el terreno de la opacidad. Y quien debe poner el ejemplo, en este caso, Miguel Alonso Reyes, no lo ha hecho.

El pasado 20 de mayo el Secretario de la Función Pública, Ernesto Escalante, un prestigiado contador público zacatecano, dio a conocer la declaración patrimonial del Ejecutivo del estado, de la que dijo, asciende a 20.7 millones de pesos, pero omitió revelar el valor y los detalles de cada una de sus propiedades, además de que se evitó declarar si posee cuentas bancarias y automóviles.

El funcionario en cuestión mencionó en aquella ocasión que la declaración de marras obedece a 25 años de trabajo, pero tan solo en la administración pública Miguel Alonso Reyes lleva hasta el momento 23 años, desde que fungió como secretario particular del entonces gobernador Ricardo Monreal Ávila en 1998.

En la actualidad el gobernante zacatecano, de acuerdo a información oficial, percibe $53, 560 pesos de ingreso mensual bruto, y acorde a la Secretaría de la Función Pública del estado, ha percibido durante su gestión gubernamental, 7.7 millones de pesos. Pero se evita reportar compensaciones o si existen gastos personales que son cargados al erario público.

Si tomamos como literal dicho ingreso podemos deducir que gana menos que el presidente del Tribunal de Justicia y que un diputado local y que su sueldo, es casi similar al de un secretario de despacho o incluso, al de un regidor.

¿Y las compensaciones, los bonos y demás ingresos discrecionales dónde quedan? No se reportan.

Por ello es difícil aceptar que dicha percepción sea real y apegada a la verdad institucional.

En el momento de dar a conocer la conformación patrimonial del gobernador Alonso Reyes, el Secretario de la Función Pública dijo: “la declaración patrimonial que el gobernador Miguel Alonso Reyes nos autorizó dar a conocer incluye una copropiedad ubicada al interior de la Alameda, que data de 1940; una finca en la calle Galeana, también en copropiedad, que data de1978, así como una casa habitación, ubicada en el fraccionamiento Bonaterra, cuya adquisición data de 2003”.

“Pese a ello, la declaración todavía no se encuentra disponible en la plataforma electrónica tresdetresmx, ni en el portal de transparencia de Gobierno del Estado, como lo indica la ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos del Estado y la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública”.

(http://elheraldoslp.com.mx/2016/05/20/oculta-gobernador-de-zacatecas-detalles-en-declaracion-patrimonial/).

Otra incógnita que dejará la administración alonsista es el costo económico, en efectivo y en infraestructura, para traer a Zacatecas la franquicia de Los Tecos de Guadalajara que, al descender a la segunda división del Futbol Mexicano, cambiaron su sede a territorio zacatecano, previo acuerdo firmado con el gobierno en turno, para iniciar operaciones en el torneo de apertura de 2015.

¿En qué consiste el compromiso que contrajo el gobernador Miguel Alonso con el Club de Fútbol Pachuca, poseedor de la franquicia?

El Club Deportivo Mineros de Zacatecas es una de las mejores franquicias que existen actualmente en la liga de ascenso, cuyo valor asciende a tres millones de dólares, pero los zacatecanos ignoran los compromisos que contrajo la actual administración para que este equipo pudiera tener como sede al estado Francisco Villa, en donde el gobierno estatal invirtió 24.5 millones de pesos en su remodelación y adecuación. (http://www.forbes.com.mx/las-franquicias-mas-valiosas-del-futbol-mexicano/#gs.jBSuffg)

Cuando se cuestionó al entonces secretario de Finanzas (Sefin) del gobierno estatal, Fernando Soto Acosta (hoy día es el secretario de Administración), sobre el monto del compromiso que contraía el gobierno de Zacatecas para traer a la franquicia de “Estudiantes Tecos” a la entidad, argumentó que aún no se terminaba de contabilizar los contratos de patrocinadores y que por esa razón aún no se tenía una cantidad determinada, pero que después se daría a conocer.

Ya pasó más de un año de aquel compromiso y los zacatecanos aún no reciben dicha información oficial.

El pasado 10 de agosto el gobernador electo Alejandro Tello Cristerna, en un encuentro con el presidente del club de fútbol Pachuca, Jesús Martínez Patiño, acordaron consolidar y fortalecer la alianza estratégica para que, a partir del 12 de septiembre del año en curso, el club tenga el apoyo necesario durante cinco años más (tiempo de su administración gubernamental), y la afición tenga la satisfacción de verlos jugar en la Primera División del Fútbol Mexicano (en la liga de ascenso).

Es parte de los pendientes en transparencia que heredará la administración de Miguel Alonso Reyes.

Al tiempo.

Director general de Pórtico Online

@juangomezac

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