Otro mundo, necesario y posible

LUCÍA LAGUNES HUERTA

Desde hace 15 años, miles de personas de todo el mundo se reúnen en algún lugar del planeta bajo una idea: otro mundo es necesario y posible, un mundo donde la igualdad sea el piso por el cual camine la humanidad.

Este espacio nació en 2001, en Porto Alegre, Brasil bajo el nombre Foro Social Mundial y en medio del auge de los gobiernos sociales emergentes del cono sur. Por primera vez, este año se realizó en un país del norte, en las tierras del maple, en Montreal, Canadá,  en medio de los cuestionamientos sobre las mineras canadienses que explotan a cielo abierto grandes territorios de Mesoamérica.

A lo largo de los años se han sumado temas a este nuevo mapa mundial que se intenta construir desde lo humano. Por ejemplo, en esta emisión, el derecho a defender Derechos Humanos y el rechazo a las políticas extractivistas, al fracking, a los paraísos fiscales, a la corrupción y a la impunidad.

En esta construcción de la hoja de ruta del nuevo mundo, las feministas han estado presentes desde el inicio de este ejercicio ciudadano y en este año no fue la excepción.

En este nuevo mundo las defensoras no son asesinadas, como sí sucede en México, en Honduras, Pakistán o la India. En este nuevo mundo, necesario y posible, las mujeres no son violentadas ni asesinadas, se respeta su autonomía y su libertad. Sus cuerpos no son mercancía ni para el sexo, ni para la maternidad de otros.

Todas y cada una de ellas, en todas las etapas de su vida, gozan de los mismos derechos y tienen las mismas oportunidades para ejercerlos plenamente.

Las razas, creencias religiosas, identidades genéricas, las etnias, los idiomas no son motivos de discriminación. Sin importar el lugar donde se nazca, todas las personas se desarrollan plenamente y respetan el planeta.

El derecho a la comunicación, la libertad de expresión y de información están garantizados por medios libres.
Ningún ser humano es perseguido por cruzar de un lugar a otro el mundo, no se crean muros ni se criminaliza la migración.

La niñez no va a la guerra, las niñas no son madres y las madres que así lo deciden no mueren por falta de atención.

Para llegar a este mundo, necesario y posible, aún hay barreras que derribar, por ejemplo, que los países sedes del encuentro permitan el ingreso de las personas participantes. En el caso de Canadá, de las 35 mil personas registradas de 125 países, fueron negadas 70 por ciento de las visas.

Desde América Latina llegaron las voces de Honduras, Brasil y México. Berta Zúñiga, hija de la defensora hondureña asesinada en marzo de 2016, llevó la voz de su madre, “una mujer indígena, rebelde gestora de la vida, que fue asesinada por su lucha por defensa de la tierra, de los ríos, por su lucha anticapitalista, antirracista y antipatriarcal”.

También estuvieron presente las defensoras de Ciudad Juárez, quienes exigieron dejar de ser nombradas como “las muertas de Juárez”, porque “no estamos muertas, estamos vivas luchando”, como aseguró Itzel González, durante la Conferencia Voces en Resistencia desde las Alternativas.

Sí, otro mundo es necesario, porque este no aguanta más corrupción, sangre, miseria, guerra, desigualdad.

* Periodista y feminista, Directora General de CIMAC
Twitter: @lagunes28

0 0 votes
Article Rating
Subscribe
Notify of
guest

0 Comments
Inline Feedbacks
View all comments
0
Would love your thoughts, please comment.x
()
x