Jerez… Miel y Veneno a la Vez

RICARDO EVODIO CABRAL VERA

 El nuevo sueño de PPP

Conociendo su estilo político, a estas alturas posiblemente no sorprenda a nadie el hecho de que el alcalde José Manuel Viramontes Rodarte, exprese su deseo de buscar la dirigencia estatal del Partido Acción Nacional (PAN), una vez que concluya su función al frente del municipio, exactamente en un mes.

Su principal argumento es que es tiempo de un relevo generacional y que quienes han estado a la cabeza de un gobierno, tienen que transportar esa forma de hacer bien las cosas (sic) y su experiencia a la organización partidista. 

Por si las dudas

No es la primera vez que lanza un reto de esta naturaleza, ya en algún momento anunció su pretensión de ser candidato a gobernador y aunque muchos consideraron la idea como descabellada, otros tomaron sus precauciones y algunos –por si las dudas–, no quisieron estar fuera del escenario que representaba su segundo Informe de Gobierno, donde soltó la histórica frase de “aquí está el próximo gobernador de Zacatecas”.

Sin embargo, para hacer un autodestape como el que protagonizó hace unos días, más que un sustento convincente, debe contarse con un respaldo a nivel nacional, estatal y municipal; en ese sentido, algo tiene que haber para que Viramontes Rodarte se aviente y no se trate de un simple buscapiés.

Pero de cara a un proceso en el que por vez primera en la historia se renovarán todos los cargos de elección popular a la vez, el llegar a una posición como la que ahora dice aspirar, tiene más que ver con los intereses de grupo e incluso personales, es irle preparando el camino a sus gallos y esta vez se dice que en el PAN, al menos para la grande saltarán muchas chispas.

Divide y… sabe qué pase

Presume además Pepe Pasteles que una encuesta de Parametría que mandó hacer un partido diferente al suyo, lo ubica como el alcalde más bien posicionado de la entidad y de todos los partidos.

Sin embargo, para nadie es desconocido que al interior no las tiene todas consigo y prácticamente durante el trienio, se le complicó penetrar en la cúpula partidista a nivel estatal, donde le cerraban la puerta de una y otra manera e incluso hay quien especula que desde adentro le dieron una “ayudadita”, para impedir que ganara la diputación federal.

A nivel municipal la situación podría considerarse bajo control si el único parámetro de medición fuera el hecho de que Viramontes maneja los hilos de su partido, sin dejar cabos sueltos y todas las determinaciones que tengan que ver con el blanquiazul pasan por su albedrío, la muestra es la designación de los candidatos que él quiso, a la presidencia municipal y la diputación local.

Pero por otro lado, estas acciones han incrementado el encono de muchos panistas viejos, aquellos que decidieron ponerse la camiseta cuando pocos se atrevían a ir contra el sistema unipartidista y les costó consolidar el panismo local y aunque el relevo generacional se hiciera efectivo, también tienen su derecho de estar a favor o en contra.

Hay además exregidores, exdiputados y algunos líderes veteranos y jóvenes que no comulgan del todo con sus procedimientos. Baste recordar que la dirigencia municipal prácticamente se diluyó y no se sabe a la fecha de algún relevo.

Con el corazón “partío”

Pero sigue siendo el ámbito nacional de donde podría recibir el apoyo decisivo, sobre todo considerando que aún conserva algunas de las relaciones que hizo durante su estancia en la ciudad de México, pero por otro lado, su corazón se dividirá entre el apoyo a sus expatrones o a su excompañero de luchas juveniles, que son hasta ahora los caminos que se avizoran en la búsqueda del retorno a Los Pinos.

Recordemos que en la renovación de la dirigencia nacional, Viramontes no apoyó el proyecto calderonista, mientras que el expresidente y su esposa y casi precandidata Margarita Zavala, dieron a sus candidatos el espaldarazo más fuerte y con presencia en Jerez, por lo que posiblemente existan amarres previos.

Condiciones de igualdad

Algunos mal pensados creen que el deseo de ir a dirigir el PAN estatal, obedece a un natural mecanismo de protección, que al dejar el poder, permita tener una moneda de cambio, pero sobre todo, un nivel de negociación que desde la dirigencia facilitaría las cosas y lo pondría en condiciones de igualdad.

La realidad es que como militante, nadie le quita a José Manuel Viramontes el derecho de aspirar a un cargo que quedará vacante y en el que no pocos consideran que efectivamente llevaría mano tras salir avante de un municipio importante y como dicen, por ahí, “haiga sido como haiga sido”.

Por otra parte, de concretar su pretensión, tendrá que compartir el tiempo con un trabajo que invariablemente tienen todos los expresidentes municipales, ante los frecuentes requerimientos de la autoridad fiscalizadora que prácticamente se apropia de su tiempo, en la integración de documentos probatorios y aclaraciones que deben presentarse y que regularmente les obliga a trabajar no sólo gratis sino poniéndole “del bolsillo”, por lapsos de más de un año, si bien les va.

¿Beneficio Colateral?

Hay quien cree que —visto desde el ámbito meramente político–, no está nada mal que un jerezano pueda ocupar una posición de esa naturaleza, sin embargo, el antecedente más reciente (no recuerdo que haya otro) al grueso de la población no le benefició en lo más mínimo e incluso para muchos pasó desapercibido que Gerardo Espinoza Solís fuera líder estatal del Partido de la Revolución Democrática (PRD), así es que por el momento ese argumento del beneficio colateral, hay que descartarlo.

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