Guatemala

GERARDO DE ÁVILA

La semana pasada, Guatemala le dio una lección al mundo y en especial a América Latina: el pueblo guatemalteco llevó a la cárcel a su presidente Otto Pérez Molina, por corrupto y dos delitos más. La justicia ya lo juzga en este momento.¿Y en México cuándo?

La sociedad de Guatemala no aguantó los atropellos del poder y así como le dio el respaldo al ahora ex presidente así se lo retiró. Ahora mismo, Pérez Molina, intenta defenderse de lo que a todas luces se ven como actos de corrupción.

Será un juicio largo.

Guatemala tiene cerca de 15 millones de habitantes, la mitad de ellos con la posibilidad de votar. Y hace apenas unos días tomó la decisión de llevar ante la justicia a quien era el mismísimo presidente de la República, un hecho inédito en el mundo moderno.

El pueblo se unió.

Carlos Saúl Menem, de Argentina, Alberto Fujimori y Alán García Pérez de Perú también pisaron la cárcel pero ya como ex presidentes de su país. Fujimori es el único que se mantiene encarcelado por el delito corrupción, tráfico de influencias y abuso de poder.

¿Y en México nada?

Si Otto Pérez Molina resulta o no inocente eso ya será otra cosa, lo que sorprendió al mundo fue como un pueblo harto por la corrupción, pobreza y desigualdad determinó actuar contra el presidente del país. Hay otros funcionarios detenidos.

El pueblo manda. 

De hecho, las democracias modernas y consolidadas recibieron una elección de un país pequeño. Nada más para entender un poco las cosas. Guatemala tiene alrededor de 15 millones de habitantes por 120 millones que hay en México.

Siete veces más chivo.

Aquí no pasa nada…

Lo ocurrido en el país vecino es un ejemplo para aquellos países que piensan que los poderosos son intocables, entre ellos México. Si Guatemala fue capaz de llevar ante la justicia a su presidente no vemos por qué en otros países no pueda ocurrir lo mismo.

¿Será la nueva tendencia?

A lo que pretendo llegar es que, ningún político por poderoso que sea debe ser intocable. Cuando los actos de corrupción y otros delitos se cometan la sociedad debe organizarse para llevarlos ante la justicia, como ocurrió en Guatemala.

¿Usted qué piensa? 

Es bastante probable, que los políticos poderosos de países como: Bolivia, Ecuador, Venezuela, Perú Cuba y México, entre otros, entiendan que, con lo ocurrido en Guatemala las sociedades están cambiando.

¿Ahora quién sigue?

Hasta el momento, el ex presidente Otto Pérez Molina ha negado los delitos que se le imputan y ejemplificó que su integridad es tal, que no aceptó una “oferta” del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán para moverse en Guatemala.

¡Qué tal eh! 

En resumidas cuentas, Guatemala acaba de poner el ejemplo al mundo y a la Latinoamérica, al llevar ante la justicia a quien era su presidente. Evidentemente, como consecuencia, en estos momentos el país atraviesa por una crisis política que tocó fondo apenas el domingo.

El costo de cambiar.

La gran pregunta sería: ¿Llegará el día en que la sociedad mexicana actúe con toda determinación contra su clase política, más allá de lo que representa el voto en tiempo de elecciones? Si Guatemala puso el ejemplo, México se atreverá.

Se ve complicado:

Del archivo personal:

La “verdad histórica” de Jesús Murillo Karam se cayó, no hay tal, nunca la hubo, fue toda una fantasía. Expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), recomiendan al Estado mexicano reencausar las investigaciones en el caso de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa.

Es tan sólo una opinión. 

(*) Periodista

Maestro en ciencia política

[email protected]

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