En Loreto ¿accidente o amenaza cumplida?

OSVALDO ÁVILA TISCAREÑO *

En varias ocasiones me he ocupado de denunciar la problemática que enfrentan mis compañeros de Loreto, donde solicitan atención a demandas de carácter elemental como  electrificación, pavimentación de calles, agua potable y acciones de carácter social como becas,  despensas y material para construir pisos, enjarres o ampliar sus viviendas; acudieron masivamente a las oficinas de la presidencia a efecto de entrevistarse con el Alcalde Eduardo Flores, cuando tuvieron la posibilidad de entrevistarse con él la respuesta fue que tenía la mejor voluntad de atender las peticiones, pero que no contaba con los recursos necesarios para la atención de las mismas y sobre los programas de orden social ya estaba predeterminado quienes eran los beneficiarios y por tanto no podía entregarles nada, ¡ni siquiera una despensa!.

No quedó otra salida que denunciar tal situación y acudir al derecho de manifestación pública para denunciar la situación;  en cuatro ocasiones salieron a  protestar por  las principales calles del municipio, fue un nutrido grupo de loretenses el que se manifestó a las afueras de la sede del gobierno municipal y  la respuesta en todas las ocasiones fue la misma, “el presidente no está, fue a gestionar recursos”  y sobre las peticiones, ni la Secretaria de Gobierno, la Sindico o alguno de los Directores que atendieron a mis compañeros, ofrecieron alternativas de  solución, siempre fue la misma respuesta, “solo el Alcalde puede darles solución y por el momento no se encuentra, ni podemos darles una fecha de reunión”.

La fecha de entrevista nunca llegó, pero como respuesta a las protestas en  el lapso en que se efectuaron las manifestaciones, se corrió el rumor de que debíamos dejar de realizar protestas pues algo le podía pasar a la Sra. Juana Rodríguez, destacada dirigente de las comunidades y a Martin Cordero Macías, líder del antorchismo en la región. Y como las carencias no esperan la lucha continuó,  el pasado 22 de los corrientes se efectúo la quinta protesta masiva, mientras combativamente mis compañeros gritaban consignas de denuncia, un tráiler que venía a una distancia significativa embistió contra la camioneta en la que se trasladan mis compañeros dirigentes.

El hecho resulta bastante sospechoso. Sería irresponsable culpar a alguien en particular, serán las autoridades judiciales las que hagan las investigaciones respectivas, sin embargo el contexto anterior y las características del hecho despiertan serias dudas sobre el acontecimiento y generan sospechas sobre la consumación de las amenazas efectuadas, si  la acción fue por encargo o por  algún acomedido a efecto de quedar bien con la autoridad municipal.

Tales dudas se desprenden del hecho concreto. Primero, al formarse las columnas de la protesta necesariamente, se impedía el tránsito vehicular por lo cual resultaba necesario que el conductor se detuviera ante la presencia de los manifestantes y no lo hizo así. Segundo, el tamaño del vehículo era tal, pues se trataba de un tráiler, que en caso de sufrir una falla mecánica difícilmente sólo rosaría a la camioneta que embistió, de ser así el golpe hubiera ocasionado serios daños,  más bien parecía que se trataba de asustar a la gente para que desistan de acudir en momentos futuros a reclamar atención. Tercero, el hecho aconteció en una avenida amplia,  con mucha visibilidad, no había curva o calle cerrada, lo que da lugar a descartar en absoluto que el conductor encontrará sorpresivamente a los marchistas.

Raro, muy raro resulta el “accidente”, pareciera que la intención es generar miedo y desalentar las protestas;  exigiremos que los dictámenes periciales determinen las causas del mismo, pero vale dejar claro que a los antorchistas del estado nos asaltan serias dudas sobre si estamos ante un acto intimidatorio;  nos mantendremos atentos y vigilantes sobre la problemática que acontece en ese municipio  y particularmente llamamos la atención sobre la posibilidad de que las acciones escalen en agresividad y se ponga en riesgo la integridad física de Martin Cordero Macías y Juana Rodríguez,  lideres antorchistas de los loretenses y que si en un futuro son objeto de alguna agresión, ello obedecerá  a que se han puesto a la cabeza de cientos de ciudadanos que aspiran a mejorar sus condiciones de vida.

Ojalá no haya nada que lamentar y que se reencausen las cosas por  el camino del dialogo, con ese propósito acudiremos al encuentro pactado con el presidente municipal Eduardo Flores logrado por intervención de  los diputados el próximo 29 de los corrientes, lo haremos con la mejor voluntad de llegar a acuerdos, pero en caso de ser sólo un nuevo capítulo de la historia que ya conocemos — de excusas y justificaciones– nos dispondremos a dar la lucha hasta el último día de la actual administración y a las protestas de  los loretenses se les sumaran miles de zacatecanos de distintos puntos de la geografía estatal,  a la par de ello,  por las calles de la capital pediremos la intervención de las autoridades estatales y los legisladores,  al mismo tiempo  desplegaremos una intensa campaña de denuncia para poner al descubierto como se gobierna en Loreto.

* Dirigente estatal del Movimiento Antorchista

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