Prueba de fuego
CAMERINO ELEAZAR MÁRQUEZ MADRID
El Instituto Nacional Electoral (INE) está a punto de reprobar su prueba de fuego. Todavía ni siquiera comienza el proceso electoral, el primero que deberá desarrollar desde la reforma electoral y su reciente creación, y ya no puede con “el paquete”.
El INE vive una terrible crisis, originada por su imparcialidad. Desde su integración, el Partido de la Revolución Democrática alertó sobre la posibilidad de que se presentara una situación como esta, porque varios de los integrantes de su consejo general estaban claramente identificados con partidos políticos.
Hoy, el tiempo nos da la razón. Lamentablemente por falta de acuerdos y por una clara tendencia de las y los consejeros a favorecer al partido en el poder: el PRI, siete de los 10 institutos políticos decidieron en días pasados levantarse de la mesa del Consejo General del INE.
Al abandonar al INE los siete partidos políticos protestaron ante el alto nivel de deterioro institucional y la falta de imparcialidad, que como en ninguna época, se vive en esta institución clave de la democracia mexicana.
En máximo órgano electoral del país no puede medir con una vara diferente a unos y otros partidos políticos. Las leyes electorales y las decisiones del INE deben ser aplicadas por igual.
Sin embargo, parece que no todas las y los consejeros entienden el compromiso que tienen con la nación y con la ciudadanía y no con quien los puso en el cargo; es por ello que ahora manifiestan un servilismo total, que si no se corrige esa actitud el daño será irreversible, por la falta de credibilidad que se tendrá en los resultados de las próximas elecciones de este 2015.
Los siete partidos vimos la parcialidad existente en el seno del INE para reglamentar el uso de los recursos públicos y para garantizar la no aplicación electoral de los programas sociales.
Esos problemas fueron “la gota que derramó el vaso”, pues se sumaron a una serie de irregularidades que desde hace tiempo venimos denunciando y que alcanzaron una larga lista de acciones y omisiones que violentan los principios constitucionales de imparcialidad, equidad, objetividad, profesionalismo y máxima publicidad.
No podemos permitir que continúe la existencia de ese bloque de consejeros que al interior del INE se formó para beneficiar y servir al PRI-gobierno y que hace prevalecer las decisiones parciales en sus resoluciones.
Rechazamos plenamente esas actitudes y circunstancias, como sucedió con la integración y desempeño de la Comisión de Quejas y Denuncias, convertida en un órgano de consigna del oficialismo, donde se ha instalado la censura a contenidos de los promocionales de partidos, en sentido totalmente distinto al objeto de su creación.
El ejemplo lo sufrimos recientemente en el PRD, cuando se nos obligó a sacar del aire un spot de televisión en el que aparecía la imagen del comunicador Joaquín López-Doriga y de Televisa.
Otras muestras de las irregularidades que colmaron la paciencia de los partidos políticos fue la integración facciosa de los Organismos Públicos Electorales (OPLES) para favorecer al PRI; las decisiones en materia de radio y televisión que impusieron bloqueos estatales y restringieron el monitoreo a la cobertura de medios sobre campañas.
Con todas esas decisiones se puso en riesgo la equidad del proceso electoral de este año, cuando precisamente esa, la equidad, era una de nuestras principales demandas cuando exigimos y apoyamos la reforma electoral, que derivó en la sustitución del Instituto Federal Electoral (IFE) por el INE. Parece que IFE e INE, es lo mismo.
Lo que sucede con el Partido Verde Ecologista de México es otra de “las rayas al tigre”, pues impunemente ha violado la legislación electoral, realizado campaña adelanta, comprado propaganda electoral disfrazada y publicitando sus cineminutos, sin que hasta ahora haya tenido ninguna sanción. Y, peor aún, amenazó con mantener su publicidad sin importar que, nuevamente, se le amonestara públicamente.
Ante todas esas irregularidades, a los partidos políticos no nos quedó otra alternativa que levantarnos de la mesa de negoción, para exigir el respeto a las leyes electoral, equidad e imparcialidad, entre otros principios.
Ahora la única forma de resolver las crisis que vive el INE es a través del diálogo y el apego estricto a los principios constitucionales y legales que rigen su actuación.
Exigimos que el presidente del INE, Lorenzo Córdova, asuma una actitud imparcial y que se siente a dialogar con todos los partidos políticos representados.
Por lo pronto, la renuncia de Alfredo Cristalinas como titular de la Unidad de Fiscalización, provocó el regreso a la mesa del INE de cuatro partidos políticos: PAN, MC, Humanista y Encuentro Social.
Empero, para el PRD, lo mismo que para Morena y PT, aún no hay suficientes señales de que contaremos con un INE imparcial y respetuoso, por ello mantenemos nuestra postura de inconformidad, la que continuará hasta que haya un cambio que garantice elecciones equitativas, transparentes y confiables.
*Consejero Nacional del PRD
