Elecciones del PRD, ejemplo de democracia y unidad

CAMERINO ELEAZAR MÁRQUEZ MADRID

Las elecciones internas del Partido de la Revolución Democrática resultaron ser un ejemplo de democracia y unidad partidista y en el país.

Como lo esperaba, y en varias ocasiones lo comenté en esta colaboración, la participación de aspirantes a consejeros y congresistas; así como de la militancia perredista fue copiosa.

La colaboración del Instituto Nacional Electoral (INE) en la organización permitió que los resultados fueran más confiables y disminuyeran, a su máxima expresión, las manifestaciones de inconformidad de las y los participantes en las candidaturas.

Aunque reconozco que todo proceso es perfectible y se pudieron haber evitado algunas inconformidades; en general, quiero manifestar mi satisfacción por la realización y resultados de los comicios.

Para empezar, el Sol Azteca de nueva cuenta quedará inscrito en la historia democrática de México por ser el primer partido político en esta nación que solicitó que un organismo electoral externo y autónomo le organizara su proceso interno. Me refiero al INE.

Con ello, el PRD demostró que no tiene nada que ocultar. Que predica con el ejemplo al practicar y respetar desde su interior la democracia, la pluralidad y la transparencia.

Es precisamente en este punto, en el de pluralidad, donde quiero extenderme un poco más y destacar la participación de más de 88 mil aspirantes a ocupar uno de los lugares en los Consejos Nacional, Estatales y Municipales que estuvieron en juego; así como para el Congreso Nacional.

Tal cantidad de aspirantes permitió que todas las expresiones internas perredistas participaran y tuvieran representatividad. Ello, en congruencia con uno de los postulados que en el Sol Azteca siempre hemos impulsado y es el de la pluralidad y el respeto a las diversas formas de pensar.

Desde mi particular punto de vista, creo que el PRD resultó fortalecido y unido de su proceso de renovación interna. Y lo más importante, esta unidad se refleja al exterior, hacia el electorado, quien, estoy totalmente seguro, ahora nos ve de otra manera, con nuevos ojos críticos y de apoyo a nuestra propuesta política electoral y de gobierno.

Me lo han preguntado en diversas ocasiones y con toda firmeza puedo contestar que sí, sí valió la pena la inversión de casi 100 millones de pesos que el perredismo hicimos de nuestras prerrogativas para el desarrollo de los comicios internos.

Y digo que valió la pena porque en esta ocasión no hubo conflictos mayores durante las elecciones, los resultados son más confiables, se evitaron las largas y tortuosas impugnaciones de antaño y estamos unidos.

Desde esa óptica, claro que los resultados son los que esperábamos y más si lo traducimos en una masiva participación de la militancia que casi llegó al 50 por ciento. Es decir, el perredismo tuvo la confianza de emitir su voto y la seguridad de que sería respetado. Así de simple y llano.

La instalación de las casillas casi fue total, pues de las más de ocho mil 600 urnas que debieron colocarse sólo faltaron cuatro.

Esta movilización que se dio en el PRD es verdaderamente histórica para un partido político y sólo se equipara con la movilización que se tuvo en las elecciones intermedias del 2009, eso sí, en todo el país y con todos los institutos partidistas.

Los efectos del esfuerzo hecho los veremos reflejados en lo inmediato, con la fuerza democrática que el PRD adquirió, con la estabilidad interna y la cohesión de los consejeros y congresistas.

Voy más allá. Los palparemos concretamente con la ciudadanía en las elecciones federales del 2014-2015, cuando los votantes nos vean como una verdadera opción política y de gobierno. Cuando con el sufragio de las y los mexicanos ganemos un mayor número de elecciones. Cuando en la Consulta Nacional el pueblo vote a favor de nuestra propuesta por revertir las modificaciones constitucionales y se impida la privatización de los hidrocarburos.

El próximo 19 de septiembre será el conteo nacional de los votos de la elección interna del PRD que organizó el INE y en ese momento tendremos muy clara la conformación del Consejo y Congreso Nacional, que vaticino será plural. Esto, a su vez, conllevará a que los acuerdos se tomen por consenso de las diversas expresiones.

En resumen, el PRD salió ganando con sus elecciones internas. Aunque todavía falta una segunda parte, pues el próximo 5 de octubre deberemos elegir al presidente y secretario nacionales del partido, quienes serán los responsables de la selección de los mejores perfiles a las candidaturas y de llevar a buen puerto los resultados de los comicios del 2015, proceso electoral que iniciará formalmente el 7 de octubre.

*Representante del PRD ante el INE
[email protected]

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