Los distractores de las libertades

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JUAN GÓMEZ

El debate que se desató esta semana en el Senado de la República y en las redes sociales, nos muestran la transición que sufren tanto la política como los medios de comunicación en México, así como la trama de intereses económicos que predominan en las telecomunicaciones.

Las redes sociales se han convertido en México en uno de los instrumentos de comunicación de masas que más preocupa al gobierno mexicano, y que ha hecho un primer intento por someter a la internet no solo al control de las telecomunicaciones, sino controlar también sus contenidos a través de una propuesta legislativa que hoy se debate en la Cámara Alta.

Al interior de la Cámara de Senadores se armó un fuerte debate la semana pasada por la discusión e intento de aprobación de las leyes secundarias en telecomunicaciones que fue enviada por el Ejecutivo federal.

Pero esa discusión que en parte se centró en la propuesta del senador Javier Lozano Alarcón, cuya propuesta de dictamen fue rechazada por su contenido similar a la propuesta presidencial, trascendió las esferas del recinto legislativo para encontrar su espacio natural: las redes sociales.

De hecho a través de las redes sociales se convocó a la realización de una cadena humana en la que participaron de ciudadanos, legisladores y líderes político, así como algunos escritores y analistas, para manifestar el rechazo a los contenidos de la polémica propuesta de leyes secundarias en materia de telecomunicaciones.

La presión social y política obligó al senador Emilio Gamboa Patrón, coordinador de la fracción parlamentaria del tricolor en la Cámara Alta, y al Secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, convocar a una conferencia de prensa para “desmentir” y “aclarar” las versiones en torno a la censura y restricciones a la libertad de expresión ciudadana en la Internet.

“Haremos cambios para que no se desvirtúe el debate y se pretenda decir que se quiere censurar o restringir el acceso al internet, lo cual es falso”, comentó el legislador Gamboa Patrón ante los medios de comunicación el pasado 23 de abril.

También subrayó el senador priista que es convicción del gobierno de la república y los grupos parlamentarios del PRI y del PVEM, garantizar la libertad de expresión, el libre acceso a internet y a las tecnologías de información y comunicación.

A su vez el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong dijo que el contenido de la pretendida ley de telecomunicaciones (relacionada con la intervención gubernamental de Internet) se diseñó para tener un espacio de opción en episodios críticos, pero como el asunto tomó un nivel inesperado en la opinión pública, se determinó retirar los artículos polémicos. (La Jornada, sábado 26 de abril. Pág.4).

“Nunca se pensó en censura; no es nuestro interés, no queremos una ley para eso, dijo el funcionario cuya dependencia es la responsable del monitoreo de medios de comunicación”, se asienta en la nota periodística de La Jornada.

Desde el gobierno de Porfirio Díaz se controlaba el papel de los periódicos de la época, así como los recursos públicos que canalizaba el gobierno, quien a su vez aplicaba la “Ley del Garrote” a los diarios o semanarios críticos de la época.

Los gobiernos priistas instituyeron a la Productora e Importadora de Papel, Sociedad Anónima (PIPSA) dependiente de la Secretaría de Gobernación, para controlar el suministro del papel a los diarios y publicaciones impresas mexicanas durante decenas de años, con lo cual, se tenía el control de los medios de comunicación impresos.

El control del gobierno en los medios electrónicos se da mediante el sistema de concesiones que otorga en lo personal o a grupos empresariales, lo que ha generado el crecimiento de los monopolios en nuestro país.

Pero en la actualidad la sociedad mexicana ha cambiado sustancialmente en esta era de las telecomunicaciones y de Internet, puesto que ha encontrado un nicho de oportunidad para manifestar una libertad de expresión que tiene sus restricciones en los medios de comunicación formales.

Hoy los mexicanos tienen otra alternativa para comunicarse, para expresarse, para mostrar su inconformidad o simplemente para comunicarse o incluso, entretenerse, que es el ciberespacio en su expresión de redes sociales y que hoy está amenazada por las leyes secundarias que se pretenden aprobar en el Poder Legislativo.

El crecimiento en la participación de los ciudadanos en las redes sociales preocupa sobremanera, sobre todo porque se gesta una creciente opinión pública más informada y más libre de una manipulación mediática oficial.

Es contradictorio que por un lado el gobierno de la República creó una coordinación de Estrategia Digital Nacional, para intentar que en 60 meses México lidere la lista de países latinoamericanos conectados de la OCDE y cerrar la brecha para conectar a más de 70 millones de mexicanos que actualmente no tienen acceso a internet, y por el otro, se pretenda restringir el acceso a la red y a la libertad de expresión.

El tema para la discusión de las leyes secundarias en telecomunicaciones regresará en el período extraordinario del Senado de la República que se realizará del 15 al 30 de junio, período en el que también podrían incluirse la energética y la político-electoral.

Hasta entonces veremos si en verdad el Poder Ejecutivo y los legisladores del PRI y PVEM suprimieron los artículos restrictivos del acceso y de la libertad de expresión a Internet.

Al tiempo.

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