¿Acaso quieren perder?

rafael candelasRAFAEL CANDELAS SALINAS *

Desde finales del año pasado las dirigencias estatales del PRD y del PAN iniciaron un diálogo para la conformación de una Coalición que tendría como objetivos detener el avance del PRI, generar los equilibrios necesarios para evitar excesos en el gobierno y construir condiciones mínimas para poder competir por la gubernatura del Estado en el 2016 para lo cual se hacía indispensable ganar un buen número de distritos y municipios, sobre todo algunos de los de mayor rentabilidad electoral como Guadalupe y Zacatecas, pues ambas dirigencias coincidían que en Fresnillo no hay nada que hacer.

En ese sentido, cada partido buscó a sus posibles candidatos y candidatas, se dedicaron bastantes horas, días y meses a la construcción de posibles escenarios para definir quién encabezaría cada distrito y cada municipio, se revisaron resultados electorales previos, historia de gobierno, número de habitantes y perfiles para poder seleccionar candidatos. En algunos casos fue relativamente fácil, pues los condiciones y circunstancias eran favorables para alguno de los partidos pero en otros resultó verdaderamente complicado, pues ambos partidos creían merecer la candidatura y fue entonces cuándo se pensó en la posibilidad de decidirlo mediante encuestas, ya que era el instrumento que mejor garantizaba la selección de quién pudiera ser el más competitivo o el mejor candidato, si es que la intención era ganar y no solamente tener candidaturas testimoniales.
Definitivamente la candidatura que mayor interés despertó fue la de la Alcaldía por Zacatecas, pues desde un inicio sobraron argumentos de ambos partidos para reclamarla. El PAN alegaba que les tocaba por que ellos habían gobernado Zacatecas la última vez con Cuauhtémoc Calderón y que además era la capital del Estado, razón suficiente para ellos pues el PAN estaba pidiendo en automático y como estrategia todas las capitales en los Estados donde habría Alianza entre ambos partidos. El PRD por su parte alegaba que si bien el PAN había gobernado la capital la última ocasión (tres años), el PRD la había gobernado tres trienios (nueve años), que en las últimos procesos electorales (2010 y 2012) había obtenido mayor votación que el PAN a pesar de que ellos tenían el gobierno municipal y que dentro de las filas del PRD estaban los aspirantes mejor posicionados.

Así las cosas, iniciaron las precampañas, se fue avanzando en los demás municipios y distritos y Zacatecas no se decidía. El PAN llevó a cabo su proceso interno para seleccionar candidatos y los dos precandidatos más representativos que tenía decidieron renunciar a sus aspiraciones dentro de Acción Nacional alegando que habían sido aplastados dentro de la elección interna mediante una operación política orquestada desde el gobierno y al través de un Diputado Federal del PAN que, según los panistas, tenía acuerdos para impedir la Coalición y en su caso, poner a los candidatos más débiles a efecto de que los candidatos del gobierno pasaran sin problema. Fue entonces cuando el Diputado Osvaldo Contreras renunció a la precandidatura a la Presidencia Municipal y el ex presidente municipal Cuauhtémoc Calderón, precandidato a Diputado –quién se suponía iba a llevar los votos del PAN en Zacatecas y parte fundamental de los argumentos panistas para reclamar la capital- renunció para irse de candidato por el Partido Verde Ecologista, lo cual los dejaba sin su activo más importante y en mayor desventaja para reclamar la candidatura, ya que se desvanecía su principal argumento.

Zacatecas no se decidía y subían de nivel las voces que apostaban a que la Coalición no iba a concretarse. En el PRD nos registramos siete precandidatos, seis perredistas y quién escribe en mi calidad de “externo” pues no milito en ningún partido desde hace casi dos años. Mientras tres precandidatos y una precandidata hacíamos campaña en colonias y comunidades, algún otro se dedicaba a entorpecer el proceso dando conferencias de prensa cada domingo para decir que el PRI ganaría las elecciones y otros dos pues de plano ni precampaña hicieron pues uno de ellos sólo se inscribió para posteriormente inclinarse a favor de quién lo mandó registrarse y el otro se concretó a quedar bien con quién a la postre se erigiría dentro del PRD como el gran repartidor de plurinominales. Finalmente el escenario que cambió el rumbo del proceso interno del PRD fue ese, la elección de Candidatos a Diputados por la vía Plurinominal, pues la lucha por la posición número uno plurinominal desató una férrea lucha que no solamente dividió al partido sino que quitó tiempo y distrajo del tema principal, que era la construcción de la Coalición. Se terminaron las precampañas, se fue avanzando en lo demás pero Zacatecas no se decidía. Llegó el último día para registrar la Coalición y faltando 15 minutos se registró, el IEEZ -cómo si estuviera operando a favor del PRI- la negó. El Tribunal Electoral –como si también recibieran línea del PRI- confirmó el acuerdo del IEEZ. Fue el TRIFE quién les enmendó la plana y resolvió a favor de la Coalición, pero Zacatecas aún no se decidía.

Obviamente lo ideal es que hubiese imperado la generosidad y la operación política a tiempo, pero inició el plazo legal para registrar candidaturas, los demás partidos ya habían presentado sus fórmulas para la capital del Estado y la Coalición no solamente no tenía candidatos sino que ni siquiera tenía una ruta o un método claro para definirlos. El PRD siempre insistió en que se definiera mediante una encuesta pero el PAN siempre se opuso, finalmente aceptaron pero después –como niños jugando retas en el barrio- dijeron que sí pero siempre y cuándo se les dieran 10 puntos de ventaja, cosa que evidentemente las dirigencias del PRD no aceptaron.

Pudiera pensarse que las posturas dentro del PRD serían más radicales o irreconciliables, pero pasados los días los distintos precandidatos y la precandidata asumimos con responsabilidad –eso pensaba- la decisión de ir a una encuesta y de generar condiciones para la inclusión de todas y todos los que en ese proceso participamos. En su momento la dirigencia nacional nos informó a través de la dirigencia estatal que el PAN aceptaba la encuesta pero que ellos harían una propia.

Así pues, se acordó mandar hacer tres encuestas: Una que pagó el CEN del PRD con la empresa Covarrubias y Asociados, otra que pagó el CEN del PAN con la empresa Ipsos-Bimsa y una más que pagamos entre los aspirantes del PRD con la empresa local Muro y Asociados. Las tres encuestas se levantarían el fin de semana del 20 y 21 de Abril, se supone que así fue y el miércoles 24 nos convocaron para conocer los resultados de Covarrubias y Muro. En ambas encuestas quiénes resultamos arriba de las encuestas fuimos José Narro y Rafael Candelas con una ligera ventaja a mi favor pero al analizar el rechazo, la intención de voto y el número de variables favorables quién ganaba las encuestas y tenía mejores condiciones para ir a la contienda era el suscrito, sin desconocer que el dirigente de Udena también era muy competitivo. En ambas encuestas Camerino Eleazar, Feliciano Monreal y Fernando Bueno –en ese orden- tenían un empate técnico, mientras que Maria Luisa Sosa quedaba en la sexta posición y Hugo Galván en último con menos de uno por ciento de la intención de voto. El ánimo de todos fue de unidad y compromiso para sacar adelante a quién generara mejores condiciones de triunfo por lo que nos propusieron, incluyendo al dirigente, que los punteros nos reuniríamos a dialogar. Así lo hicimos.

Nada supimos ese día de la encuesta que mandó hacer el PAN pues sólo se nos comentó que la abrirían ese día pero nada oficial se nos dijo. Al siguiente día nos enteramos con sorpresa -pues las encuestas dadas a conocer un día antes por empresas diferentes tenían resultados muy similares, casi iguales- que en la que mandó hacer el PAN el candidato panista salía como 18 puntos arriba de todos, incluyendo a los candidatos del PRI y Verde, lo cual contrastaba en gran medida con las presentadas un día antes y con todas las anteriormente conocidas y enviadas a hacer no solo por el PRD sino por otras instancias y partidos políticos. Simplemente, no podía ser y así lo confirmaron los expertos y directores de otras empresas encuestadoras.

Indiscutiblemente se consolidaba uno de los más fuertes argumentos del PRD para reclamar la candidatura del municipio de Zacatecas, que los mejores candidatos estaban ahí y no en el PAN pues su único precandidato no solamente traía en contra a buena parte del panismo sino que las encuestas lo ubicaban en el quinto lugar, es decir, el PRD tenía cuatro precandidatos que individualmente le ganaban al panista a pesar de que el iba solo y en consecuencia podía llevar la ventaja de que el voto perredista en la encuesta se dividía.

Sin embargo la intransigencia y los intereses aún desconocidos de Gustavo Madero por evitar a toda costa que se diera la alianza o en su defecto proponer un candidato a modo, lo llevó a faltar a su palabra y desconocer el acuerdo de la encuesta, alegando que el nunca había acordado eso y que si no le daban la capital no había alianza. No solamente parecía un amague, sino el pretexto idóneo para tumbar la Coalición –como si trabajara para el PRI- por lo que el viernes 26 de Abril Jesús Zambrano vino a advertirnos de la amenaza panista y a escuchar nuestros argumentos.

Tengo que señalar que con excepción de un compañero –el que salió con el 1% se pronunció a favor de darle la candidatura al PAN- todos opinamos que no cediéramos al chantaje y preparáramos el terreno por si teníamos que ir solos, pues sería peor la vergüenza de ir a perder con los dos partidos juntos que dando la pelea solos pero con dignidad y con mejores posibilidades. Sin embargo, un compañero de Guadalupe que no sé por qué lo dejaron entrar a la reunión de Zacatecas, pero de la misma corriente que Jesús Zambrano opinó que lo más importante era Guadalupe y que había que mantener la alianza para conservar ese municipio, que no importaba entregar Zacatecas.

Zambrano no dijo nada pero el tiempo nos indica que compró la idea o que sólo vino a avisarnos que iban a entregar la plaza. La mejor muestra es que en la fórmula registraron como candidatos a la Diputación local a quiénes aparecieron en 4º y 6º lugar de las encuestas y quién será regidor plurinominal por el PRD es quién apareció en el séptimo lugar con menos del uno por ciento de intención de voto.

Ante esta realidad el PAN debe estar muy contento por haberse quedado con la candidatura y el gran repartidor de plurinominales del PRD también, lo mismo que quiénes previamente habían acordado que harían todo lo posible y hasta lo imposible para evitar la Coalición o, en su defecto, poner candidatos a modo en la capital del Estado. Lo lamento por todas las personas que creyeron en la Coalición, por quiénes vieron en ella la posibilidad de rescatar Zacatecas y por supuesto que por mi amigo Fernando González Bueno, a quien conozco de hace años y a quien desgraciadamente le entregan la candidatura en una gran desventaja, por lo que tendrá que hacer un ejercicio de recomposición e inclusión muy fuerte, muy rápido y con mucha eficacia en ambos partidos.

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