El municipio como factor decisivo para un desarrollo humano pleno

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LUIS GERARDO ROMO FONSECA *

Hoy en día, la debilidad financiera de los municipios se ha convertido en un problema para la economía de las regiones; la gran mayoría de las administraciones locales tienen problemas de endeudamientos y falta de flujos para financiar sus operaciones. Según datos de la Asociación de Municipios de México (AMMAC), del los 2,445 ayuntamientos que tenemos en México sólo 21 cuentan con la solvencia necesaria para cubrir su gasto corriente. A la fecha, la principal fuente de financiamiento de las alcaldías son los préstamos con la banca comercial: al cierre del año pasado, el saldo de su deuda con esas instituciones fue de 22 mil 423.8 millones de pesos, lo que equivale al 51.5% del total de las obligaciones financieras de los municipios; que asciende a 43 mil 558.7 millones de pesos.

En este tema, cabe señalar que la deuda pública llevada con responsabilidad y aplicada para proyectos legítimos de inversión tiene usos legítimos; pero como hemos visto, también se presta a malos manejos administrativos. Debido a esto último, en el Congreso de la Unión ya están a discusión diversas iniciativas con el fin de poner freno a los endeudamientos desmedidos y a los desvíos de recursos. Por otro lado, la recientemente aprobada Ley General de Contabilidad Gubernamental contribuirá a mejorar la estructura de la información contable y la transparencia en los estados y municipios del país.

Sin embargo, vale la pena insistir en que el problema de fondo radica en una debilidad estructural del municipio: a pesar de que en las últimas décadas se han hecho reformas para dotar a los municipios de una mayor autonomía, históricamente ha persistido una subordinación de éstos respecto a las demás esferas de gobierno. Hoy en día, los cabildos tienen una débil capacidad financiera, que les representa un reducido margen de maniobra para solventar con sus ingresos directos propios (impuestos, derechos, productos y aprovechamientos) los gastos administrativos. Es preocupante la marcada dependencia financiera y la poca autonomía de la hacienda municipal en México, sobre todo por la escaza generación y recaudación de ingresos propios directos en comparación con el total de ingresos municipales (que en su mayoría provienen de las participaciones federales). Por lo tanto, las potestades tributarias no representan potencialmente una fuente significativa de recursos para los ayuntamientos.

De ahí la necesidad de fortalecer sus esquemas recaudatorios mediante una profunda reforma en materia de federalismo fiscal y otorgar un mayor margen de acción a los municipios en cuanto a las tarifas, formas de cobro y bases tributarias. Así mismo, es prioritario establecer una reasignación presupuestal más equitativa entre la federación estados y municipios y procurar una transferencia efectiva de recursos entre los distintos órdenes de gobierno para superar las grandes asimetrías sociales en las distintas regiones del territorio nacional.

Por supuesto, la ampliación de las obligaciones administrativas y fiscales del municipio, también requieren de mayor transparencia, de un manejo responsable de las finanzas y de una depuración de los procesos de formulación, diseño y elaboración de las políticas públicas. Así mismo, en el corto plazo es importante aumentar la capacidad de gestión de los alcaldes para conseguir los apoyos suficientes para cumplir con los objetivos planteados en la agenda municipal; siempre acordes al sentir ciudadano.

Desde del municipio, debemos dar respuesta no sólo en la prestación de los servicios públicos e inversión física en infraestructura básica, sino en temas fundamentales como: la igualdad de oportunidades, la integración ciudadana, el fomento de conductas cívicas, la movilidad urbana y el ordenamiento territorial, el cuidado de nuestros recursos naturales, la ampliación de las áreas verdes y los espacios de convivencia social, la promoción del deporte, el goce de los bienes culturales, la generación de empleos productivos y la salud pública con el énfasis en la prevención de las adicciones y de las conductas delictivas.

Indudablemente, por su cercanía con las realidades del ciudadano, llevado a una práctica efectiva el Municipalismo puede transformar y mejorar la sociedad: si fortalecemos al municipio, este orden de gobierno podrá ser capaz de dar un impulso determinante al desarrollo nacional y marcar la pauta en la solución de nuestros grandes problemas, sobre todo, en la lucha contra la pobreza y la marginación.

En cuanto a este objetivo, es importante destacar que el desarrollo humano integral implica reducir los obstáculos que impiden a los individuos explotar sus capacidades de manera óptima y, por tanto, acceder a una vida digna. En consecuencia, las limitaciones económicas que padecen los grupos más desfavorecidos de la sociedad tienen que abatirse. No obstante, no es lo único a considerar y encarar por las políticas públicas sino el conjunto de privaciones que limitan a las y los ciudadanos, el ejercicio cabal de sus libertades fundamentales; de sus derechos sociales, ambientales, educativos, culturales y a la recreación. En este sentido, el Premio Nobel de economía, Amartya Sen, advierte que la pobreza tiene caras políticas y educativas y que su solución no debe nacer desde una visión meramente economicista, en otras palabras, Sen afirma que la concepción del desarrollo humano es más amplia que las simples variables y parámetros numéricos, siendo necesario dotar a la economía una “visión social innovadora, más real y humana”.

Por último, el Estado mexicano únicamente tendrá viabilidad si se fortalece a partir de cambios generados desde abajo y estrechando la relación entre gobernantes y gobernados dentro de la esfera municipal. La proximidad entre la sociedad y sus autoridades más cercanas es una condición para el ejercicio pleno de ciudadanía y genera cohesión social. Esta responsabilidad compartida, que se sustenta en la participación ciudadana en la vida pública, es una poderosa herramienta democrática que erige a las personas como agentes de su propio desarrollo y en el factor determinante para la solución de sus necesidades más apremiantes.

* Precandidato a la alcaldía de Guadalupe

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