2013, año de la instauración de la democracia del terror
JOSÉ NARRO CÉSPEDES *
En el fin del proceso electoral que viven hoy (domingo) 14 estados de la República ya podemos decir que el proceso electoral significará un fracaso de la democracia y del enfrentamiento pacífico de las ideas y de los proyectos.
Lo que debería ser una fiesta democrática, es hoy un escenario de luto y de terror. La muerte, los secuestros y las amenazas han rebasado el ambiente de concordia que debe imperar en los procesos político-electorales.
Los asesinatos, secuestros y amenazas contra candidatos han marcado el primer examen electoral de Peña Nieto, quien se ha comprometido a mejorar la seguridad del país respecto a la anterior presidencia del panista Felipe Calderón.
Lo cual el Presidente de la Comisión de Seguimiento a las Elecciones del Senado, José María Martínez fue calificado como: “Las elecciones más violentas de la historia mexicana”.
Hoy se puede afirmar que hemos retrocedido de forma alarmante en nuestra lucha por democratizar al país, regresado a los años postrevolucionarios, cuando el número de asesinatos políticos fue particularmente elevado.
El tema se ha retomado a nivel internacional, y es el diario New York Times que destaca el aumento del peligro que representa ser candidato para un cargo público en el país.
“Esta temporada es una de las peores en años recientes”, señala el artículo, que destaca las amenazas, ataques y a veces asesinatos descarados cometidos por organizaciones criminales, contrincantes políticos y otros rivales en puerta de comicios. De acuerdo con algunos expertos, dice el rotativo, al menos seis candidatos fueron asesinados desde febrero y otra herida en un ataque que dejó a su esposo y a un asistente sin vida.
Asimismo, funcionarios de partidos y de campañas también han sido víctimas de ataques, con miembros de sus familias siendo blanco y algunas veces también asesinados.”
En el artículo firmado por Karla Zabludovsky, traducido por el diario El Norte, pone el dedo en la llaga sobre la violencia en los primeros meses de la nueva administración, al subrayar que “el estallido de violencia ha resultado una vergüenza para el nuevo Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto”, quien ha prometido controlarla y “quien ha buscado presentar al país como si estuviera en recuperación de los asesinatos sin sentido que se han cometido”.
Mientras el número de casos de agresiones sigue creciendo, las investigaciones locales de los crímenes, incluso asesinatos, son tristemente descuidadas y débiles, señala el NYT.
Como botón de muestra podemos ver que poco después de que los líderes estatales del PRD y PAN, Gerardo Espinoza y Arturo López de Lara, respectivamente, denunciaran la desaparición de Aquiles González Mayorga, así como de dos personas más, el procurador de Justicia de Zacatecas Arturo Nahle García declaró en radio sobre la desaparición de González Mayorga que “ojalá estuviera de fiesta.”
Ante la violencia, sólo tenemos declaraciones mediáticas que aseguran que se encontrarán a los responsables, que aseguran que los actos violentos no se refugiarán en la impunidad, pero sabemos que tan pronto como fueron dichas estas promesas, todo se olvidará y el terror habrá hecho efecto.
La violencia y el terror regresaron como advertimos en el pasado proceso electoral que pasaría. Y por lo que parece, tendremos que acostumbrarnos y eso es algo que debemos evitar como sea.
El investigador del Instituto Mexicano de Democracia y Derechos Humanos (IMDHD), Edgar Cortez, aseguró que el miedo causado por los hechos de violencia provoca desencanto de la ciudadanía en la democracia.
En Junio y julio han sido los meses en los que la violencia contra candidatos ha incrementado. Lo más reciente es el asesinato en Zacatecas de Aquiles González Mayorga, coordinador de la campaña de PRD en Guadalupe, Zacatecas. En tanto, en Veracruz, mataron a un joven militante perredista de 17 años.
Otro hecho registrado es el secuestro -el pasado 2 de julio- del candidato a regidor de Boca del Río, Veracruz, Carlos Alberto Valenzuela, quien confirmó que fue “levantado” durante 5 horas por un comando armado y se dijo “indignado” por las versiones sobre un “montaje” de los hechos.
El lunes 1 de julio fue asesinado en Durango, José Ricardo Reyes Zamudio, candidato del Movimiento Ciudadano (MC) a la presidencia municipal de San Dimas, Dgo. El candidato fue levantado durante un sepelio y después fue ejecutado, informó el MC de Durango.
El domingo 30 de junio, en Gómez Palacio, Durango, tres sujetos armados irrumpieron en las oficinas del Comité de Campaña del candidato priista a la alcaldía, José Miguel Campillo, lanzando amenazas y consignas contra el personal.
El sábado 29 de junio, en Oaxaca, Rosalía Palma López, candidata a diputada local de la coalición Compromiso por Oaxaca (PRI-PVEM), fue emboscada en una carretera federal por un grupo que atacó su vehículo con armas de alto poder. Palma fue trasladada herida a un hospital privado en Oaxaca. Su esposo, Efraín Cruz, y su sobrina, Thalía Cruz, quienes la acompañaban, murieron por el atentado.
Otro evento del sábado 29 de junio: en Coahuila, Francisco Navarro Montenegro fue encontrado muerto, tras varios días de haber sido plagiado. Navarro fue diputado federal en la década de 1980 por el Partido del Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional, mientras que en la década de 1990 fue diputado local por el Partido Cardenista y a partir del año 2000 fue funcionario del Partido Cardenista Coahuilense.
El jueves 27 de junio, fue hallado el cuerpo del dirigente del PRD en Oaxaca, Nicolás Estrada Medina, quien había sido reportado como desaparecidos el 16 de junio.
También el jueves 27, fue víctima de un atentado a balazos, el candidato del PRI a la presidencia municipal de Tantoyuca, Veracruz, Quintín Mendoza Nicolás, quien fue hospitalizado de emergencia víctima de graves lesiones. Su camioneta además fue incendiada.
El lunes 24 de junio fue hallado muerto Eleazar Armenta Acuña, candidato suplente a regidor y coordinador de la campaña de la coalición PAN-PRD-PT por el municipio de Sinaloa, Esteban López Beltrán.
El sábado 29 de junio en Culiacán, Sinaloa, apareció maniatado y asesinado Antonio Loaiza Zamora, de 19 años, hijo del ex alcalde de San Ignacion, quien ahora funge como coordinador de campaña del candidato del PRI-Verde-Panal, Antonio Loaiza Delgado, tío del joven muerto.
Entre el 23 y 24 de junio, en Veracruz tres camionetas del PAN fueron incendiadas con bombas molotov; mientras que en Quintana Roo, incendiaron dos vehículos del PRD en el municipio de Felipe Carrillo Puerto. En el primer caso, el PAN denunció que sujetos desconocidos lanzaron bombas molotov a las unidades que formaban parte de la comitiva del equipo de campaña del candidato a la alcaldía de Tierra Blanca, Saúl Lara González.
El 15 de junio, fue encontrado muerto el candidato suplente a la alcaldía de Martínez de la Torre por el Partido Cardenista, Isaac López Rojas, quien había sido plagiado días antes en su rancho, en el municipio de Atzalan, Veracruz.
El 13 de junio, el candidato del PRI a la alcaldía de Guadalupe y Calvo, en Chihuahua, Jaime Orozco Madrigal, fue encontrado muerto, luego de que fuera ‘levantado’ por hombres armados.
En lo que va del 2013, al menos 20 políticos fueron atacados. E incluso la excandidata presidencial del PAN, Josefina Vázquez Mota, recibió amenazas durante su visita a Coahuila.