La huella política de Miguel de la Madrid en Zacatecas

MANUEL IBARRA SANTOS *

Con Miguel de la Madrid Hurtado como presidente de la República (1982-1988), no sólo se inaugura en el país el inicio del periodo hegemónico de la tecnocracia  en el poder público de la nación, en sustitución de los llamados políticos ortodoxos (-fase en la que comienza, por otra parte, el paradigma económico del desarrollo “neoliberal”  hoy vigente-), sino que en el caso concreto de Zacatecas se auspicia además la emergencia de una nueva  elite gobernante con Genaro Borrego Estrada a la cabeza, quien favorece las condiciones sociales en cuyo contexto local se forman a la postre renovados liderazgos en la entidad, como el de Ricardo Monreal  y otros cuadros de esa generación.

Esto significa, que sin la influencia del poder presidencial de Miguel de la Madrid y su interés particular por el Estado, en especial por el afecto personal que le profesaba al entonces joven Genaro Borrego Estrada, no se puede entender la formación de los liderazgos políticos y las élites gobernantes de Zacatecas, en las décadas de los ochenta y noventa del siglo XX.

En el círculo cercano de Miguel de la Madrid se forman Genaro Borrego Estrada, Emilio Gamboa Patrón y Carlos Salinas de Gortari, entre muchos otros que integrarían durante el “salinato” a la denominada “Generación del Cambio”, grupo político de gran influencia nacional, a la que se incorporarían también (por su identidad y origen) Emilio Lozoya y Manuel Camacho Solís.

El arribo de Miguel de la Madrid Hurtado a la presidencia de la República, en 1982, modifica la suerte y el destino de Genaro Borrego Estrada, quien es electo diputado federal (1982-1985), luego nombrado Oficial Mayor del Comité Ejecutivo Nacional del PRI y al poco tiempo después, el voto ciudadano lo convierte en el gobernador de Zacatecas, del 12 de septiembre de 1986 al 14 de mayo de 1992, fecha cuando pide licencia para aceptar la invitación como dirigente en el país del Partido Revolucionario Institucional.

Indiscutiblemente, la llegada de Miguel de la Madrid a la presidencia de la República repercute de manera especialmente importante en la conformación local de las elites políticas, económicas y gobernantes del Estado de Zacatecas. Genaro Borrego encarnó, en la cúspide de la representación, a esa nueva clase en el poder público de la entidad.

Con Genaro Borrego  y su asunción al poder en el Estado, a mediados de la década de los ochenta, se verifican interesantes y cuidadosas rupturas con los grupos identificados con los antiguos cacicazgos históricos surgidos en la entidad en la década de 1940 y se oxigena la política con la aparición de nuevos cuadros, algunos de ellos todavía altamente protagónicos en la época presente.

Consolidado como figura política nacional con Miguel de la Madrid, y luego proyectado en los dos siguientes sexenios federales (en el de Salinas de Gortari y de Ernesto Zedillo), Genaro Borrego Estrada se encuentra activo y vigente. Su fuerza estratégica le permitió, por ejemplo, en el 2010, sumarse al grupo de aliados que condujeron a Miguel Alonso al triunfo electoral.

MIGUEL DE LA MADRID Y CERVANTES CORONA:

No obstante que don José Guadalupe Cervantes Corona llega al gobierno de Zacatecas (1980/1986) con el aval y el apoyo del presidente José López Portillo, quien indudablemente también lo respalda durante cuatro años de su gestión (en una época de impresionante crisis económica-) fue  Miguel de la Madrid Hurtado.

La administración de Cervantes Corona coincide con  la mayor parte de tiempo del gobierno de Miguel de la Madrid Hurtado y en ese periodo se sientan las bases de la transformación y el moderno renacimiento de Zacatecas. Genaro Borrego tuvo la virtud y la inteligencia de darle continuidad al esfuerzo, más allá de sus diferencias, para colocar al Estado en los planos del reconocimiento nacional.

LOS NUEVOS LIDERAZGOS POLITICOS EN EL ESTADO.

A mediados de la década de los ochenta del siglo pasado, con Genaro Borrego, se construyen los escenarios en Zacatecas del surgimiento de una serie de nuevos y renovados liderazgos políticos. En este contexto se consolida la figura de Ricardo Monreal Ávila, sin desconocer los apoyos que le otorgaron algunos de sus padrinos nacionales como José Luis Lamadrid (el maestro “Lama”, como le llamaban), colaborador cercano de Carlos Salinas de Gortari.

Se le apostó, entonces, a la formación de una gran cantidad de nuevos cuadros, incluso algunos de ellos fueron becados a distintas universidades públicas, particularmente de la capital de la República, como la UNAM, el Politécnico y/o la Universidad Autónoma Metropolitana.

EL DOMINIO MULTIPARTIDARIO DEL PODER:

Contrario a lo que muchos dicen, al calificarlo de hombre y presidente “gris”, Miguel de la Madrid Hurtado forjó renovados liderazgos nacionales y regionales, que luego se consolidaron durante los gobiernos de Carlos Salinas y Ernesto Zedillo.

Esos cuadros formados durante los gobiernos de Miguel de la Madrid y Carlos Salinas, hoy están sembrados en todas las trincheras y controlando a los diversos partidos políticos. Y por lo que se observa van, una vez más, por la conquista de la presidencia de la República.

* Docente

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