Corta pero productiva gestión de Carlos Cabrero en Zacatecas

Zacatecas, Zac.- “Gracias y ayúdenme”, fueron las primeras palabras que Carlos Cabrero Romero dijo luego de ser consagrado como el XIV Obispo de la Diócesis de Zacatecas, el 19 de diciembre de 2008, en una multitudinaria ceremonia efectuada en el Lienzo Charro “Antonio Aguilar”.

Originario de la vecina Arquidiócesis de San Luis Potosí, Carlos Cabrero Romero fue nombrado por el Papa Benedicto XVI, como arzobispo de San Luis Potosí. Sin embargo permanecerá en Zacatecas, hasta que el Papa designe a su sucesor en Zacatecas.

Cabrero Romero recientemente fue nombrado presidente el Centro Cultural y de Asistencia Sacerdotal (CCAS), para todo México.

Después de su llegada a Zacatecas, el hasta hoy obispo inició la Visita Pastoral a las distintas parroquias de la Diócesis de Zacatecas, impulsando un renovado entusiasmo en todos los sacerdotes, y específicamente en los párrocos.

La Diócesis de Zacatecas, encomendada a su cuidado pastoral cuenta con 90 parroquias y 19 cuasiparroquias, además de 213 sacerdotes diocesanos y ocho sacerdotes religiosos franciscanos.

Carlos Cabrero Romero sustituyó en el cargo al obispo emérito, Fernando Mario Chávez Ruvalcaba, quien renunció al alcanzar la edad límite. Esta vez, Cabrero Romero sustituye ahora a Luis Morales Reyes, quien presentó su renuncia por motivos de edad.

Cabe recordar que a la ceremonia litúrgica, de más de tres horas, en la que fue consagrado por el cardenal Javier Lozano Barragán, como obispo, estuvo presente el nuncio apostólico Christophe Pierre; el obispo emérito, Fernando Mario Chávez Ruvalcaba; la ex gobernadora Amalia García Medina; y de San Luis Potosí, Marcelo de los Santos Fraga; Arzobispos y Obispos; así como los senadores Tomás Torres Mercado y José Isabel Trejo Reyes; además del ex alcalde de la capital, Cuauhtémoc Calderón Galván.

POR PRIMERA VEZ EN PALACIO DE GOBIERNO

Carlos Cabrero Romero sostuvo una amplia relación con las autoridades gubernamentales, tan así que el gobernador Miguel Alonso Reyes lo recibió en Palacio de Gobierno, sitio a donde por primera vez acudía un jerarca católico.

Ahí, en una reunión a puerta cerrada, y luego de expresar su absoluto respeto a la libertad de culto, según constó en un comunicado de prensa, el gobernador reafirmó su deseo de colaboración con la Diócesis en temas de beneficio para los ciudadanos zacatecanos, “sabemos que compartimos con usted la importancia dada a la unidad y el trabajo para el desarrollo pleno del hombre y su sociedad”, afirmó el mandatario estatal.

En su investidura de gobernador del estado, Miguel Alonso Reyes lo exhortó a seguir trabajando con espíritu de trabajo en equipo y, sobre todo, en esa reciprocidad y coincidencia de construir un Zacatecas mejor, el Zacatecas que los zacatecanos esperan y merecen.

En su momento, el obispo manifestó su reconocimiento por su esfuerzo para llegar a todos sin distinción de clases, credos y partidos y luchar con eficacia y esfuerzo por un Zacatecas más digno.

Indicó que, con las acciones emprendidas por la administración estatal que encabeza, está favoreciendo a los zacatecanos que habitan los 58 municipios del estado.

También el obispo refrendó su compromiso por apoyar la lucha del estado por mejorar las condiciones de vida de los zacatecanos.

Además, expresó su visión en la búsqueda del bien del hombre al que todos están llamados a servir, el hombre zacatecano que hoy expresa su deseo de libertad, su necesidad de seguridad material y su deseo de vivir en armonía y paz.

CONTRA EL REZAGO EDUCATIVO

Durante la gestión de Cabrero Romero, la iglesia católica, a través de la Diócesis de Zacatecas, abrió su colaboración con el Instituto Zacatecano de Educación para Adultos (IZEA) para abatir el rezago educativo de la entidad, mediante la promoción de los servicios educativos en los templos y centros parroquiales de los 38 municipios que corresponden a esta sede.

En una visita realizada por el director general del IZEA, José Manuel Maldonado Romero, al obispo de Zacatecas, Jesús Carlos Cabrero Romero, establecieron acuerdos para realizar una campaña de promoción entre los feligreses que no tienen sus estudios de primaria y secundaria, o en su caso analfabetas para que la concluyan.

En su exposición, Maldonado Romero dio a conocer las estadísticas del rezago educativo en el país y el estado, motivo por el cual le solicitó su apoyo para enfrentar juntos este fenómeno social que compete a instituciones y organizaciones del ámbito social, cultural y educativo.

Por su parte, el prelado católico manifestó su interés por participar y apoyar a esta labor que realiza el IZEA en favor de la población mayor de 15 años que se encuentra en un retraso académico, mostrando su preocupación por este sector que se encuentra en desventaja y no forma parte de una sociedad con mejores oportunidades.

EXPLOSIÓN Y BALACERAS

Al hoy arzobispo de San Luis Potosí, le tocó recibir las reliquias los restos del Beato Juan Pablo II, primero en un evento multitudinario en Fresnillo y luego en las instalaciones de la Feria Nacional de la Plata. A este acto nuevamente fue acompañado por el gobernador Miguel Alonso Reyes, encabezaron el recibimiento.

Pero también le tocó vivir una explosión en la casa parroquial de la iglesia La Purísima Concepción, en Concepción del Oro, a cargo del sacerdote Jesús Dionisio Muñoz Buendía, en donde se almacenaba una cantidad no especificada de pólvora. Un muerto y tres heridos fue el saldo final.

Desde ese momento, el obispo Carlos Cabrero evitó a toda costa que los párrocos utilizarán lo menos posible la pirotecnia en sus fiestas patronales.

Monseñor Cabrero Romero igualmente lidió con la difícil situación que significó la abrupta suspensión de la Procesión del Silencio, en el 2011, luego de que una estampida humana, supuestamente por una balacera, llenara de miedo las calles del Centro Histórico.

Y es que miles de zacatecanos y visitantes vivieron momentos de temor e incertidumbre la noche del Viernes Santo de ese año, cuando se rompió el silencio de la procesión a la altura del callejón de Veyna, entre la Catedral y el Templo de Santo Domingo.

Acompañado por el gobernador, confortó a los habitantes desde la Plaza de Armas. “Todo está tranquilo en Zacatecas, sin duda cuando hay confusión se vuelve incontrolable”.

LA DESPEDIDA

Hoy, tras casi tres años de su estancia en Zacatecas, Carlos Cabrero recibe una nueva encomienda, peo no olida que su misión en esta tierra fue animar, consolar y ayudar a muchas familias a las que les ha tocado sufrir la pobreza, la falta de trabajo y el secuestro de seres queridos.

“La Iglesia debe estar con las víctimas de la violencia, darles aliento y estar con ellos con su presencia”, expresó.

En su peregrinar por las comunidades y municipios de Zacatecas, Cabrero Romero aseguró haber conocido de viva voz a personas que han sido víctimas de la delincuencia, por quienes siempre ha orado para que en esa situación pueden mirar a Dios, así como esperar algo nuevo para México.

“Pido a Dios Nuestro Señor que los políticos vengan a responder a una vocación de servicio, al llamado del pueblo y las necesidades de las comunidades”, declaró.

Carlos Cabrero exhortó a los sacerdotes, en quienes cree, para que no se vean inmiscuidos en actos para tratar de influenciar el voto y para que no reciban “narcolimosnas”.

Aunque no informó la fecha en que partirá a ocupar su nombramiento en San Luis Potosí ni quién será el nuevo obispo para Zacatecas, manifestó que se lleva el cariño de los zacatecanos, de quien recibió aprecio y amistad.

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